Estar a la par sin ser par
Enviado por 24212292 • 25 de Septiembre de 2016 • Ensayo • 900 Palabras (4 Páginas) • 123 Visitas
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TRABAJO FINAL INTEGRADOR SUJETOS E INSTITUCIONES - PEGAGOGÍA 28/06/2016 Olivarez Mariel Alejandra UNAHUR |
ESTAR A LA PAR, SIN SER PAR.
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Comenzaré mi escrito con esta frase, ”estar a la par, sin ser par” que signo mi camino y elección por la docencia, generando una mirada diferente sobre, cual es el rol que deberíamos adoptar como tales y poniendo en tensión, mi propia práctica y pensamiento en cuanto a los ideales expuestos por los grandes pensadores de la escuela y lo que significa el vínculo entre dos sujetos conocidos como docente y alumno. Desde los comienzos históricos de la escuela en se han diferenciado marcadamente los roles de quienes pertenecen al ámbito educativo. Y en este horno de producción a la que hiciera referencia, Pineau[1] generando una mirada específica en las relaciones de docentes y alumnos, educadores y educando, La mirada fina que en forma directa e indirecta hacen a la escuela en sí. Basados en la transmisión, la instrucción y con una beta más humanística la formación, los conceptos que definen a la educación, es decir una acción con un efecto, que es ejercida sobre un sujeto para lograr su complitud, desarrollo integral, en búsqueda de un ser ideal, ese ciudadano, adulto con actitudes y aptitudes para la vida. Y ese otro que posee todas estas cualidades que será el encargado, reconocido oficialmente para impartir la educación. Encuadrado en una institución la escuela, esa escuela que en nuestro país fue la herramienta que llevaría a cabo el plan de conformación del estado nacional. De manos de Sarmiento, en la cual se buscaba la formación del ciudadano, que debía ocupar nuestro suelo. Esa escuela de otra época, santuarios del saber donde los docentes eran los responsables capitalizadores de transformar acomodar modificar, las culturas mezcladas de los inmigrantes, esas escuelas donde combatir la “barbarie” para transformarla en civilización. En la cual el acto pedagógico se resumía a la predica de contenidos marcados por una necesidad política, para todos de la misma manera y en el mismo momento. A partir de un mandato de una ley, la 1420, como escribiera Silvia Grinberg(…)” así fue que la escuela y el proceso de escolarización, en general, adquirieron diversas funcione: económicas, ( formar trabajadores) Disciplina - control ( asegurar el orden social), Moralizadora (laica o religiosa), alfabetización, promoción individual”(…)[2] en búsqueda de la conversión de niño en adulto autónomo. El tiempo pasó, las necesidades fueron cambiando, los conflictos y las resistencias apareciendo, los sujetos viven y muestran personalidades y miradas diferentes, pero parece que la Escuela sigue siendo esa de Sarmiento, en su estructura, se han agregado, restado e incluso modificado situaciones que hacen a la función de la escuela pero la esencia de ésta permanece a través del tiempo. La estructura se resiste al cambio, y con esto sus actores también, las incertidumbres, los cambios, las miradas diferentes que atañan solo a los docentes en su rol, causan temor haciendo que estos se aferren al pasado, y a las estructuras conocidas de la escuela como se puede leer en el texto “el significado de educar en un mundo sin referencias” Este tipo de cambios J. Ezpeleta lo marca como el inter juego entre lo macro y lo micro político, que requiere numerosos procesos para acompañar la gestión del cambio.[3] Entre las innovaciones de la escuela aparecieron, cuestiones como inclusión, derechos, igualdad, educación popular, lo común a todos, cuestiones que intentan atender a las demandas y cambios generacionales, culturales, Miradas nuevas de los sujetos educativos, leyes de protección integral, nuevas tecnologías y globalización. Todo esto en un mismo contexto estructural de la escuela patriarcal, que no puede concebir, un ser nuevo no ideal, reflexivo y crítico, con cuestiones socio históricas diferentes, un educando con voz, e ideales propios, con características singulares a ser tratadas y atendidas, con docentes implicados en una puja paralela de lo que fue y o que es. Y retomando mi primera frase, solo puedo concluir con este pensamiento, sobre nuestro rol, hoy debemos acompañar, guiar, respetar, escuchar, Estar, atender, comprender a nuestros alumnos, no como un legado a moldear sino como lo que son seres con vida propia, que son singulares, particulares.
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