Ensayo Al Libro De Calamandrei
Enviado por ruthmania • 23 de Enero de 2014 • 2.117 Palabras (9 Páginas) • 313 Visitas
La magia del libro “El Elogio De Los Jueces”, del maestro Piero Calamandrei, radica en que nos muestra la impartición de justicia, dentro de un escenario en el cual dos personajes centrales relatan una historia sobre hechos que le ocurren a otros y de la cual conocen a través de los ojos de los mismos , apoyados en testimonios, hechos, emociones y percepciones, y un tercer personaje que tendrá que deliberar quien tiene razón, pero esta razón será concedida a quien con mesura, sencillez y precisión lógica, argumente mejor.
Para ello, con un lenguaje rico en aforismos, metáforas y analogías, alejándose de la cátedra, el maestro Calamandrei, nos da una serie de enseñanzas directas sencillas pero no simples, de lo debe ser, el ejercicio de la profesión de abogados, y Jueces, encontrando en dicho ejercicio semejanzas y diferencias no tan absolutas, ya que en este juego de contrarios hay una síntesis que es la búsqueda común de la justicia.
Como abogada neófita, esta obra me permitió mirar la abogacía, los Jueces y la justicia, a la contraluz de la razón, dejando la pasión desbocada de quien inicia en esta digna profesión, mi actuar debo aceptarlo con vergüenza hasta el día de hoy que he leído esta obra, había sido como describe el ilustre maestro al abogado; que siempre fracasa, lleno de soberbia, que pretende saberlo y conocerlo todo, quien seguramente no pasaría la prueba propuesta de resistencia nerviosa, que cuando me he enfrentado a los jueces he pretendido llenar mi discurso de doctrinas y argumentos que seguramente más de un Juez oyó con fastidio y me miro con burla, que decir de mis clientes a los que veía a la cara con un disculpe no se pudo, cuando quizá mi estrategia fue la que fallo y no la impartición de justicia, porque qué podría hacer un juez si mis argumentos no fueron contundentes para demostrar la verdad histórica de los hechos.
Con dichas enseñanzas, los términos de claro, conciso y preciso adquieren otra dimensión, claro será exponer las ideas sin adornos innecesarios, conciso, utilizar sólo los argumentos aplicables al caso y preciso ir exactamente al hecho mismo.
Pero sobre todo utilizar estos términos en el ejercicio de la litigación permite al abogado que los entienda cabalmente estructurar sus argumentos siguiendo las reglas de la lógica formal, conseguir una sentencia favorable para su cliente y dar un paso hacia la búsqueda de la justicia, que siempre deberá tener en mente.
Sin pretender entender las reglas del juego de la litigación sólo por leer este texto, y alejándome de la sabiduría de un solo libro o como se dice coloquialmente casarme con las ideas del maestro Calamandrei, si encuentro en el texto un profundo análisis, hasta la esencia misma del comportamiento de jueces y abogados; en relación a los jueces los considera, parafraseando a Nietzsche: “ Humanos, demasiado Humanos”, ya lo que vemos en la realidad del ejercicio profesional es que algunas veces les interesa más el ascenso o las cuestiones económicas, que encontrar la verdad de los hechos y por tanto impartir imparcialmente la justicia, contrario a lo que debiera ser la actitud correcta de los jueces, casi casi el juez hércules de Dworkin, un Juez todopoderoso, que por su investidura y el rol que juega debe dictar sentencias salomónicas perfectas.
En cuanto a los abogados y aquí se hace un retrato perfecto de los litigantes, preocupados más por demostrar que dominan el litigio vociferan, se enojan dan gritos y sombrerazos en lugar de argumentar y demostrar que han leído y releído el expediente que lo conocen y que se han preocupado por desentrañar la maraña de los hechos y que son capaces de armar el rompecabezas de los hechos para presentar un todo coherente y lógico de lo acontecido a sus clientes, para buscar se les aplique justicia en sus demandas.
Otro punto interesante en el texto en comento es la Justicia el autor, a lo largo de su análisis la menciona con harta frecuencia, hablándonos de ella como el principio y fin del litigio, diciendo que debemos tenerle fe ciega, y con miras en ella todo el tiempo, me viene a la cabeza por mi poquísima experiencia en el litigio, que y esto lo puedo asegurar, en los casos que he visto no se ha hecho justicia salvo que mi apreciación sea un error, pondré por ejemplo un caso frecuente que atendí.
_El señor “x”, indigente un día se queda dormido, después de su dotación de mona, en un estacionamiento de una unidad habitacional del D.F., recargado en un vehículo, llegan los policías auxiliares, y lo levantan y buscan a la dueña del vehículo porque según ellos al estar patrullando la zona ven a un sujeto en actitud sospechosa, y le dicen que la estaba robando y que ponga una denuncia de robo, esta señora sin ver su vehículo los acompaña y pone la denuncia, el MP, aun no cumplidas las 48 horas y estando cerca el turno lo consigna al juzgado 14 del Reclusorio Preventivo Varonil Norte, se le toma la declaración preparatoria el tipo no sabía ni que había pasado_.
Al leer el expediente, me doy cuenta que el Ministerio Público, no da fe de objetos robados, me comentan en la secretaria, que el expediente viene flojo, lo estudio y veo que hay inconsistencias, en audiencia de ley, en preguntas hechas a los policías ellos dicen que persiguieron a mi defendido 5 calles, en un minuto, la denunciante ni siquiera lo había visto nunca y dijo que su carro lo cerro bien la noche anterior a los hechos.
Presente la pericia en cerrajería el vehículo nunca fue forzado, no se encontró a mi defendido chorla u objeto idóneo para abrir carros, había una contradicción de declaraciones, pensé lo sacaría absuelto y resulto que le dieron dos años seis meses de prisión, sin querer llenar este ensayo de este caso, y expuesto sucintamente; pienso que la dama de la justicia no se presentó, he buscado que hice mal, que expuse mal, he reflexionado el porqué de esa sentencia.
Si la apele y en la sala salió absuelto, sin embargo mi duda persiste, en qué se basó el juez para su sentencia, hoy con la lectura de este texto y después de entender un poco más a los jueces a través del retrato de un erudito en la materia y
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