Huellas Dactiloscopicas
Enviado por yavilag • 30 de Julio de 2013 • 2.273 Palabras (10 Páginas) • 474 Visitas
1. Tema.
La importancia del a investigación científica de los peritos en Dactiloscopia para la integración de las averiguaciones previas en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
2. Objetivo del estudio y delimitación temporal y espacial.
Estudiar la importancia del a investigación científica de los peritos en Dactiloscopia para la integración de las averiguaciones previas, en un lapso de 6 meses del 1° de Agosto al 31 de diciembre de 2012, en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
3. Planteamiento del problema.
Por qué los Ministerios Públicos de la PGJDF no solicitan adecuadamente los peritajes en Dactiloscopia.
Cuál es la importancia de que los Ministerios Públicos de la PGJDF soliciten adecuadamente los peritajes en Dactiloscopia?
4. Antecedentes del problema de investigación.
Definía la Criminalística, su creador el juez austriaco Hans Gross, como aquel conjunto de teorías que se refieren al esclarecimiento de los casos criminales; en definitiva como ciencia práctica del crimen. Difícilmente aquel juez y profesor pudo imaginar el auge y desarrollo que su disciplina experimentaría, fruto de la evolución científica y la aplicación de las nuevas técnicas a la investigación criminal. La Criminalística tiene como objeto acreditar la existencia del hecho criminal y la determinación de su actor o autores, aplicando para ello los avances y métodos científicos y tecnológicos que el adelanto pone a su disposición. Esta vinculación de la Criminalística a la investigación del delito y de su autor, ha permitido que actualmente se la denomine como Ciencia Policial, incluso Policía Científica, que agrupa y dispone un conjunto multidisciplinar, siempre abierto a nuevas incorporaciones, entre las que destacan, Medicina y Toxicología Forense, Química Forense, la Psicología Forense, Dactiloscopia, Documentoscopia y Grafística, y a las que, en el época más reciente, se han incorporado técnicas de máxima eficacia, tales y entre otras como la de determinación del ADN procedente de la Biología molecular, la Teletermografía (THV), la tecnología y aplicación del láser, etc, etc.
La Dactiloscopia sigue siendo una de las columnas vertebrales de la Criminalística, instrumento esencial en la lucha contra el delito y singularmente en la identificación de los autores. La Dactiloscopia comienza una larga y lenta carrera hasta nuestros días, en la que pronto orillaría, hasta hacer desaparecer prácticamente, otros métodos de identificación (singular-mente el antropométrico de Bertillón “Se trataba de una técnica de identificación de criminales basada en la medición de varias partes del cuerpo y la cabeza, marcas individuales, tatuajes, cicatrices y características personales del sospechoso”), va naciendo una incipiente Dactiloscopia Criminal que encuentra sus inicios en los estudios del médico legista escocés Henry FAULDS.
La Dactiloscopia Criminal uno de los instrumentos básicos en la investigación de los delitos y en la identificación de sus autores. Su fiabilidad y garantía absoluto desde el plano científico, y así ha sido reconocido categóricamente por la jurisprudencia de nuestro Tribunal Supremo; su presencia en el ser humano desde el tercer o cuarto mes de vida intrauterina, su singularidad y su inmutabilidad, hasta el punto de que eliminadas quirúrgicamente o por agentes corrosivos (son conocidos los casos de los gángsteres americanos Alvin Karpis o el propio Dillinger) vuelven a reaparecer con la misma estructura e imagen. Si a ello unimos el poco interés político que históricamente en nuestro país se ha dispensado a la necesidad de contar con una Policía Científica, preparada y dotada de medios, durante años y hasta fechas no muy lejanas, una por no decir la más importante, de las herramientas básicas policiales en la lucha contra la delincuencia, haya sido y sea la Dactiloscopia, ciencia y técnica que prácticamente viene monopolizada por los Gabinetes especializados de los Cuerpos de Seguridad del Estado.
Las garantías que dimanan de una prueba de esta naturaleza, singularmente su objetividad y fiabilidad, permiten alcanzar sin mayores dificultades su trascendencia en el proceso penal, que se traduce en el valor indiciario que los Tribunales vienen otorgando por lo general al informe o dictamen pericial dactiloscópico, importancia que puesta en relación con los principios y garantías debidas en el Estado de Derecho al justiciable, va a determinar una rica problemática, singularmente desde la óptica ya señalada del obligado respeto a los derechos fundamentales.
Desde esta perspectiva se alcanza el interés de la obra que Luis Alfredo de Diego Díez, en el reconocimiento a la seriedad científica con que se enfoca un tema aparentemente menor, la agudeza de que hace gala en el planteamiento de cuestiones prácticas, y el rigor analítico en el tratamiento de las mismas, el estudio viene fuertemente condicionado por la parquedad de la regulación, lo que obliga, y el autor lo asume brillantemente, a profundizar en forma exhaustiva en el examen pormenorizado, en primer plano, de la jurisprudencia constitucional y ordinaria penal, de la Sala 2ª del Tribunal Supremo en el que no rehúye, cuando es preciso, la crítica fundamentada y ponderada a los vaivenes que, la misma ofrece en relación con el tema.
El conocimiento de las huellas dactilares parece remontarse a los tiempos prehistóricos. Las antiguas civilizaciones utilizaron los dibujos digitales, empleándolos tanto por razones artísticas como simbólicas, Así, las huellas dactilares se encuentran estampadas en la arcilla de las vasijas o de los muros, y también en documentos oficiales y privados; más bien su empleo respondía a un acto solemne a una costumbre, semejante a la de jurar poniendo la mano sobre los Evangelios o la de poner la señal de la cruz al pie de los documentos, en lugar de firma, los otorgantes analfabetos. A finales del siglo XVII, Marcelo Malpigui, anatomista de Bologna, se interesó por primera vez de un modo científico, por los dibujos que aparecen en las yemas de los dedos y en la palma de las manos; por ellos es considerado como el abuelo de la Dactiloscopia. Pero hasta 1823, Juan Evangelista Purkinje nacido en Leitmeritz (Bohemia) y llamado por Locard el padre de la Dactiloscopia, publicó la primera obra que contiene una descripción y clasificación de los dibujos digitales: Commentatio de examine physiologico organi visus et systematis cutanei, en ella puso la importancia médico-legal de los dibujos de las líneas papilares. Ha de precisarse, que Purkinje no aplicó sus estudios dactiloscópicos desde el punto de vista de la identificación, como tampoco lo hizo Faulds al principio, ya que tuvieron como finalidad el estudio genético y la existencia o no
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