Evaluación de la actividad lúdica.

Evaluación de la actividad lúdica.

 Caso práctico[pic 1]

Una vez que María ha conocido cómo se organiza el espacio, ahora le interesa aprender a identificar, mediante la observación, aquello que realmente ocurre en ese espacio. Sabe que en el aula se desarrolla todo cuanto en ella se posibilita. Para poder ajustar lo que se ofrece y cómo se ofrece, los resultados de la observación se utilizarán en la investigación-acción.

Se trata de comprender la importancia y función reguladora de la observación en la escuela infantil, analizando sus elementos, y de cómo aplicar la observación como instrumento de evaluación reguladora del proceso de enseñanza.

No nos cansamos de repetir la importancia del juego para el desarrollo integral de los niños y niñas, pero también es una forma de diagnóstico y valoración del desarrollo, por eso es tan importante en esta etapa. El juego es el medio natural de autoexpresión y es en ese medio donde los profesionales tenemos que aprender a observarles.

Mediante la observación podemos comprobar la adquisición de aprendizajes y conductas o hábitos por parte de los niños y niñas. Cuando realizamos la programación didáctica del aula, establecemos los resultados que pretendemos conseguir mediante la puesta en marcha de actividades lúdicas.

Es a través de la observación como recogemos información para una evaluación del desarrollo de los niños y niñas. La evaluación que en sí misma persigue un único objetivo, la mejora de la acción educativa, que sirva para ajustar la acción educativa a las necesidades de cada niña de y de cada niño, por lo que deberíamos de modificar la respuesta educativa en función de los resultados.

Otra finalidad importante es compartir la información con otros agentes educativos y con la familia para que todos ajusten y puedan dar una respuesta adecuada al niño o a la niña.

Para lo que no debe usarse nunca la observación y la evaluación en educación infantil es para clasificar a los niños y niñas, pues la selección en estas edades puede ser muy catastrófica. No debemos olvidar el tener una imagen positiva de los niños y niñas con los que trabajamos.

La observación como instrumento de evaluación.

 Caso práctico[pic 2]

Después de haber seleccionado la Escuela Infantil para su pequeño, Blanca se encuentra más tranquila. Ahora le pide a María que la ayude a complementar los datos del pequeño, en una ficha que le han suministrado, y así los docentes evaluarán, de manera trimestral, la evolución de su hijo para luego elaborar un informe que entregarán a los familiares.

María sabe que a estas edades la evaluación parte de una observación continua de la evolución de los pequeños en sus diferentes conductas y desarrollo de habilidades. Es consciente de la importancia de elaborar una evaluación objetiva para poder planificar y desarrollar la observación del juego. Sin duda se topará con situaciones suscitadas de manera espontánea, a través de las actividades lúdicas, que habrá que tener en cuenta para que no conduzcan a engaños.

Para poder planificar la observación, evitando las interpretaciones superficiales y que los resultados sirvan para mejorar la práctica educativa, María deberá conocer los siguientes elementos.

En las Escuelas Infantiles se utilizan muchos instrumentos de evaluación inicial, como son los cuestionarios a las familias, para poder conocer un poco mejor el punto de partida del niño o la niña. Es importante trabajar con esta información e ir ampliándola y trasmitirla al mismo tiempo a la familia.

Desde el principio, toda acción educativa debe orientarse hacia valores de respeto, de aceptación de la diversidad de las características personales, así como la pluralidad.

Para alcanzar este objetivo se deberán adaptar los siguientes puntos:

• La metodología de la enseñanza, la calidad de las relaciones afectivas que se hayan establecido, los recursos utilizados, la distribución del espacio y su utilización, así como su adecuación a las necesidades personales, familiares y sociales específicas del sujeto.
• La participación de los miembros de la comunidad educativa (familias y educadores o educadoras).
• La capacidad del centro para responder a las necesidades personales y grupales.
• El clima del centro, así como ambiente de relación y participación democrática.
• La gestión del centro y la coordinación entre los educadores y educadoras.

Autoevaluación

¿Qué aspectos del centro deben adaptarse para incluir el respeto como valor en la relación con las familias?

Elementos que configuran la evaluación y la observación (I).

¿De qué manera se relacionan la evaluación y la observación en la etapa infantil?

Toda acción educativa se refiere a una concepción sobre un modelo de aprendizaje infantil, que puede ser más o menos constructivo, y sobre un modelo de proyecto humano con el que se pretende incidir para trasmitir determinados valores por tanto, no existe un elemento curricular neutro, ya que todos responden a planteamientos ideológicos y pedagógicos que, además de trasmitir determinados conocimientos explícitos en las programaciones de aula, otorgan un sentido al mundo.

Este sentido, que se filtra de forma más o menos consciente, es lo que configura el currículo oculto de la escuela. La metodología de aula y la evaluación son los dos componentes curriculares en los que se hace patente la existencia de ese currículo latente.

Cualquier evaluación lleva aparejada la preocupación por la objetividad. Por inevitable que sea la carga de subjetividad, ésta no pueden convertirse en la evaluación del proceso de enseñanza aprendizaje, sino que son necesarios unos filtros que garanticen la objetividad, criterios y procedimientos previamente establecidos que permitan eliminar las interpretaciones subjetivas y los juicios de valor.

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