HABILIDADES A DESARROLLAR (EDUCADORA)

A continuación, en este escrito se presentan las ideas, experiencias y aprendizajes obtenidos en relación a las tareas y habilidades de una educadora, los retos que presencia para abordar los campos formativos y favorecer las competencias de cada uno, así como la influencia que pueden llegar a tener los padres de familia dentro del ámbito escolar, tanto en un compromiso en general con la institución como en su participación en el trabajo colaborativo con la maestra dentro del aula.

La importancia que el docente tiene en Educación es de gran relevancia, ya que actúa como guía en la adquisición de conocimientos bases los cuales son indispensables para el desenvolvimiento íntegro del ser humano. Dentro de este desarrollo a través de los años, es fundamental la intervención de la educación preescolar durante la infancia, pues este nivel educativo brinda esas herramientas básicas, que favorecen la integración del individuo como un ser social, capaz de pensar, comunicarse así mismo de adaptarse y solucionar diversas situaciones en colaboración o individualmente. Para que esos objetivos establecidos sean alcanzados, la educadora juega un papel fundamental, pues debe de organizar su trabajo de tal modo que seleccione las estrategias, material, espacio exactos y más adecuados que faciliten la adquisición de aprendizajes, en palabras del nuevo programa de estudio de educación básica:

“Es necesario centrar el trabajo en el desarrollo de competencias implica que la educadora haga que las niñas y los niños aprendan más de lo que saben acerca del mundo y sean personas cada vez más seguras, autónomas, creativas y participativas, ello se logra mediante el diseño de situaciones didácticas que le impliquen desafíos, que piensen, se expresen por distintos medios, propongan, distingan, expliquen, manifiesten actitudes favorables hacia el trabajo y la convivencia”… ¹

Señalando que para que esa intervención tenga buena calidad, es necesario realizar un examen con diversos momentos, es decir, además de la entrevista inicial que se realiza a los padres de familia cuando se comienza el curso, la educadora debe proporcionar distintas oportunidades en las cuales ellas pueda darse cuenta de las cualidades, capacidades, gustos, culturas, necesidades e intereses de sus alumnos, a través del juego, actividades artísticas, de lectura, entre otras, permitiendo notar la diversidad/diferencias que presentan los pequeños en cada uno de los aspectos ya mencionados.

Como sabemos, el papel que ejerce una educadora en el jardín de niños, de propiciar ambientes que motiven a los pequeños el deseo por aprender, satisfaciendo sus necesidades a través del uso de diversos recursos humanos y materiales, no es sencillo. Al inicio de la licenciatura tenía la idea de que solo bastaba tener cierta fascinación y aprecio por los niños, recuerdo las palabras sabias de los profesores diciendo “eso no es suficiente para cubrir todo el trabajo de una maestra de jardín de niños”, ahora les doy completamente la razón, ya que las circunstancias vividas en el plantel, con las educadoras, el grupo así como en lo individual con cada alumno, me lo ha ido demostrando, de la misma manera a continuación iré compartiendo cada uno de ellos.

A lo largo de la carrera, cada semestre ha contribuido de gran manera en la adquisición e internalización de mi gama de conocimientos, cada uno determinado por los propósitos establecidos en cada una de las asignaturas que he cursado, por ejemplo la comunicación, hitos del desarrollo del niño, tipos de intervención, socialización y afectividad, entre otros, permitiéndome identificar cuáles son las habilidades y destrezas necesarias de cada aspecto para logar una intervención docente con eficacia y realmente orientada en el logro y alcance de los propósitos del preescolar que es el satisfacer las necesidades básicas de los infantes para el aprendizaje de conocimientos, valores y actitudes que les permiten desarrollar capacidades, vivir y trabajar con dignidad, así como participar integralmente en el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida, tomar decisiones con información suficiente, y continuar aprendiendo durante toda su vida.

Para el alcance de dichos objetivos, es necesario que como educadora en formación deba al igual que el alumno, desarrollar un sinfín de habilidades y aptitudes para obtener lo que yo llamo un aprendizaje completo, las cuales se adquieren de manera paulatina día con día, en otras palabras, todos los maestros aprenden interactuando con su entrono profesional. Se adquieren nuevos conocimientos al tratar con las tareas que aparecen. Se desarrollan destrezas al ocuparse de las situaciones por las que se pasa, así como leyendo, estudiando, mediante la educación continua (DEAN,JOAN, 1993). ²

El perfil docente (comúnmente conocido como “rasgos del perfil de egreso”), se divide en cinco indicadores: >> encuentro primordial el que la educadora deba desarrollar el ser observadora, puesto esto permite detectar la diversidad cultural en el aula, las problemáticas en las que se encuentran sus alumnos así como ubicar sus necesidades e intereses para el alcance de un aprendizaje, lo cual me remonta a una frase de Max Van Manen donde deja en claro la relevancia de contar con esta herramienta de una buena observación,: “la inteligencia en la enseñanza no es la inteligencia intelectual pura, la inteligencia en la enseñanza es sensibilidad solícita. Un profesor es inteligente cuando es capaz de detectar qué es lo que impide que el niño sea inteligente” (Van Manen, Max, 1998) ³

También podemos hacer mención a aquellas destrezas que tienen relación con el tacto pedagógico, tales como tener un nivel sensato de sensibilidad, empatía y reflexión para tratar de la manera correcta los imprevistos o situaciones surgidas en el aula, trayendo consigo un proceso de análisis durante y posterior a la acción, en el cual la educadora puede obtener cierta información que le permita ubicar cuál es la situación y nivel en el que se encuentran sus alumnos, pero también permite ubicarse

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