Escuela de la Danza Mexicana
Enviado por Karen.sama • 21 de Abril de 2015 • Informe • 1.990 Palabras (8 Páginas) • 352 Visitas
Dirección General de Educación
Escuela de la Danza Mexicana
Tepic, Nayarit.
Cielito Lindo
El dato más antiguo acerca de “Cielito Lindo” corresponde a fines del siglo XVIII, y en él se observa la influencia de la seguidilla. Tiene relación con “El Butaquito”, difundido en todo el país. La versión más conocida es la armoniosa y arreglada por el señor Quirino Mendoza, músico popular ya fallecido. Es un huapango alegre, lleno de vigor y estilo, en el que no falto lo picaresco de la literatura, muy común en los versos de huapango.
La Azucena
Es una melodía animada y ágil, que circundaba al norte de Puebla y Veracruz. En 1860 encontramos en el estado de Hidalgo una versión de este baile con ritmo de bolero español. En la actualidad forma parte de los huapangos tradicionales y es conocido y ejecutado por todos los huapangueros de Huasteca.
El Gallo
Es un huapango poco definido. Su versión más antigua data de principios de la segunda mitad del siglo XIX, siendo en origen un tango con tema otomí, considerándose, por lo tanto, completamente mestizo. La ejecución que mostramos ahora, por el trió “los huastecos de Panuco”, permite ver la asimilación de esta pieza al estilo huasteco.
La Huasanga
Huapango que con toda seguridad proviene del estado de Veracruz, por sus características literarias y nombre indígena; es una pieza de ritmo vivo y alegre que, por su amplia introducción, ha sido seleccionada por grupos de danza y bailadores de huapango como parte indispensable de su repertorio.
La Rosita
Conocido como son en el estado de Hidalgo y como huapango en la Huasteca en general, por su carácter, en origen era zapateado. También se le conoce con el nombre de “La Rosa”.
El Llorar
Según algunos grupos de la Huasteca hidalguense, con este baile se inicia y se termina la fiesta denominadas huapangos.
El Fandanguito
Los datos que he podido recoger de este baile son exclusivamente verbales. Coinciden con todos los informantes, en su mayoría viejos huapangueros, que es muy antigua y tradicional en el repertorio de los músicos de la Huasteca. Por algunas características musicales tiene semejanza con “el fandanguillo”, baile hispánico en compas de ¾, cuya introducción cuenta con nueve compases.
El modo menor en que se desenvuelve su acompañamiento armónico, y su tiempo vivo alegre en compas 6/8 le dan similitud también con el fandango, lo que permite suponer que data de fines del siglo XVIII o principios de siglo XIX. Quizá en origen fue un fandango, pero los huastecos le han puesto su sensibilidad adaptándolo a su estilo de expresión musical, denominándole con el diminutivo de “fandanguito”, diminutivo que es sinónimo de afecto que es muy parecido a su trato a las cosas del pueblo mexicano.
La distribución de las quintillas no sigue la distribución acostumbrada en la mayoría de los huapangos, en este caso utilizan las silabas “Ay, la, la, la” como verso inicial en cada cuarteta, repitiendo el cantador en los primeros o segundos versos de la quintilla para completar su expresión literario-musical.
Así mismo se nota la influencia de la jota, por la distribución de sus coplas en siete estrofas, aunque en el caso del fandanguito sean solamente seis; y por las variaciones instrumentales en compases de ocho compases corrobora una vez más que los huapangueros en este caso, al no apegarse estrictamente a lo establecido, improvisan sus ejecuciones, tipificando así la música y la danza de su región.
Por tener relación el “Fandanguito” con el “Fandango”, señalamos el dato de que algunos tratadistas hacen derivar a este ultimo del antiguo canario.
La interpretación de este huapango estuvo a cargo del grupo Cuco Calderón.
El Caimán
Es muy popular en toda la huasteca y está considerado como uno de los huapangos tradicionales; es de suponer que haya tenido su origen en las costas de Veracruz y Tamaulipas. Aún cuando aparece registrado a nombre de un compositor hidalguense, los datos recopilados permiten comprobar que data de hace más de un siglo. Es de los más gustados, por la variedad de sus graciosos y a veces picarescos versos, y al escucharlo entusiasma a los que han vivido en el ambiente Huasteca.
El Huerfanito
Los Panderos
En relación con el huerfanito se puede apreciar que anteriormente era un son, en el sentido genérico de la palabra, Divulgado por todo el país se le encuentra en los bailes de tarima del estado de Veracruz entre los de Jalisco y en los juegos infantiles. Su melodía recuerda a “el Limoncito”. En esta interpretación que hace el grupo de Cuco Calderón se ligan “el Huerfanito” y “los Panderos”. El primero termina con la quintilla siguiente:
A veces me salgo al campo,
Luego se me viene el llanto
Al ver que no puedo hallar
A mis padres que amo tanto.
“Los Panderos”, ligado con el anterior, se inicia con su propia introducción instrumental y con los versos que a continuación se mencionan:
Las muchachas al bailar
Se fatigan es exceso,
Caballeros al mirar
Que ellas se echan un refresco,
Cuanto les puede costar,
Pues únicamente un peso.
Los datos más antiguos de este huapango nos dicen que ya en el año de 1805 se había presentado una denuncia en la ciudad de Cuernavaca, en la que decía “que habiendo cantado y bailado los “panderos”, pidieron los músicos, por la costumbre que hay de pedir, que los que cante y bailen dicho son hagan alguna cosa”, La costumbre de invitar a la pareja a cenar o tomar algún refrigerio después de haber bailado aun se conserva en la huasteca y algunos poblados de estado de Tamaulipas.
La malagueña
Pieza original del sureste de nuestro país, muy conocida en los estados de Oaxaca y Guerrero y difundida en la actualidad en toda la república. De la familia de Fandango, conserva su ritmo ternario, siendo su ritmo más lento debido a su carácter romántico. Aún cuando algunos huapangueros la conserva en su repertorio, sin embargo, no es de las piezas más gustadas desde el punto de vista de la danza. Más bien ha pasa a considerarse una pieza para canto, eliminándole el aspecto bailable,
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