Felicidad Y Sentido De La Vida

Felicidad y Sentido de la Vida

La felicidad y el sentido de la vida del hombre se ramifican en dos fases como tal es la felicidad y también el sentido que van unidas a la vida y de toda esta gran extensión de los temas se tratan del hombre como persona y que adquiere por naturaleza. Podemos plantear como primero a la felicidad y podríamos decir que es aquello a que toda persona quiere lograr o aspirar algún día, y que sin ninguna persona llegara a saber, por la razón de vivir de cada uno. Esto así es ocurre siempre. “la felicidad es a las personas lo que la perfección es a los entes”. Felicidad significa para el hombre u persona una plenitud, o que si vida fuera perfecta y sin ninguna mancha u arruga, toda la pretensión que sienta el ser humano y la pretensión de la felicidad, esto significa que puede ser cualquier proyecto de vida de la persona, que busca en la vida una meta o un sueño a que apuntar, como una inspiración. Al fin de establecer este como decreto que puede ser algo complejo y sucesivo al tema, para que al final terminemos adatándonos. Ya que desde un principio a lograr a ver dos perspectivas por ejemplo: una exterior y una objetiva, ya que se logran ver una cosas desde fuera, y otra más a lograr a tener algo experimental y también subjetiva, viendo cada uno en nuestro ser, así como dentro de nosotros y como nosotros somos. Ya que las dos se toman de la mano y se complementan mutuamente.

Un primer punto para que podamos aspirar a lo que llamamos felicidad y poder tener ese sentimiento felicitario es no ser un miserable, en la vida humana lo más alto no se sostiene sin lo más bajo, hay unas condiciones mínimas que tienen que cumplirse. Es imprescindible un mínimo de bienestar. La desgracia es el advenimiento del mal y el dolor a la vida humana. La felicidad consiste, radicalmente en la liberación del mal. Empunto de partida para la consideración de la felicidad humana es la limitación natural del hombre, temporal, física moral. “La felicidad tiene cierto carácter de meta o fin, a alcanzar desde la inevitable experiencia de la limitación, cuya serena aceptación es la primera condición para no echar a perder la dicha que dentro de ella puede conseguirse”. Aunque en primeros tratare de dar una respuesta realista y seria a todas ellas, no se puede olvidar que hay mucha gente que no cree en la felicidad, que la considera una ilusión, un posible. Asimismo, hay otra mucha gente que entiende por una vida buena algo muy diferente a lo que aquí se va a sostener.

Todas esas posturas merecen ser caracterizadas y presentadas aquí, puesto que son intentos de soluciones al problema de la felicidad y del sentido. Busquemos in respuesta a nuestras preguntas. La vida buena era para los clásicos la que contiene y posee los bines más preciados: la familia y los hijos en el hogar, una moderada cantidad de riquezas, los buenos amigos, buena suerte o fortuna que aleje de nosotros la desgracia, la fama, el honor, la buena salud, y, sobre todo, una vida en concentración de la verdad y la práctica de la virtud. “Hoy todavía se puede mantener que la posesión pacifica de todos estos bines constituye el tipo de vida que puede hacernos felices”. La vida buena incluye en primer lugar el bienestar, es decir, unas condiciones materiales que permitan estar bien, y en consecuencia tener un respiro que sea suficiente para que uno se pueda

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