Ensayo 3

¿Por qué decidí SER FILÁNTROPO?

Y POR QUÉ DAR PARA PROYECTOS EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO?

David Morawetz, Ph.D.

Fundador y Director del Fondo de Justicia Social Morawetz

Presentado en la conferencia de la Universidad de Princeton en "Filantropía, Ética y la Ayuda Internacional" 06 de mayo 2005

Cuando mi padre Paul Morawetz murió, por desgracia, en abril de 2001, heredé una parte de su patrimonio. Resultó ser mucho más dinero de lo que esperaba nunca tener. Era claro para mí que quería usar la mayor parte de este dinero para hacer algo, por pequeño que sea, para reducir la injusticia social y económica, y la desigualdad de oportunidades. Estoy eternamente agradecido a mi padre por darme la oportunidad de hacer esto. Estoy muy agradecido a él, también, por la oportunidad de probar cuán profundamente celebrada mis creencias igualitarias son. Estoy feliz de descubrir que son profundamente realizaron efectivamente.

¿Por qué un Fondo de Justicia Social?

Siempre he creído que la vida es injusta. En particular, creo que el mayor de la lotería en la vida es: ¿qué país estás nació en, y en el cual la familia? Yo creo que no es justo que, por puro accidente de nacimiento, algunas personas (como yo) tienen un comienzo relativamente fácil en la vida, haber nacido en familias que son relativamente acomodada, mientras que otros tienen que luchar hasta el final, porque nacen en familias muy pobres, o familias que (por la razón que sea) son menos capaces de apoyar y nutrir a ellos. Esta creencia fue reforzada hace 42 años cuando pasé un verano en menores de 18 años con mochila y viajar en trenes de tercera clase en la India, para ver de primera mano la pobreza extrema y las privaciones. Aunque no soy una persona religiosa, "no, pero por la gracia de Dios, vaya yo" es un dicho que todavía resuena en mí (donde "la gracia de Dios" es tal vez reemplazado por "suerte").

Otra forma de decir esto es que creo en: "De cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades". Entiendo que, la naturaleza humana siendo lo que es, no parecemos ser capaces de establecer un sistema político viable en este sentido. Eso no quiere decir que no podemos tratar de acercarse a ella a título personal. Después de todo, ¿por qué debe uno por ciento de la población mundial posee más del 20% de los recursos del mundo? Estamos todos nacemos y no tienen otra opción dónde o cuándo, todos mueren y no tienen otra opción dónde, cuándo o cómo - a mí, que nos hace a todos iguales. ¿Por qué entonces, ¿no deberíamos hacer lo que podamos para que la oportunidad y el nivel de vida tan iguales como sea posible económica?

La mayor parte de mi carrera profesional se ha gastado tratando de contribuir a hacer del mundo un lugar más justo, para que los que son menos pudientes tienen una mejor oportunidad de una vida digna y plena de lo que lo habrían hecho.

La primera vez que entrené como economista, especializado en la economía de los países en desarrollo. Más de dos décadas, he trabajado como consultor económico en América Latina, Asia y el Pacífico, en países como Bolivia, Chile, Colombia, República Dominicana, México, Papua Nueva Guinea, Perú y Sri Lanka. También me enseñó economía en la Universidad de Boston a estudiantes de postgrado de África, Asia y América Latina, los estudiantes que se aplicarían y poner en práctica lo que habían aprendido al regresar a casa. Mi objetivo fue siempre para tratar de hacer una diferencia, por lo que al menos algunas personas en algunos países en desarrollo de todo el mundo podría ser un poco mejor.

A la edad de 35 años, por mil razones, decidí cambiar los campos, y empecé a estudiar la consejería y la psicología. En 1988, 43 años de edad, me creó en la práctica privada de tiempo completo como psicólogo clínico y asesoramiento. Mi objetivo en la práctica privada en los últimos 17 años ha sido de nuevo para ayudar a los que están en dificultades, con el énfasis en esta ocasión de estar en dificultades emocionales, más que los económicos.

En los últimos años, he sido inspirado por el Dalai Lama. Una de las cosas que el Dalai Lama dijo en una visita a Australia fue: "Si quieres ser feliz, ayudar a la gente, porque usted es el que obtiene la ayuda - si se ponen un poco de ayuda, así, eso es una ventaja." Creo firmemente en este principio. Ciertamente, es profundamente gratificante para mí ser capaz de contribuir a la promoción de la justicia social y económica.

¿Cuáles son las prioridades de financiación actuales?

Los criterios para las subvenciones a los proyectos del Fondo de Justicia Social Morawetz son flexibles, y, sin duda, cambiar con los años. En la actualidad son los siguientes:

1. Las subvenciones deben hacer una diferencia real para las personas que los reciben.

2. En general, no debería haber ninguna fuente alternativa de financiación disponibles.

3. Las subvenciones deben fomentar soluciones sostenibles a largo plazo a los problemas. Ellos deben seguir el principio: "Dale a una persona un pescado, y él o ella de comer para una comida; enseñar a la gente a pescar, y darles de comer de por vida."

4. Las subvenciones no podrán ser utilizados para beneficiar a sólo un grupo religioso. Es decir, las subvenciones no podrán ser destinados sólo para los cristianos o musulmanes, o Judios, etc. Esto no significa que las subvenciones no pueden ir a organizaciones como la Hermandad de San Lorenzo o de la Juventud y la Familia Servicio Buen Pastor - tales grupos definitivamente permanecen elegible, ya que sus buenas obras están abiertas a todos, independientemente de la religión.

5. Las subvenciones deben tener un componente de justicia social. Es decir, se deben abordar temas de la pobreza y la desigualdad. El aumento de la conciencia de la sociedad sobre la desigualdad y la injusticia, y la financiación de la investigación en la pobreza y maneras de aliviarlo, son elegibles usos importantes para las subvenciones.

6. Una proporción significativa de las subvenciones debería ir a ayudar a las personas en los países en desarrollo y, en particular, para ayudar a algunas de las personas más pobres del mundo.

La foto que me habla más es el que muestra donde los aldeanos obtenían el agua antes de que el pozo fue excavado. Las mujeres y los niños de la aldea caminarían durante tres horas todos los días para sacar agua de un río que contenía sucio, marrón,, agua contaminada estancada, el agua en el que los animales y la gente se bañaba, orinado y defecado. Se puede ver un número de animales en el agua en la foto. Así como se puede imaginar, el agua está llena de enfermedades.

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