Humildad Y Liderazgo
Enviado por leon100989 • 24 de Febrero de 2013 • 1.089 Palabras (5 Páginas) • 813 Visitas
Humildad y Directivo ¿binomio inaceptable?
Parece, hoy día, que hablar de humildad en el dirigente de empresas es casi tan
absurdo, como hablar de un círculo cuadrado, pues parece que dirigir una institución
y ser humilde es una contradicción interna. Pero el problema parece que no es sólo
conceptual, sino también empírico e histórico. Un claro ejemplo de ello lo
encontramos en la Grecia clásica, pues en la formación que daban a sus jóvene s,
jamás aparece el vocablo humildad por considerarse que eran superiores.
Todas las personas tenemos derecho a buscar la buena fama, el prestigio, avalado
por nuestro comportamiento. Pero una “fama” que no se lleva con la humildad, es
aquella que tiene un dejo de soberbia, “ si se es superior no se puede ser humilde”.
Pero se puede poseer buena fama como consecuencia lógica de vivir con humildad.
“Por la humildad conocemos el limite de nuestras fuerzas”1 y saberlas nos ayuda a
conocer aquellos obstáculo s que nos impiden ser verdaderos dirigentes. Por otra
parte nos ayuda a exagerar nuestras cualidades, para sentirnos superiores a los
demás. La humildad nos dice que no hay competidor pequeño, es decir, los
demás no son inferiores a nosotros. De esta actitud se desprende otra que la
fortalece: la disposición constante de pedir consejo.
1 BALMES Urpía, Jaime: El criterio. Filósofo catalán.
“La humildad es la verdad. Pero aplicada al conocimiento de lo que somos, no nos
deja creer jamás que hemos llegado a la cumbre en ningún sentido...” 2 cuando
conocemos que sabemos menos, pretendemos ser más . Aceptar que la humildad
sea la verdad nos obliga a rectificar, y rectificar, sobre todo, si las equivocaciones
versan sobre “mí mismo”.
El Liderazgo y la Dirección se deben identificar dentro de las organizaciones.
El liderazgo es la dirección de hombres. Por ello, afirmamos que la humildad
potencia todas las virtudes del dirigente de empresa, que es líder. La dirección
necesita tres factores:
a) Diagnóstico, que es la Objetividad frente a las oportunidades. Humildad
frente a las propias capacidades y limitaciones.
b) Decisión, Magnanimidad o afán de logro, dirección al fin. Audacia o
capacidad de riesgo.
c) Mando, Confianza en los demás, mando entre los hombres, constancia de
que necesitamos de los demás para alcanzar los fines.
Estas tres funciones son insustituibles para la acción directiva. La humildad es una
virtud requerida para saber diagnosticar, decidir y mandar. El verdadero líder sabe
que el mando no es glamoroso, un dirigente humilde no se atribuye él sola a
dirección, pues todo trabajo, desde el colaborardor que acaba de ingresar hasta el
directivo, todos han de dirigir a su nivel.
Sí la humildad inhiere en cada una de las operaciones directivas, diagnostico,
decisión y mando, tendremos una empresa líder, No hay peor enemigo para el
crecimiento de nuestra empresa, que el orgullo. La humildad no se trasmite a través
de teorías abstractas, resulta repugnante, se trasmite por medio del ejemplo de los
dirigentes de empresa. La humildad debe ser vivida, en primer lugar, por la
cabeza de la empresa, pues tener un jefe humilde es tremendamente atractivo.
Debemos de formar, en nosotros mismo empresarios, líderes humildes.
¿Qué implica el liderazgo?
Suele decirse que líder es el primero, pero este termino es vacío de sentido, sino se
especifica en qué debe serlo. El liderazgo, bien entendido, no es tener el primer
lugar en el mando, sino en el ejemplo.
Tenemos que evitar la hipertrofia y aumentar la inclusión. La dirección general debe
desprenderse de sus adornos. Los verdaderos dirigentes tienen que volver a la
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