Finanzas Publicas
Enviado por ana262 • 8 de Mayo de 2013 • 1.590 Palabras (7 Páginas) • 4.718 Visitas
EVOLUCIÓN EVOLUCION HISTORICA DE LAS FINANZAS
Edad Antigua: Grecia y Roma.
En su desenvolvimiento histórico, los estudios financieros han sufrido grandes oscilaciones. Forma autónoma por diversos autores, siempre se percibió la pugna de inclinar su campo de acción hacia lo económico o lo político.
Hasta fines del siglo XVII no se advierten estudios de importancia en relación a lo específicamente financiero, debe tenerse en cuenta, especialmente, que en los Estados de la antigüedad la riqueza se obtenía mediante la guerra y la conquista de los otros pueblos. Suele mencionarse práctica financiera en Egipto, Grecia y Roma, pero nada en cuanto a teoría, ya que la omnipotencia del Estado no permitía la discusión de los asuntos públicos.
Edad Media: Las monarquías absolutas.
Las estructuras económicas, esencialmente preindustriales, mantenían la continuidad del modo de producción feudal o régimen señorial en el campo, verdadero centro de la producción. El capitalismo, que había nacido en las ciudades medievales continuaba en una fase inicial (o transición del feudalismo al capitalismo) que, a pesar de la era de los descubrimientos que había permitido la creación de una economía mundo, se restringía a circuitos comerciales y financieros.
Aunque la relación de intereses y apoyos mutuos que pudiera haberse dado entre monarquía absoluta, feudalismo y capitalismo (o entre los distintos actores sociales: reyes, burgueses, señores y campesinos) ha sido objeto de notables polémicas historiográficas; en lo que sí hay consenso es el denominar como mercantilismo al pensamiento económico identificable con el periodo del absolutismo. El tamaño de la economía de cuyos recursos dependía la monarquía se identificó con el de un naciente mercado nacional, es decir, un mercado cuyas dimensiones coincidieran con el territorio de la monarquía, limitado por sus fronteras políticas, sometido a sus impuestos y legislación comercial, y en el que circulara su moneda y se aceptaran pesos y medidas comunes; todo ello mediante avances limitados, pretensiones que no se lograron de forma efectiva hasta el Nuevo Régimen posterior a las revoluciones liberales. Según la interpretación bullonista (de bullion, lingote de oro), la riqueza del Estado estaba respaldada por las reservas materiales de metales preciosos (el oro y la plata); según la interpretación colbertista (de Colbert, el ministro de Luis XIV), de una balanza comercial positiva estimulada por una inteligente política arancelaria que forzara la sustitución de importaciones por una producción interior controlada por el rey de todo tipo de productos, pero especialmente de los productos de lujo y estratégicos (manufacturas reales). Todas las medidas económicas deberían tener como fin aumentar la riqueza interior para así garantizar el incremento de los ingresos del Estado. El intervencionismo multiplicaba regulaciones y controles, e ignoraba cualquier concepto de mercado libre. Los privilegios y monopolios de origen feudal o los de nueva creación por arbitrio del rey, tenían un importante papel en el sistema económico: exenciones fiscales estamentales (nobleza y clero) monopolios de los gremios tradicionales o de las nuevas compañías comerciales y manufacturas reales, etc.
Etapa de transición: Los mercantilistas, los cameralitas y los fisiócratas.
Los mercantilistas:
Preconizan el desarrollo económico por medio del enriquecimiento de las naciones gracias al comercio exterior, lo que permite encontrar salida a los excedentes de la producción. El Estado adquiere un papel primordial en el desarrollo de la riqueza nacional, al adoptar políticas proteccionistas, y en particular estableciendo barreras arancelarias y medidas de apoyo a la exportación.
El mercantilismo como tal no es una corriente de pensamiento. Marca el final de la preeminencia de la ideología económica del cristianismo (la crematística), inspirada en Aristóteles y Platón, que rechazaba la acumulación de riquezas y los préstamos con interés (vinculados al pecado de usura). Esta nueva corriente económica surgió en una época en la que las monarquías deseaban disponer del máximo dinero posible para sus cuantiosos gastos. Las teorías mercantilistas buscaban satisfacer esa demanda, y desarrollaron una dialéctica basada en el enriquecimiento. Esta corriente se basaba en un sistema de análisis de los flujos económicos muy simplificado en el que, por ejemplo, no se tenía en cuenta el papel que desempeñaba el sistema social.
Los cameralitas:
El cameralismo nace en el siglo XVI y se desarrolla hasta la primera mitad del siglo XVIII, unido a las monarquías absolutas de Alemania y Austria. Es una etapa histórica que alumbra al Estado prusiano, fuerte, basado en un ejército poderoso con crecientes necesidades financieras. Desde una perspectiva económica, puede decirse que el c. discurre en una etapa significada en el resto de Europa por el mercantilismo. Probablemente, como concluyen algunos historiadores, mercantilismo y c. tienen una base común derivada de su esfuerzo por fortificar el poder del Estado, aunque su campo problemático no sea coincidente al estar el c. mucho más polarizado hacia los aspectos de las finanzas públicas del príncipe.
Como ha destacado Schumpeter, en el terreno ideológico, las obras principales de los cameralitas se escriben como textos del «funcionario para el funcionario», frente a los escritos del «negociante para el negociante» característicos de los autores ingleses.
Básicamente, desde una perspectiva económica y financiera, las ideas cameralitas se caracterizan por los siguientes rasgos fundamentales: 1) Su preocupación por la utilización óptima de los recursos de la economía nacional. 2) Insistencia acerca de la conexión entre la economía privada y la pública, considerando al Estado como el eje sobre el que podía montarse
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