Educacion En La Primera Infancia

Educación de la primera infancia: Objetivos, fines y características.

El objetivo está claro: recuperar histórica y conceptualmente la parábola itinerario recorrido por la infancia. Lo cual no es otra cosa que la conquista por parte del niño de su propia identidad existencial y cultural, individual y social. A si pues el tortuoso y doloroso sendero que lleva la liberación emancipada de la infancia será reconocido oficialmente como vía de educación, solo a partir del momento de la máxima expansión de la revolución industrial. Como primera identidad, el niño- adulto o la infancia negada: a los siete años recibe ya el carnet de identidad jurídica de adulto, es el momento en el que el niño es reconocido como capaz de entender y de querer hasta el punto de ser precozmente capultado fuera de su casa para ganarse el pan en la gran comunidad de los hombres. En aquella existencia demasiado densa, demasiado colectiva, no había lugar para un sector privado. Sobre estos patrones de vida social acaba desapareciendo el sentimiento de la infancia. Aparecía a si por una parte la idea del niño-misterio alimentada por la creencia fetichista de que en el se escondía una naturaleza sagrada que el hombre no podía profanar, moraleja: el niño apenas era capaz de tenerse sobre sus piernas, en el momento en el que ya no parecía necesitado de los cuidado maternos venia pateando oficialmente como “perteneciente a la sociedad de os adultos y ya no se distinguía de ellos”. Como segunda identidad: El niño hijo-alumno o la infancia institucionalizada; paralelamente al surgimiento de la familia moderna, la infancia se convierte en el epicentro del interés educativo de los adultos. El origen de esta nueva identidad de la infancia está la revolución industrial y el consiguiente cambio de posición de la familia en la sociedad. El niño se convierte en el objeto y a la vez el testimonio e instrumento de esta familia el símbolo de las necesidades que se le demanda cubrir y por las que la propia familia constituye como tal afectividad, cuidados, reconocimiento, continuidad, autoafirmación. De aquí la metamorfosis. El niño se convierte en el personaje esencial en el proceso de transformación de la familia. La nueva moral impone dar a todos los hijos una preparación para la vida. Y así comienza a valerse la escuela como una agencia unida a ella y que la complemente. La escuela viene a sustituir al sistema de aprendiz tradicional e introduce una función mas especifica dirigida a la interculturalizacion y socialización, por su parte la familia reivindica para sí el compromiso básico de la educación afectiva y ético-comporta mental, secuestran al niño de la sociedad de los adultos y lo legalizan con una doble patente de identidad: la del niño-hijo y la del niño-alumno. El derecho a ser niño resulta legitimado solo bajo la condición de la pertenencia a este tipo de familia y a este tipo de escuela. Tercera identidad: El niño sujeto-social o la infancia reencontrada .Es cierto que ahora el niño goza de mayores márgenes de autodeterminación y de libertad puede respirar a pleno pulmón su niñez, pero siempre con una condición: que todo ello se desarrollo y tenga efecto dentro de la institución. La etapa histórica en que no encontramos, fuertemente connotada por la transformación tecnológico científica y por el cambio ético social, cumple los requisitos para ser efectiva la conquista del último salto en la educación del niño y de la niña legitimándolo de una vez por todas como figura social, como sujeto de derechos en tanto que sujetos social. Todo esto significa en moneda pedagógica, asegurar a la infancia tres experiencias fundamentales:

La primera se identifica con la incorporación- participación del niño en los ámbitos de su territorio de vida, en el pueblo-barrio región custodios del mundo de cosas y valores de los que el mismo como niño es un testimonio.

La segunda se identifica con la satisfacción de aquellas necesidades que la acula sociedad tiene a negar como: la comunicación, fantasía, exploración, construcción y movimiento.

La tercera se lleva a cabo a través de una experiencia de socializacion que sea a la vez un proceso de asimilación e interiorización de la escala de normas y valores establecidos y sancionados por la sociedad adulta.

El llamamiento pedagógico que resuena hoy con más insistencia es el que solicita que se lance un bote salvavidas para la infancia. En particular, se pide a la familia y a la escuela que proyecten una nueva imagen el niño y la niña. Una infancia que venga por su puesto, equipada de fantasías, sentimientos, intuición pero también de corporeidad de lenguajes de lógica de cultura antropológica con sangre social, con deseo de conocer el propio territorio de vida y la propia región histórica.

II La idea de la escuela

La problemática teorico-conceptual sobre la atención de los niños menores de seis años.

Los conceptos de niños preescolares, pre-primarios o pre-básicos tienen como positivo que ubican fácilmente a este grupo etáreo como aquellos que son menores a la etapa preescolar, sin embargo, tienen como aspecto negativo su poca identificación en relación a los procesos formales de escolarización que ir lo general se implementan a partir de los seis años. Por lo señalado las expresiones educación inicial y parvularios serian las más adecuadas para identificar la educación que se produce en función al niño de 0 1 6 años la que refiere a os procesos educativos oportunos y pertinentes que se generan a partir de las necesidades, intereses y características del párvulo a fin de favorecer aprendizajes significativos que aporten a su desarrollo integral, dentro de una concepción del niño como persona en continuo perfeccionamiento humano...

Necesidades del párvulo: Necesidades básicas para la preservación de la vida, estos generan cuidados del párvulo mas la educación inicial que son las necesidades de desarrollo y aprendizaje humano, todo esto dando resultado a la atención integral del párvulo. Con todos estos componentes se desarrolla una atención integral

...