Identidad Personal, Identidad Profesional e Identidad Docente
Enviado por emy90 • 5 de Septiembre de 2019 • Síntesis • 1.506 Palabras (7 Páginas) • 357 Visitas
Identidad Personal, Identidad Profesional e Identidad Docente
La concepción de nuestra sociedad en lo que la docencia se refiere, tiene un aspecto idealista muy arraigado en los esquemas sociales de la enseñanza. El docente es percibido en nuestro medio como un ser de principios y valores. Un ser que transforma y edifica y que posee un potencial como profesional. El docente como agente de cambio construye y edifica su carácter en cada experiencia que su labor genere. Genera primeramente un profesionalismo y una vocación que a su vez es una característica en su labor. el sentido etimológico de la vocación hace referencia de esta manera al concepto de la profesión los cuales suelen ir unidos cuando se habla de ética profesional. Aunque estos difieran uno del otro en la realidad se sostienen el uno con el otro. El buen profesional debe de esta manera tener una buena vocación (Fuentes, 2001, p.289). Existe como segunda característica una que va adherida al docente como un aspecto elemental para potenciar el desarrollo de sus estudiantes siendo una pasión que le permite día a día crear una satisfacción plagada de motivación en lo que se realiza: el compromiso. El compromiso docente requiere la necesidad exponencial del deseo de ensenar como una satisfacción “el compromiso del maestro está íntimamente relacionado con la satisfacción en el trabajo, la moral, la motivación y la identidad” (Day, 2006, p.77) Compromiso que va más allá de completar un currículo a su cabalidad y contribuir al desarrollo integral del educando sino un compromiso basado en valores y virtudes. El docente comprometido debe de esta manera mantener esta característica en su labor nunca dejando de aprender y tomar cada experiencia como una forma de cambio. El hacer lo mismo cada día genera monotonía que a su vez influye en el decrecimiento de la pasión por la enseñanza. la necesidad de un compromiso en la docencia va de la mano también de una eficacia en su enseñanza. La eficacia influye mucho en la motivación docente. Un docente eficaz es un docente motivado. Es así que la docencia requiere el desarrollo de una auto eficacia. La necesidad de obtener resultados en la docencia tiene un efecto anímico en el docente.
Para ser un docente con profesionalismo, se debe de entender también el concepto de identidad. Dicho de otra forma, el docente debe de estar consciente de su personalidad, de su persona. La docencia requiere conocerse así mismo antes de entender a otros. Para entender el concepto de identidad Álvarez (2004) considera la identidad como un conjunto de construcciones y transacciones por su historia y sus relaciones. El sostiene que:
La identidad es entonces considerada como un resultado provisorio de transacciones que opera el propio sujeto respecto de su historia y sus proyectos (transacciones biográficas) y de transacciones entre la identidad definida por otro y la identidad definida por sí (transacciones relacionales). (p.71)
Es de esta manera que la identidad es referida al entendimiento personal en sus interacciones con otros para entendernos y ser profesionales cambiantes y más aún la identidad personal debe de ser un pilar fundamental de la docencia. La docencia carece de profesionalismo si no existe una identidad personal. Toda persona puede ser profesional, pero no todo profesional puede ser docente. La identidad del docente requiere de esta manera desarrollar una identidad personal y esta a su vez ayuda a desarrollar una identidad profesional en el individuo para el desarrollo positivo de la docencia. El profesor, docente, o educador debe de tener bien claro el concepto de profesionalismo y el profesionalismo docente. Un profesional entiende su rama y es experto en conocimiento y solución de problemas en ella, pero carece muchas veces de sentirse un formador. La identidad docente requiere conocer y tener un conocimiento científico, pero a su vez “Incluyen el conjunto de creencias, concepciones y teorías, explícitas e implícitas, que tiene el docente sobre qué, cómo y cuándo deben enseñarse y evaluarse unos determinados contenidos, y más específicamente los correspondientes a su disciplina” (Monereo y Domínguez, 2014). No puede existir un docente que no se conozca a sí mismo ni un docente sin profesionalismo. Cada docente debe como un principio elemental conocer su profesión, conocer su docencia y más importante aún conocerse así mismo.
Partiendo de la necesidad del educador de conocer su identidad este también debe de desarrollar una pluralidad de identidades tales como la identidad empresarial y la identidad activista. Sachs (2003) expone a la primera como una identidad competitiva, individualista y controladora que se preocupa más por indicadores exteriores de rendimiento y e impuesta por una normativa de agentes externos. Por otro lado, la identidad activista docente que está impulsada por la necesidad de la transformación del aprendizaje de los alumnos. Los maestros deben de esta manera crear y poner en marcha procedimientos que proporcionen experiencias democráticas a los estudiantes donde la enseñanza está relacionada con grandes ideales y valores sociales. Los docentes deben según lo anterior socavar la necesidad de impulsar una identidad activista. Una identidad humanista y democrática en donde las emociones sean los artífices de la enseñanza. Las emociones precisan la necesidad de la docencia de ser cambiante, polifacética; una identidad pluralista. “la identidad docente se transforma de manera continua, tiene que ver con la definición que un docente elabora de sí mismo e implica vínculos constantes con otros actores sociales, sin los cuales no puede definirse, ni reconocerse.” (Soyago et al, 2008, p.554). El docente como agente social y de cambio deberá según lo anterior crear una pluralidad de identidades que nacen por su interacción con otros y su interacción social. La pluralidad de identidades quizás genere una fuente de estrés, pero el docente deberá de crear roles o un conjunto de roles que están definidos por normas estructuradas por las organizaciones o instituciones de una sociedad. Dichos roles, generaran una relación estrecha docente-maestro en donde reine la moral y los valores para poder de esta manera crear brechas de indagación e identificar las competencias y dificultades del educando. Una relación docente-alumno inclusiva, de comunicación eficaz, ética, alegre, colaborativa, y apasionada.
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