Informe Institucional

INFORME

REFLEXIÓN SOBRE LA PRÁCTICA NO FORMAL

El presente informe se encuadra dentro del cursado de la cátedra de Residencia Pedagógica la cual es entendida, “no como un apéndice de la formación teórica previa, en la que se pone en acto lo aprendido previamente, sino como un espacio de construcción reflexiva y metacognitiva” (Sanjurjo, 2002:38).

Es necesario antes de empezar a exponer mi experiencia como alumna practicante, que la práctica es entendida como un proceso en el que los futuros docentes aprenden a enseñar a partir de una propuesta basada en el enseñar a enseñar; además es propicio agregar que durante mi trayectoria de formación, he contado con talleres de reflexión que me permitieron resignificar mis aprendizajes y conocimientos antes de ponerlos en práctica; se entiende como formación “a una dinámica de desarrollo personal, un trabajo sobre uno mismo a través del cual un sujeto se prepara, se pone en forma, para una determinada práctica profesional” (Ferry, 1997).

El trayecto de formación docente correspondiente a este último año se divide en dos prácticas educativas; “Este ejercicio tiene como propósito el desarrollo de una configuración realista de la situación, la reflexión sobre las tendencias objetivas y subjetivas de las prácticas, el análisis de problemas, necesidades y recursos para el desarrollo de una propuesta significativa, contextualizada y viable”. (Davini, 1999).

La primera experiencia educativa se inició el 27 de abril del corriente año, fue llevada a cabo en el centro de apoyo escolar del Barrio Jardín Residencial, ubicado en calle Gaspar Gómez.

Dicha experiencia se encuadra en el período de la Práctica no Formal, la cual es entendida como una actividad educativa organizada, sistemática, realizada fuera del marco del sistema oficial, para facilitar determinadas clases de aprendizaje a subgrupos particulares de la población.

Entre los objetivos estaba realizar una intervención pedagógica en dicho centro escolar, la cual fue llevada a cabo durante dos semanas. Antes de poner en práctica el proyecto, tuvimos un periodo de observación que tuvo como intención evaluar al grupo de alumnos que asistían al C.A.E, esto me permitió conocer en que niveles de la lectoescritura se encontraban, sus habilidades, intereses y sobre todo sus demandas educativas. En base a todos los datos recolectados pude programar mi práctica, que siguiendo a María Davini, nos dice que “programar es pensar antes de actuar, es el momento en que organizamos la tarea que vamos a realizar, los tiempos, los espacios, el grupo y decidir cuáles son los medios que necesitamos para llevar adelante la acción”, es decir poner en marcha el proyecto; por ello fue importante realizar el periodo de observación para realizar un diagnóstico, el cual me permitió sistematizar la información sobre las situaciones y problemas del C.A.E y la de sus alumnos, poder prever situaciones y problemas futuros, conocer el grupo de alumnos, poner en claro nuestros objetivos a la hora de planificar el proyecto, poder determinar los recursos, metodologías y contenidos, y reflexionar sobre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de la institución, de los profesores a cargo, de los alumnos y del contexto.

Durante la etapa de observación pude registrar que asistían entre 12 y 15 alumnos al centro educativo, provenientes del mismo barrio y de sus alrededores, sus edades oscilaban entre los 5 y 12 años aproximadamente. Estos chicos asisten a dicho establecimiento porque tienen problemas de aprendizaje y necesitan más atención de la que pueden brindarles la maestra y los padres; ya que muchas veces sus padres trabajan todo el día y no pueden asistir en las necesidades escolares de los

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