Escenario actual del profesorado chileno frente al Proyecto de ley nueva carrera docente y su condición de profesional
Enviado por Felipe Alegría Clavería • 3 de Marzo de 2019 • Ensayo • 2.728 Palabras (11 Páginas) • 159 Visitas
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UNIVERSIDAD DE LA SERENA
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN
Escenario actual del profesorado chileno frente al Proyecto de ley nueva carrera docente y su condición de profesional
Estudiante: Felipe Alegría Clavería
Carrera: Pedagogía en Historia y Geografía
Asignatura: Desarrollo Profesional Docente
Profesor: Richard Bravo Piñones
Fecha: viernes, 21 de diciembre de 2012
En el último tiempo hemos escuchado repetidamente a las autoridades de gobierno hablar de promocionar y profesionalizar la labor docente. El mensaje no es nuevo, pero se ha intensificado en los últimos meses en los que las movilizaciones estudiantiles han puesto en la palestra pública el tema de la educación. Este nuevo escenario social mucho más sensible a las problemáticas educativas es una manifiesta oportunidad para reformar el sistema educativo desde sus cimientos.
Sin embargo en los planes del gobierno se está lejos de buscar una reforma que cuestione las raíces históricas del sistema educativo actual. A pesar de que el presidente Sebastián Piñera haya mencionado el interés de “construir un sistema educativo de calidad” (MINEDUC, 2012: 2), esta concepción de reforma está centrada sólo en la modificación de ciertos aspectos del desarrollo profesional docente, entendiendo que el docente tiene gran culpabilidad del fracaso educativo en Chile. Por tanto aquel mensaje que tanto se escucha en los discursos presidenciales y ministeriales de promocionar y profesionalizar la labor docente se puede entender sólo como un duro cuestionamiento a la eficacia de los docentes actuales en el proceso de enseñanza.
Este profundo cuestionamiento y desconfianza hacia los docentes se ha materializado en el Proyecto de ley Nueva carrera docente. Sistema de promoción y desarrollo profesional docente. El proyecto de ley ingresó a principios de año al congreso, específicamente el 29 de febrero, desde entonces ha sufrido -como era de esperarse- fuertes críticas del profesorado. La principal crítica es que el proyecto gubernamental no soluciona las falencias crónicas de la educación chilena. La ley busca más bien aumentar la exigencia hacia los profesores y a través de este proceso de permanente competencia lograr una mejoría en la enseñanza. Este modelo de desarrollo docente es a todas luces una hebra de la política neoliberal que ha caracterizado a este gobierno y que ha reproducido las leyes del mercado al ámbito educativo.
Otro aspecto importante del proyecto de ley es que idealiza al profesor como un profesional que debe aspirar a la excelencia. Sin embargo la concepción de profesional muchas veces es bastante polémica y difusa, por tanto cabe preguntarse ¿En el contexto del proyecto de ley nueva carrera docente es el profesor realmente un profesional? y ¿Cuál es la importancia para el profesorado que se le reconozca como profesional? Sin duda las respuestas a estas interrogantes deben surgir del análisis detallado de las propuestas que se aspiran implementar y la relación de estas propuestas con distintos modelos de enseñanza que se han perfilado en la historia de la docencia. Por otro lado, es importante determinar las consecuencias que tienen para el docente la carga laboral así como la relación entre esta problemática y la supuesta profesionalización del docente.
Para responder estas interrogantes es fundamental desmenuzar la realidad de la educación chilena, las políticas que se han adoptado y se adoptarán con esta nueva ley, la trascendencia que esta tendrá y la concepción que nace en ella sobre el proceso de profesionalización docente. Todo esto en un contexto donde la labor de los profesores es extenuante y desvalorizada.
En la actualidad una de las principales polémicas con respecto al profesorado es su condición de profesional. Cabe señalar que la palabra “profesional” demuestra inherentemente ciertas opciones y visiones del mundo, por tanto esta idea de la profesión docente la podemos analizar a partir de distintos puntos de vista, ya sea como una expresión de aspiración, como descripción de las características del oficio de enseñar, o como una discusión de las limitaciones en que esta condición se da en los docentes. (Contreras, 1997: 17)
La visión de profesional que existe en el Proyecto de ley nueva carrera docente es la de un técnico que aplica metodologías y técnicas de enseñanza. Este perfil del docente se remonta a mediados del siglo XX a partir del impulso del Estado desarrollista, la industrialización y el taylorismo. Al profesor se le asigna la labor de formar recursos humanos necesarios para el desarrollo económico y sus procesos pedagógicos se asimilan a los de la producción industrial. Profesores y profesoras pasan a ser un engranaje más de la “producción educativa”. (OPECH, 2009: 90)
Esta concepción aun sigue vigente en las políticas de formación inicial docente, y la podemos apreciar claramente cuando en el nuevo proyecto de ley se menciona que: “Desde el año 2012 Chile cuenta con una nueva institucionalidad que implementará el nuevo Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, cuyo foco es elevar la calidad de todo el sistema escolar, a través de otorgar mayor información, responsabilizar a los actores por sus resultados y apoyar a aquellos establecimientos que no estén alcanzando estándares mínimos de calidad.”(MINEDUC, 2012: 12)
Cuando se habla de “responsabilizar a los actores por sus resultados” se refiere a que los profesores serían los culpables de las deficiencias educativas al no saber utilizar las técnicas de enseñanza estandarizadas aprobadas científicamente. A su vez esta concepción del profesorado como formador de recursos humanos se ha desenvuelto en el contexto de un modelo fundamentalista de mercado como lo llama Hargreaves. Este modelo determina a la escuela la función de educar a una pequeña élite para que tenga acceso a niveles superiores, y donde la gran mayoría de los trabajadores solo necesitarían adquirir competencias básicas, particularmente en matemáticas y alfabetización. (OPECH, 2009: 92). En el caso de Chile la autoridad mantiene un discurso apelando a que la educación responda a una sociedad del conocimiento, en la cual el profesional debe ser creativo, reflexivo y autónomo. Tal como se señala a continuación: “Las diversas iniciativas que se han emprendido requieren también que los docentes actuales y futuros perciban una carrera profesional estimulante. Este proyecto aspira a desarrollar esa carrera de modo de atraer, motivar y retener a personas con la capacidad de ser docentes efectivos que estimulen los aprendizajes, la creatividad y la formación integral de sus estudiantes.” (MINEDUC, 2012: 5)
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