El efecto en bienestar de la educación

Microeconomía III

Profesor: Dante Contreras

Integrantes: Camila Armijo-Ignacio Morales

Ensayo

Hoy en día la educación se presenta como la principal herramienta para la cohesión social y la disminución de la desigualdad, apuntando a generar menores brechas de ingresos entre las clases sociales. Se ha adoptado la educación de calidad como bandera de lucha tanto por jóvenes como por adultos en busca de menores diferencias salariales para generaciones futuras, sin embargo, no se ha considerado toda la gama de otros efectos que trae una mayor educación para el bienestar y la felicidad de las personas.

Es muy cierto que un mayor nivel de ingresos está relacionado con mayor bienestar, sin embargo, el efecto en bienestar de la educación no tiene como único canal el mayor nivel de ingresos, si no que la educación por si sola trae mayor bienestar.

Los canales por los que la educación da mayor bienestar pueden ser muy diversos, pero dentro de las principales explicaciones esta una mayor capacidad de entendimiento y habilidades cognitivas. Por ejemplo, Cutler y Lleras-Muney (2010) estudian los efectos de la educación sobre la salud como medida de bienestar a través de 3 principales hábitos dañinos para la salud: tabaquismo, alcoholismo y obesidad. Una mayor capacidad cognitiva les da a los individuos de mayor educación las herramientas para entender a profundidad los daños que estos hábitos generan, y de ser necesario, les da la facilidad de cumplir exitosamente tratamientos para dejarlos. Otra medida de bienestar en la que las habilidades cognitivas inciden fuertemente es en la satisfacción laboral. Según Oreopoulos y Salvanes (2009), aun controlando por ambiente familiar, ingreso del hogar y variables demográficas relevantes, hay una marcada diferencia en la satisfacción laboral a favor de las personas con más años de educación. Esta diferencia se puede otorgar a una mayor habilidad cognitiva, haciéndolos más eficiente y aumentando así sus logros laborales y reconocimiento entre sus pares.

Existe sin embargo un problema de especificación al considerar las habilidades cognitivas, pues puede haber un sesgo de selección en el sentido de que personas con mayores habilidades se auto seleccionan para tener mayores niveles de escolaridad. En este sentido, una medida como el IQ podría causar mayor educación, tanto como mayor educación podría causar mayor IQ. Para asegurarse que los resultados fueran consistentes y no sesgados se hace una medición con valores de IQ a temprana edad y valores para edad media (17 años) con datos de USA e Inglaterra. Se encuentra que los conocimientos adquiridos a temprana edad causan mayores niveles de IQ a mediana edad, por lo que la causalidad es desde la educación a las habilidades cognitivas, y no viceversa. Así entonces se soluciona el problema de la posible doble causalidad, obteniendo un valor confiable del efecto de la educación en bienestar por el canal de las habilidades cognitivas.

Otro canal importante es la valoración por el futuro, ya que la educación entrega la habilidad de simular escenarios, lo que según Oreopoulos y Salvanes (2009) podría jugar un factor clave en la capacidad de planear cosas a largo plazo, como lo sería planificación en materia de salud (seguros médicos y planes de vida saludables). Esto también está fuertemente relacionado con cuan paciente es la persona, según Lochner y Moretti (2002) las personas con más escolaridad se muestran más pacientes, así como también menos aversos al riesgo. Esta cualidad que entrega la educación indirectamente reduce la inserción de las personas al mundo del crimen, trayendo no solo un gran beneficio en materia de calidad de vida, sino que también un gran beneficio social.

Con todo lo expuesto, queda en evidencia lo fundamental que es realmente la educación no solo para reducir brechas de ingresos, sino que también para reducir las de calidad de vida. En especial, como se menciona antes, la educación temprana, pues mejora las posibilidades de un niño de tener un mejor desempeño en muchos ámbitos de su vida al generar mayores habilidades cognitivas.

Parte 3

3.1

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El ingreso del hogar está por rangos, sin embargo, el logaritmo natural es una función homotética, es decir, no cambia el orden de los rangos.

Para poder aplicar el logaritmo se genera una variable con las marcas de clase de los rangos que se daban en la encuesta. El ultimo rango ($2.200.000 o más) se construyó la marca de clase en base a la distribución de ingresos que entrega el INE en la encuesta suplementaria de Ingresos para el período 2010-2015, que se puede apreciar en el gráfico 3.1.

De la población que reporta ingresos mayores a $2.000.000, un 42% reporta ingresos mayores a $3.000.000, un 18% entre $2.500.000 y $3.000.000 y un 39% reporta entre $2.000.000 y $2.500.000. Aproximando el ingreso del rango más alto a $3.500.000 obtenemos una marca de clase para el rango más alto de la encuesta de $2.842.500. Cabe destacar que se espera este valor este subestimando el verdadero ingreso de este rango.

El modelo básico que se presenta en esta sección presenta 2 problemas econométricos. Uno de ellos es la colinealidad entre las variables, pero a través de un test VIF se llega a que ésta no es importante. El otro problema es la omisión de variables relevantes, lo que hace que no se pueda interpretar como efecto causal, es decir, los coeficientes obtenidos en este modelo están lejos de ser la verdadera capacidad explicativa de las variables. A medida que incorporemos variables relevantes, los coeficientes se reducirán en módulo, acercándose a su efecto causal sobre los rendimientos en el SIMCE.

A pesar de lo anteriormente expuesto, los resultados presentados en la Tabla 3.1 muestran que todos los coeficientes son estadísticamente significativos. En la tabla las variables cpad_p07 y cpad_p08 representan el nivel de escolaridad del padre y de la madre respectivamente.

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La variable de cantidad de libros (cpad_p06) en el hogar entrega una medida del efecto por hogar, que puede considerarse como un proxy a la motivación que recibe el estudiante desde su familia.

Los resultados presentados en la Tabla 3.1 para la variable resultan ser significativos, aunque el efecto que representa su coeficiente es bastante bajo. Esto se puede deber a que en gran medida la motivación que entregan los padres a sus hijos estudiantes se relaciona también con la escolaridad de los primeros, variable ya incluida en el modelo.

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