Esclerosis
Enviado por kary_lize_21 • 19 de Mayo de 2014 • 1.356 Palabras (6 Páginas) • 208 Visitas
Pedro María Beraza Ruiz
Asociación de Esclerosis Múltiple de La Rioja
Descripción y Síntomas
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad del sistema nervioso central, crónica y a menudo incapacitante. Envolviendo y protegiendo las fibras nerviosas del sistema nervioso central (SNC) se encuentra un material compuesto, principalmente, por proteínas y grasas que se denomina mielina. Ésta facilita la conducción de los impulsos eléctricos entre las fibras nerviosas.
Si la mielina se destruye o lesiona, se pierde capacidad en los nervios para conducir impulsos eléctricos y esto ocasiona la aparición de los síntomas más característicos de esta enfermedad. Los resultados de la desmielinización son muy diversos y únicos en cada individuo, unas personas pueden tener síntomas leves, como entumecimiento de los miembros, o severos como parálisis o pérdida de visión.
Se diagnostica, en la mayoría de las ocasiones, entre los 20 y 40 años. La evolución, gravedad y síntomas específicos no pueden ser predecibles, pero los avances en el tratamiento suponen una gran esperanza a las personas afectadas.
Una persona con EM sufre normalmente más de un síntoma, pero no todas las personas van a experimentar todos la sintomatología existente o propia de la enfermedad.
El carácter imprevisible de esta enfermedad produce una tensión nerviosa muy difícil de superar para la mayoría de personas, las cuales ven truncados sus planes de futuro. El enfermo se entera de que esta enfermedad puede permanecer benigna, empeorar o mejorar, pero no sabe qué se puede hacer, si es que se puede hacer algo para prevenir el no tener más recaídas, etc.
Todos estos cambios y pérdidas, así como la consiguiente incertidumbre o inseguridad que ellos conllevan, provocan la aparición de diversos trastornos psicológicos, como reacción a la E.M., que exceden el nivel de angustia y malestar considerado como normal ante una enfermedad crónica.
Entre los trastornos psicológicos, los más frecuentes son la depresión y/o la ansiedad. Aun así, los enfermos que experimentan modos de afrontamiento "normales", padecen elevados niveles de ansiedad y depresión en momentos de crisis (empeoramiento de la enfermedad), que disminuirán a niveles normales, dependiendo de las posibles nuevas secuelas o de su remisión.
Estas respuestas adaptativas ante la crisis, van a depender de la fuerza de los recursos internos del enfermo, de la disponibilidad de soportes sociales, y de la naturaleza y significado que se otorga a la enfermedad dentro del momento evolutivo de la persona con EM.
Las demandas físicas y emocionales de la EM son progresivas. Desde el comienzo de los primeros síntomas, la persona con EM experimenta algún grado de incertidumbre, ansiedad, cambio y pérdida. Estos sentimientos crecen y decrecen, pero siempre están sobreañadidos a las tensiones normales y a los problemas diarios de cada persona, por lo que parece razonable esperar que una persona, que además debe enfrentarse a la enfermedad, pueda de vez en cuando sentirse atemorizada, desorientada e insegura. En estas ocasiones, es útil la intervención profesional, con el fin de asegurar su sentimiento de competencia a la hora de encontrar soluciones y afrontar las diversas situaciones que le va a provocar la evolución de la enfermedad.
Intervención Psicológica en la EM
La intervención psicológica más frecuentemente utilizada es la terapia breve, basada en el modelo de intervención en crisis, tratando de servir de apoyo a la persona en el afrontamiento del proceso de enfermar y las posibles alteraciones emocionales y de comportamiento, propias de la enfermedad.
De la misma manera que la crisis emocional generada por la EM provoca en la persona una respuesta adaptativa determinada, desde un encuadre familiar (que es el que inicialmente proponemos para el primer acercamiento a la persona enferma), una enfermedad crónica e invalidante como es ésta, puede provocar que la familia reaccione de distintas manera:
• Con un sentimiento de trastorno de la interacción entre el enfermo y los restantes miembros de la familia,
• Con una sensación de desorientación, y
• Con un sentimiento de amenaza por la pérdida del equilibrio familiar, ante las presiones internas y lo que se vive como agresión desde la propia enfermedad, y las implicaciones sociales y laborales que lleva consigo.
La definición que la propia familia hace de los cambios que la enfermedad trae aparejados, influye de manera directa en la vulnerabilidad de la misma ante esta situación de crisis planteada. El análisis del procesamiento
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