Estrategias Directivas
Enviado por mtramari • 12 de Marzo de 2014 • 3.745 Palabras (15 Páginas) • 447 Visitas
Para reforzar el espíritu de equipo de tu gente, Las actividades grupales fortalecen el espíritu del grupo.pongamos en práctica alguna de las siguientes actividades en tu lugar de trabajo. A través del juego, se promueven las habilidades para el trabajo alineado y efectivo. Con una sesión mensual de no más de una hora y con los recursos a tu alcance, podrás identificar y resolver conflictos latentes, así como potenciar el desempeño del grupo.
• Actividad 1. El comunicador. Sólo hace falta papel y lápiz para poner a prueba las habilidades de comunicación. Una persona del grupo realiza un dibujo, oculto para los demás (se puede arrancar con figuras geométricas o simples líneas). Luego, intenta dar instrucciones al resto para que lo reproduzcan en sus papeles (ej. "dibujá un rectángulo apaisado a la derecha de la hoja..."). Al finalizar, se compara el original con las reproducciones realizadas. Por lo general, las diferencias entre las distintas versiones son tan grandes, que se dispara la reflexión acerca hablar, escuchar e interpretar. Puede aumentarse la dificultad realizando la actividad en otro idioma, prohibiendo las preguntas, o reemplazando el dibujo por una construcción con bloques que se arman dentro de cajas de zapatos, para mantenerlos fuera de la vista de los demás.
• Actividad 2. Emociones en marcha. Se instruye a uno de los miembros del equipo para representar el papel de un cliente que se acerca a la empresa o realiza un reclamo en una determinada situación emocional (enojo, tristeza, entusiasmo, etc.). Los participantes restantes deben actuar para entenderlo y guiarlo hacia un objetivo (compra, retención, etc.) ¿Qué se busca? Entrenar la percepción y la gestión de de emociones en el entorno laboral. (Ver "La inteligencia emocional en la pyme")
• Actividad 3. La espada del tiempo. Se divide al grupo en dos equipos que deben competir para completar en un tiempo limitado un desafío similar de cierta complejidad, como el armado de un rompecabezas, una construcción con materiales de oficina o la preparación de un sketch. La presión del tiempo suele acentuar las dificultades de los grupos para autoorganizarse, ya que surgen diversas estrategias, conflictos por el liderazgo y procesos de negociación.
• Actividad 4. Colaboración digital. Sin hablarse más que a través de correo electrónico o chat, el grupo debe crear una wiki, blog o página colaborativa, por ejemplo, para guiar a los clientes en un proceso, describir las ventajas de la empresa o diseñar un folleto. Permite entrenar las habilidades de interacción digital, al detectar las dificultades para una comunicación efectiva.
• Actividad 5. El equipo ideal. En cartones o tarjetas de un color, cada participante debe enumerar cinco fortalezas individuales. (ver "Análisis FODA") En tarjetas de otro color, describir cinco características de las personas con quienes trabaja bien en equipo. Se juntan luego las tarjetas de todos y se analiza al "equipo real" frente al "equipo ideal". Puede dibujarse o escribirse cómo es cada uno, y discutir acerca de las diferencias. El ejercicio permite reflexionar sobre fortalezas y debilidades de los individuos y la necesidad de unirse en equipo para potenciar recursos.
Estrategias del trabajo en equipo
Antes de pasar adelante es necesario aclarar un punto importante. Desde el punto de vista estratégico, cuando se desea trabajar en equipo hay cinco enfoques tácticos distintos:
1. Uno solo
2. Uno a uno
3. Uno a varios
4. Uno a todos
5. Todos a uno
Cuando los gerentes piensan en el trabajo en equipo, suponen (erróneamente) que sólo ocurre en condiciones de estar las personas cara a cara, o sea cuando todos los miembros del equipo están presentes en un mismo lugar. Piensan en reuniones, fuerzas de tarea u otras situaciones análogas de uno a todos. Quizá suponen, como corolario, que la acción de uno solo no es trabajo en equipo. Estos supuestos no son válidos, pues tanto las acciones de uno solo como las de uno a todos son parte importante de un buen trabajo en equipo.
Por ejemplo, en algunos equipos puede predominar la acción individual trabajando cada persona aisladamente, mientras los enfoques de uno a todos se emplean con poca frecuencia y sólo para "tocar base". O bien una tarea puede requerir interacción de uno a uno en que dos miembros trabajan conjuntamente en determinado momento. A veces se necesitan interacciones de uno a varios, trabajando juntos algunos de los miembros del equipo, pero no todos, en un problema.
El enfoque una a todos se emplea cuando la tarea exige la intervención de todos los miembros. Hay oro aspecto del trabajo en equipo y es que el enfoque de todos a uno ocurre cuando los miembros concentran la atención en una persona para ayudarle a ésta a fortalecer su eficiencia personal como una unidad del equipo.
Los equipos que funcionan sin tropiezo utilizan todos los cinco enfoques. La elección de cualquiera de ellos es cuestión de táctica, pues depende de la situación y del problema que se traba de resolver. Se invita a personas de fuera a participar cuando ellas pueden contribuir significativamente a la decisión final o cuando su comprensión y compromiso son vitales para asegurar su ejecución eficaz. Ningún enfoque es en sí mismo más eficaz que otro. En todo caso, el gerente conserva el liderazgo, la autoridad y la responsabilidad de las decisiones.
Liderazgo del equipo
No hay dudad de que el líder del equipo carga con la responsabilidad final de su éxito. La cuestión es si en el ejercicio de ese liderazgo se aprovechan eficazmente los recursos del equipo para producir resultados positivos. Los líderes interpretan de distintas maneras el mandato que reciben:
- Unos creen que deben ejercer autoridad para exigir obediencia.
- Otros piensan que un equipo contento, libre de conflictos, será el más productivo.
- Algunos interpretan su papel en el sentido jerárquico de tramitar el flujo de mensajes y órdenes que vienen de arriba.
En la mayoría de los casos los líderes han tenido que enfrentar riesgos que son inherentes al ejercicio de autoridad. Quizá hayan acomodado la suya moderándola, racionalizando, transando, para obtener beneficios, o disimulando sus verdaderos motivos.
Cuando los miembros del equipo responden en distintas formas al liderazgo, entra en juego sus principios propios. Tarde o temprano, a medida que se van concretando normas y que cada miembro desarrolla normas de desempeño y expectativas tanto de sí mismo como de los demás, va surgiendo
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