Estrategia

Uno de los representantes más significativos y prácticamente fundador de la doctrina de la Estrategia fue el historiador de negocios Alfred Chandler (1962), quien define a la estrategia como:

“Determinación de los objetivos y metas a largo plazo de carácter básico de una empresa y la adopción de los cursos de acción y la asignación de los recursos que resultan necesarios para llevar a cabo dichas metas”.

Él establece la existencia de un estrecho vínculo entre la estrategia decidida por la empresa y el tipo de organización o de departamentalización establecida para llevar a cabo la misión estratégica. Evidenciando dicha relación con la expresión:

“La estructura sigue a la estrategia”. Es decir que la estructura tenderá a adaptarse a la estrategia.

Lo anterior queda demostrado en una de sus obras "Strategy & Structure" en la que Chandler efectuó una investigación enfocándose en cuatro grandes organizaciones norteamericanas (Du Pont, General Motors, Standard Oil Co. y Sears Roebuck), cuyo propósito era demostrar cómo la estructura organizacional que poseían aquellas empresas se fue adaptando y ajustando gradualmente a su estrategia. En dicho estudio se pudo apreciar cómo la estructura de las grandes empresas de Estados Unidos estuvo determinada, de manera continua, por sus decisiones empresariales.

Situación evidente si comprendemos que la sucesión de cambios en el entorno de una empresa traen como resultado nuevas oportunidades estratégicas para la misma, oportunidades que a su vez requieren de una serie de modificaciones en el diseño organizativo de la empresa si queremos lograr una correcta y exitosa implantación.

Cabe destacar que la estructura es un medio para que la organización pueda llevar a cabo la estrategia y ésta es el comportamiento de la organización frente al ambiente. Citando a Chandler:

"Si la estructura no sigue a la estrategia, el resultado final es la ineficiencia".

Sin embargo su estudio sobre la evolución organizativa de 70 de las grandes compañías americanas reveló además, que si bien la estructura tiende a seguir a la estrategia, esto cambio no ocurre sino hasta que se evidencian serios problemas internos de desajuste, entre la nueva estrategia y la estructura actual que posee la empresa. Por lo tanto la estructura se ajusta a la estrategia una vez que se le haya brindado el tiempo suficiente para su adaptación.

Basándose en la observación de las compañías estudiadas, este autor plantea que la experiencia de adaptación sigue una determinada secuencia:

• En primer lugar la creación de una nueva estrategia (como consecuencia de los diversos ambientes).

• En segundo lugar está el resurgimiento de problemas administrativos.

• Luego la reducción de la productividad y de los beneficios, como resultado de los conflictos.

• Es entonces cuando se hace necesario un cambio hacia una nueva estructura.

• Y finalmente se logra la recuperación de la rentabilidad y mejora en la ejecución de la estrategia.

Analizando particularmente la estructura organizacional de las empresas, podemos decir que ésta cuenta

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