Ensayo

Introducción

Desde que tengo memoria es que me he preguntado cómo hacer para actuar de manera correcta, siguiendo mis propios ideales y no pasar a llevar a nadie con mi forma de pensar.

Me he dado cuenta que aquello en ocasiones es un poco complicado porque hacer algo siempre implica que no todo el mundo esté de acuerdo o piense de la misma forma que yo, por lo que he decidido algunas veces actuar como creo es lo correcto, pero otras veces he pensado que lo mejor es no hacerlo, por inseguridad, miedo, etc.

Es acá, en este punto donde siempre he creído que mis acciones repercuten en el resto por lo que debo ser lo más racional y objetiva posible para llevar a cabo dichas acciones en base a los criterios mencionados anteriormente. Por lo que creo, hasta hoy, que la razón predomina por sobre la razón.

El siguiente ensayo pretender entender un poco, desde mi mirada como es que surge ésto de que la emoción está a la base de la razón.

Desarrollo

Este capítulo en particular me plantea ideas que me llevan a la reflexión social. Considero que la convivencia sana en general específicamente acá en Chile, se encuentra pasando por una crisis. La desconfianza es un aspecto que se presenta en todo ámbito en dicha crisis, esto provoca que muchas veces lo que decimos o lo que escuchamos sea mirado desde el espacio de los juicios (por dicha desconfianza) por lo que surge una errada interpretación de ello.

Reconocer que las emociones están a la base de nuestras reflexiones no es una tarea fácil, al contrario, aún me cuesta entenderlas como un conjunto, pero para cambiar en la convivencia debo mirar y valorar sin juicio alguno, tengo que buscar mi propio punto de encuentro y en base a esas coincidencias construir un vivir más pleno y por qué no decirlo,

más sano también, como dije anteriormente no es algo simple, es un camino que debemos recorrer en todo ámbito social, debemos respetarnos.

Si menciono que la razón caracteriza a lo humano, posiblemente no estaría tan lejos de la concepción que la mayoría de las personas aseguran a través de sus discursos. Muchas veces he escuchado decir: ‘‘los humanos somos seres racionales’’. Pero, decir que la razón está a la base de lo humano considero que es como ponerme una venda en los ojos, y no querer ver más allá de lo que siempre se me ha inculcado, esta venda lo más probable es que no me permite percibir la relevancia de las emociones en mi vida diaria, y aún más, les quita valor e importancia, considerándolas algo animal que niega lo racional.

           Probablemente como seres humanos estemos insertos en una cultura que le quita el valor a las emociones para no permitirnos entender el vínculo de la razón y la emoción que constituye nuestro diario vivir.

Pero, ¿por qué desde siempre se nos ha enseñado que razón y emoción actúan en espacios diferentes? Probablemente, porque desde que somos pequeños se nos ha inculcado que debemos actuar en base a la razón y no en base a la emoción. Si me pongo a pensar en lo primero que se me viene a la mente con emoción, sería actuar de manera impulsiva, pienso en algo subjetivo, muchas veces cayendo en acciones que no sería las correctas, cosa que no pasaría si actuáramos en base a lo racional, claro.

Entonces, en base a la cultura en la cual me desenvuelvo hoy, tengo la idea de que las decisiones hay que tomarlas con “la cabeza fría”, y eso es lo que he hecho o he creído hacer en muchas y variadas ocasiones y no dejándome llevar por las emociones ya que, continuando con lo anterior, mi decisión se verá teñida de subjetividad y, como resultado, existiría un riesgo elevado de no ser una buena decisión.

Lo anterior, posiblemente surge por el tipo de cultura en el que estamos insertos como sociedad. Una cultura que argumenta que razón y emoción son incompatibles.

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