Habitos De Higuiene
Enviado por katerin_pernia1 • 26 de Marzo de 2013 • 2.488 Palabras (10 Páginas) • 335 Visitas
HÁBITOS Y RUTINAS EN LOS NIÑOS.
1. HÁBITOS Y RUTINAS
• Los hábitos se adquieren a través del aprendizaje.
• Se trata de un proceso durante el cual progresivamente se van incorporando conocimientos, actitudes y maneras de hacer constantes debido básicamente a la repetición de las mismas conductas, lo que constituye las rutinas.
• En este sentido nos referimos a la rutina diaria como las actividades que el niño realiza diariamente a la satisfacción de sus necesidades más primarias.
• Son de gran importancia, ya que se repiten regularmente facilitando así la adquisición de hábitos.
• Para comenzar a establecer rutinas hay que tener en cuenta el desarrollo cognitivo del niño.
2. IMPORTANCIA DE LOS HÁBITOS Y LAS RUTINAS
a. Los hábitos y rutinas en los niños:
b. Suponen unos límites, y éstos son necesarios, ya que les proporcionan seguridad y confianza al saber qué esperar dentro del hogar.
c. Permiten desarrollar el sentimiento de responsabilidad y autonomía.
d. Favorecen el autocontrol de la conducta, al conocer que toda acción va seguida siempre de unas consecuencias.
e. Fomentan la capacidad de “manejarse” en el mundo, con la adquisición de conocimientos y actitudes.
3. CÓMO ESTABLECER HÁBITOS
• Es importante incorporarlos desde edades muy tempranas.
• A través de la repetición de acciones que se suceden en el tiempo.
• Resulta positivo explicar la razón de las acciones (p.ej. Por qué nos lavamos las manos antes de comer, por qué comemos de todo…)
• En un comienzo será positivo ayudar al niño a realizar los hábitos, para que luego comience a realizarlos solo.
• La clave para todo esto es la constancia, la paciencia y la repetición.
• En algunas ocasiones deberemos ser flexibles y adaptar las rutinas a las necesidades del niño, sobre todo a medida que vaya creciendo y sus actividades y horarios puedan ir cambiando.
HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN
Respetar tres criterios importantes SIEMPRE:
- En el mismo momento. Se debe tener un horario regular de comidas (p. ej. 8.30 – 12.30 – 16.30 – 20.30).
- En el mismo lugar. Se debe comer en un lugar concreto y conocer dónde están los utensilios de comida (plato, babero o servilletas, cubiertos, etc.) y asociarlos al momento de la comida.
- De la misma manera. Creando una rutina:
Avisar al niño de que vamos a comer: cese de la actividad anterior
Rutina: babero o servilleta-lavar las manos-poner la mesa-sentarse.
Servir la comida enseguida, no hacer esperar al niño en la mesa.
Para levantarse hay que esperar a terminar la comida.
Por último se recoge la mesa.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA
• Debemos buscar la participación del niño/a y hacerle responsable y protagonista de las tareas.
• Es importante hacer cometarios del tipo: “Me ayudas tanto…” “Muchísimas gracias”…
• Reforzar su colaboración: “Me ayudas tanto que hemos acabado muy rápido, y así podemos jugar un rato juntos…”
• Debemos ejercer paciencia y darles tiempo para que entrenen sus nuevas conductas.
• Permitirles que practiquen con la cuchara, el vaso, usar palabras como “gracias” y “por favor”, dejarles comer solos, etc.
CLAVES EN LA ALIMENTACIÓN
Con 4-6 meses los niños se adaptan a las 4 comidas diarias.
Pueden digerir grasas, proteínas e hidratos de carbono.
El objetivo es que prueben sabores y texturas nuevas, que experimenten, hay que permitirles comer con la mano y que jueguen con los cubiertos, por ahora no enseñamos modales.
Reforzarle cada vez que pruebe un nuevo alimento, se acabe todo el plato, coma solo, etc.
Al principio introducimos nuevos sabores con alimentos que ya conoce en su dieta y vamos aumentando la cantidad.
No llenarle el plato hasta arriba.
Comer bien no es comer mucho.
HÁBITOS DE SUEÑO
En el mismo lugar: debe respetarse un lugar para dormir y asegurarse de que las condiciones ambientales del cuarto de niño son las adecuadas: temperatura, luz, nivel de ruido, que la ropa que lleva sea cómoda…
En el mismo momento: establecer unos horarios regulares. Por tanto, es necesario fijar una hora de acostarse y una hora de levantarse. Podemos flexibilizar en vacaciones (1h.)
De la misma manera: establecer una secuencia ordenada de actividades previas al sueño, que se repita todos los días, una rutina:
Avisar al niño de que vamos a dormir: cese de la actividad anterior.
Rutina: higiene-ir a la cama-cuento-beso-dormir.
El adulto se marcha de la habitación.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA
Realizar actividades relajantes en las horas previas al momento de acostarse: baño tranquilo, escuchar música relajante, masajes, cuentos…
Evitar cansar a los niños con actividades que requieren gran actividad justo antes de dormir, pues descender dicho nivel para lograr el sueño resulta más difícil.
Emplear actividades anticipatorias al momento de separarse: una canción cortita, un cuento, rezar, y después darle un beso y decirle “hasta mañana, que duermas bien”.
Acudir cuando lo demande no de manera inmediata y demorándose de forma progresiva, p. ej. De 3-10 min. No más de 10-12 min al principio.
Cuando acudamos debemos ir retirando el contacto y la proximidad física de forma progresiva.
CLAVES EN EL SUEÑO
Es positivo dejarle un apoyo: una lucecita, un muñeco…
No comentar entre adultos el tema del sueño delante del niño: captará que es preocupante para nosotros y esto puede generarle tensión o incluso reforzarle porque así le estaremos dando protagonismo.
No regañar: después de una “mala noche” no hacer comentarios al respecto, así no daremos protagonismo al tema del sueño ni generaremos angustia en torno a él.
Reforzarle cuando duerma bien: la mañana siguiente a una noche en la que haya dormido bien le alabaremos y felicitaremos.
Jugar durante el día en la habitación en la que duerme: así establecerá asociaciones positivas con ese lugar.
Es importante no ceder a las demandas (llevárselo a la cama de los padres, dormir toda la noche con él…) ni un solo día porque estaríamos aplicando un refuerzo muy difícil de extinguir.
HÁBITOS DE HIGIENE
El mismo lugar: destinar un espacio al
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