Ensayo Libro "La Tregua"

El liderazgo y el sin sabor de lo establecido

La obra titulada “La tregua”, escrita por Mario Benedetti, nos narra la historia de Martín Santomé, (el protagonista)un hombre viudo maduro y poco sociable quien se encuentra ad portas de su jubilación y con tres hijos; en su diario comienza a registrar su vida que a grandes rasgos (la cual se muestra gris y sin relieve) está redactada con un lenguaje sencillo, corriente y a la vez es poco descriptivo en su ambientación y también con sus personajes, de la misma manera la obra se enfoca más a la forma de pensar del personaje y de los demás que la integran.

A medida que trascurre la creación, Mario Benedetti deja entrever características y vivencias encarnadas que se expresan en el autor, las cuales todos en algún momento de nuestras vidas hemos cuestionado y/o experimentado como por ejemplo; el sentido de nuestras vidas, falta de compañía, carencia de seguridad, el hastío y la rutina.

Sin embargo uno de elementos que más destaca la obra es la rutina y costumbre a la que se pueden enfrentar el protagonista y con esto las personas en general, entendida la rutina según la RAE como “el hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas”, por ejemplo, enfrentar horarios establecidos y sin contraponer las situaciones con un afán de aprendizaje, sino que por el simple hecho de cumplir con las responsabilidades transformando vivencias en lógicas improductivas, en el caso de Santomé, este se refugiaba en su victimización, producto de su tristeza un tanto forzada a través del tiempo, que no lo dejan ver más allá de su presente y que por lo tanto le hacía perder el sentido de la vida.

En ese sentido considero que este último es un tema relevante a considerar con respecto al curso, ya que en repetidas ocasiones y más bien en nuestro diario vivir nos enfrentamos a la rutina de acuerdo a las responsabilidades que posee cada uno, si bien cada uno cuenta con un horario establecido, aun así aunque estos horarios pueden ser iguales entre 2 personas, pero sin embargo las vivencias que decide enfrentar cada persona son distintas y cuando digo “decide” me refiero a que ante situaciones que pueden limitar nuestra vida como es el caso de la rutina, un buen líder es y tiene que ser capaz de estar consciente de que existen escenarios en donde nos encontremos en cómodas e incómodas situaciones, de esta manera evitaremos la frustración que provocan los escenarios inseguros o perjudiciales y con esto será más sencillo sobreponerse a las situaciones de rutina e inesperadas también.

Para Santomé fue más bien cómodo mantenerse en ésta posición y si bien el no advertía que quizás esta rutina era lo que lo mantenía sumergido en su tristeza debido a que cargaba con la pena de su ex esposa fallecida, Isabel, incluso cuando conoce a Laura Avellaneda, una joven que trabajará para él a sus 24 años, la relata con total indiferencia y desprecio, describiéndola como una empleada más y se refiere a las mujeres como seres inferiores, limitadas a los cambios hormonales.

Aun así, llegó un momento en que decidió darle un vuelco a esta rutina, una tregua a su vida y se atrevió a rehacer su vida con ella, con esto pudo trasformar y vivir en un escenario más cómodo, la cual le entregó nuevas energías para reencantarse de él mismo y establecer nuevos objetivos por los cuales vivir su vida con más sentido y a pesar de lo bueno que esto significaba, desgraciadamente quiso darle sentido a su vida pero a través de otra persona y no a través de metas propias como podría hacerlo un buen líder, su vida y su alegría las deposito en esta persona, la cual al fallecer nuevamente lo dejó sumergido en una nueva pena, entonces es clara la falta de iniciativa y liderazgo que ejerció con su propia vida, ya que si bien existen situaciones que escapaban de su responsabilidad, como la vida de sus hijos, esta responsabilidad no estaba tampoco presente con el mismo, ya que la única manera de adquirir estabilidad emocional el la expresa al buscar una autoridad o guía viéndose reflejado en la complacencia que adquirió al compartir su vida con su nueva pareja, el dice y aclara que la real tregua al sufrimiento la encontró con Laura y no a través de sus propias metas y objetivos que le dieron sentido a su vida, entonces esta estabilidad se trasforma en algo cuestionable y falto de cimiento, ya que se desmorona con la muerte de ella.

Por otra parte, Santomé toda su vida estuvo enfrentado a señales las cuales indicaban que lo harían caer en su crisis, por ejemplo la escasa comunicación que mantuvo con sus hijos y que de alguna manera el contar con el apoyo y compañía de estos hubiese sido mejor para sentirse más acompañado en su luto y tal vez el haber establecido reuniones con ellos habría sido un buen ejercicio para evitar la rutina y repeticiones de ritos vacíos, además de una latente y profunda falta de compromiso, ya que si bien el protagonista no tenía una mala relación con sus hijos, ésta estaba limitada solo a las oportunidades fortuitas de encuentro.

A raíz de lo anterior, incluso me atrevo a decir que Santomé identifico las señales que existieron y su forma de enfrentarlas fue evadiéndolas a través de defensas, existieron defensas contra su familia y su mismo entorno, en su familia porque ejercía distancia y negación de sentimientos con sus hijos y por otro lado en su trabajado luego de tener 7 empleados a su disposición se sintió un hombre más poderoso y se jactaba de su autoridad por sobre el resto, esta era la manera de evadir y reducir su ansiedad a través de la autoridad e indiferencia en su familia, sin embargo aquí también está presente una falta de liderazgo, un liderazgo que no existe ya que está disfrazado de autoritarismo y falta de autocritica ya que si bien ejercía influencia sobre los demás no era por merito propio, sino que porque existía la jerarquía por ser padre de familia por un lado, y por otro, el poseer una responsabilidad establecida en su trabajo que le permitía exigir cosas a su empleados, en el contexto histórico en donde se desarrolla la obra y más aún en el sector público en donde está inserto Santomé, se distingue un estilo de trabajo burocrático con características preindustriales, en donde los empleados no tenían la libertad de hacer lo que ellos quisiesen y si bien Santomé era un empleado público con un rol definido, esto rol le permitía ejercer autoridad por sobre el resto, no por merito propio, sino más bien por un rol entendido como obligación y función de su trabajo, entonces esto sin duda tiende a maquillar la

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