Infancia Y Educación

Al igual que mis compañeros opino que la educación depende del contexto socio histórico, geográfico, político y religioso del momento. Son muchos los factores que influyen en la educación de lo que está bien y lo que está mal.

Personalmente y después de varios años en educación creo que los tres primeros años de vida son esenciales para lograr en primer lugar unos cimientos fuertes para poder posteriormente profesores, educadores y entorno social trabajar según las pautas marcadas en cada ámbito . Estos cimientos se trabajan con el cariño, dedicación y los límites que van marcando los progenitores o personas que se hacen cargo de los pequeños. Una parte de la educación después la recibirán externamente en los jardines de infancia y en los centros educativos; pero en este punto ya tenemos un primer problema porque no hay libre elección de centro donde matricular a tus hijos, solo los que te ofrecen, por lo que pasamos a un primer proceso de discriminación de los muchos que se irán presentando al niño a lo largo de su educación. Lo que quiero explicar un poco es que muchas veces no hace falta comparar culturas para saber lo que está bien o mal en cada cultura sino que en nuestra misma cultura existen esas diferencias y grietas por las que unas personas consideramos que una actitud puede ser buena y otra no.

Los valores generacionales y que se han transmitido a lo largo de los años han dejado prácticamente de existir y los que han tomado las riendas son los educadores que deben enseñar lo que está bien y mal, cuando la función de la educación debe provenir de la familia no solo proporcionarles cuidados básicos y caprichos para suplir la falta de esfuerzo (porque la educación lo requiere) o de tiempo con sus hijos. Los educadores y profesores nos debemos encargar de transmitir conocimientos y otros valores como el trabajo en equipo, la solidaridad, etc., pero la sociedad nos ha asignado el educar “hijos” (enseñar el bien y el mal) y como dice Marc Depaepe:”el padeocentrismo de la Escuela Nueva ha puesto a los niños en un pedestal… en los que no asumen responsabilidades y postergan la independencia” por lo que cuando deban ejercer como adultos tendrán muy limitados los valores de lo que está bien y lo que está mal.

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