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Endocrinologia Y Sexualidad


Enviado por   •  6 de Julio de 2014  •  2.346 Palabras (10 Páginas)  •  851 Visitas

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ENDOCRINOLOGIA Y SEXUALIDAD

GÉNERO Y SEXUALIDAD

La palabra sexo hace referencia a las características biológicas de ser hombre o mujer, mientras que el termino genero se refiere a la identidad y las conductas asociadas con el ser hombre o mujer en una determinada cultura. La identidad de género, la sensación interiorizada de ser o bien varón o mujer, es un aspecto central de la personalidad. Da conductas que la sociedad espera de los varones y las mujeres y que se conocen como roles de género. La identidad de género y los roles de género que cada quien adopta finalmente son el producto de un complejo proceso de desarrollo. La teoría psicoanalítica acentúa la importancia de la identificación del niño con el padre de su mismo sexo y el del sexo opuesto en el desarrollo de los roles de roles de género. La teoría del aprendizaje social propone que los niños imitan en un inicio, tanto a las personas del mismo sexo como del contrario, pero aprenden que conducta de género se espera de su sexo a partir de las relaciones de los adultos y de los demás niños. Los roles de género se clasifican en masculino o femenino, pero una persona puede exhibir a la vez acentuados rasgos de masculinidad y femineidad, este patrón recibe el nombre de androginia. Las diferencias entre varones y mujeres en lo que se refiere a ciertas habilidades cognitivas son hoy en día menores delo que solían ser en el pasado; los resultados que obtienen las mujeres en cuanto a habilidades verbales son ligeramente superiores a las de los hombres, mientras estos están algo por encima en matemáticas y razonamiento espacial. Sin embargo, estas diferencias están más asociadas con la identidad de género, que con el sexo biológico. Además de la identidad de género y los roles, las personas también difieren unas de otras en la manera en la que expresan su sexualidad en las relaciones íntimas. La orientación sexual dirige a la excitación sexual que una persona siente hacia una pareja del sexo opuesto (heterosexual), del mismo sexo (homosexual) o ambos (bisexual). Los investigadores no han determinado aun lo que causa las diferencias en la orientación sexual, pero tanto los factores biológicos como los sociales pueden tener su importancia.

A lo largo de la historia, tanto el sexo como la sexualidad han sido objeto de atención para la filosofía, la literatura y el arte, pero el estudio científico del sexo y el género es un campo relativamente nuevo. Los primeros debates sobre este tema tuvieron lugar en los primero años del siglo xx y solo en la década de 1940 llevo a cabo Kinsey los primeros estudios objetivos sobre conducta sexual. Las anatomías del hombre y mujer están conformadas para ofrecer el medio más eficaz para la copulación y la reproducción. El funcionamiento sexual, denominado ciclo de respuesta sexual es parecido en hombres y mujeres, y la diferencia principal es que el hombre tiene un periodo refractario que requiere una regeneración de la energía entre los ciclos de respuesta, mientras que a la mujer no le sucede eso, lo que aumenta su potencial para la repetición del orgasmo. A pesar de ello, las diferencias en la respuesta sexual entre hombre y mujer son mucho menores de lo que antes se creía. El impulso sexual es similar a otro impulso primario, como el hambre, en que partes del hipotálamo desempeñan un papel muy importante, los estímulos sexuales externos pueden estimular el impulso sexual y este puede estar influido por las experiencias de aprendizaje y las emociones. Sin embargo, el impulso sexual es diferente de otros impulsos primarios en que no es necesario para la supervivencia del individuo, no siempre induce a reducir la excitación, la privación no influye en el del mismo modo y supone una disminución, más que un incremento de la energía.

Se consideran normales los patrones atípicos de conducta sexual que no causan daño a la persona que la práctica o a otros, aunque no sean frecuentes y haya quienes los consideren inmorales. Otras formas de conducta sexual desviada que causan daño se consideran por eso anormales. El travesti obtiene placer sexual al vestirse con ropa del otro sexo. El transexualismo es aquella condición en la que los individuos se consideran atrapados en cuerpos del otro sexo. Excepto en los casos en los que causa problemas al propio individuo, el travestismo o el transexualismo no son dañinos para nadie. El fetichismo, que es la obtención del placer sexual a partir de determinados objetos, no es necesariamente dañino, aunque puede llegar a serlo si se roban los objetos o si esa preferencia sexual provoca algún tipo de problema en otro sentido. El sadismo, que es la obtención del placer sexual al causar dolor a otra persona, puede no ser dañino si se practica de manera suave y la pareja es consciente de ello, aunque por lo general es una práctica considerada anormal por el dolor y el riesgo médico que implica; lo mismo que el masoquismo, que consiste en excitarse sexualmente a partir del dolor propio. El voyerismo hace referencia a la práctica de obtener placer sexual al espiar a personas desnudas o cuando practican el sexo mientras que el exhibicionismo se obtiene la excitación sexual mostrando los genitales a otra persona que no ha consentido en ello. Debido a que estas dos últimas prácticas generan miedo en los demás y son ilegales, se consideran como anormales. Las conductas sexuales que implican el uso de la fuerza (violación, abuso sexual, incesto y acoso sexual) son tenidas por anormales en todos los casos debido al daño psicológico y físico inherente en ellas.

Hay una serie de difusiones sexuales que interfiere con la posibilidad de disfrutar una relación sexual completa y placentera. Tanto el hombre como la mujer pueden padecer problemas asociados al deseo sexual, la excitación sexual y el orgasmo. Cuando no existe una causa física, la raíz del problema suele ser la falta de información, la ansiedad y dificultades en la relación. A ello se debe que los terapeutas sexuales estén especializados en tratamiento de cuestiones psicológicas de las que pueden derivarse problemas de tipo sexual. Tanto en hombres como mujeres, hay cuestiones de salud relacionadas con la anatomía sexual, como el cáncer de mama, de cérvix y de testículo, que si se detectan a tiempo pueden tratarse con eficacia. La conducta sexual también incrementa el riesgo de una variedad de enfermedades de trasmisión sexual como las causadas por una bacteria (como sífilis o gonorrea), ladillas, o virus (como herpes genital y las verrugas genitales), que pueden ser tratadas en sus síntomas pero que no son curables. La enfermedad de transmisión sexual que con más frecuencia resulta mortal y cuyo ritmo de propagación es mayor es la infección por VIH, que causa el SIDA.

A pesar que la sexualidad va más allá que la actividad de los órganos sexuales, es fundamental

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