Instrumento

Para estudiar debidamente la Pedagogía es necesario conocer las ideas que se han proyectado a lo largo de la historia, y para ello el medio mejor es sin duda la indagación en los diversos movimientos y tendencias de la educación en nuestros días a partir de la observación y la práctica en las instituciones educativas.

Vivimos en una época y país de actividad educativa con mayor enfoque sindical, lo que hace, por un parte, la orientación pedagógica tan difícil como importante, y por otra, la educación en México debe considerarse, ante todo, como la expresión de un importante programa social. El Saber Pedagógico y su rol en el proceso formativo de los futuros docentes es primordial, pero una de las facetas más relevantes, a mi parecer, es la vinculación que tienen los futuros docentes con la realidad educativa; ya que al concurrir a realizar sus prácticas a diversos establecimientos educacionales, los estudiantes se involucran en el contexto real y ahí recién se produce la relación con lo que ellos creían conocer, con lo que es en realidad. En este sentido, este ensayo tiene por objetivo, ofrecer una visión sobre la pedagogía actual contrastada con la visión que plasma Paulo Freire en su libro “La educación como práctica de la libertad” de modo que pongo mi experiencia con la interacción de las instituciones educativas, es decir las prácticas docentes llevadas a cabo mediante la Escuela Normal Urbana Federal, así como el conjunto de reflexiones sobre las mismas basadas en lo que se establece en el libro ya mencionado.

Mucho más allá de los objetivos antes mencionados, me interesa promover una asimilación crítica, consciente y creativa del contraste de la realidad con las ideas del ilustre pedagogo brasileño Paulo Freire, tanto teórico como práctico, a partir de nuestra realidad.

La educación de las masas es el problema fundamental de los países en desarrollo, una educación que, liberada de todos los rasgos alienantes, constituya una fuerza posibilitadora del cambio y sea impulso de libertad. Sólo en la educación puede nacer la verdadera sociedad humana y ningún hombre vive al margen de ella; pero al mismo tiempo esto se anula en la realidad al saberse que en grados superiores la materia de filosofía se ha eliminado, ya que al pueblo mismo le conviene tener una sociedad pensante y por consiguiente libre de paradigmas pero al gobierno no le es esto benéfico es por ello la exclusión de la materia.

El autor considera que dentro de las condiciones históricas de la sociedad es indispensable una amplia concienciación de las masas que a través de una educación haga posible la autorreflexión sobre su tiempo y su espacio. Está hondamente convencido de que la elevación del pensamiento de las masas, es decir la politización, que es una autorreflexión que los llevará a la consecuente profundización de su toma de conciencia y de la cual resultará su introducción en la historia, no ya como espectadores, sino como actores y autores. Ya que para Freire el conocimiento no se transmite, se «está construyendo» el acto educativo no consiste en una transmisión de conocimientos, es el goce de la construcción de un mundo común, es por ello que en la actualidad se pretende a través del enfoque constructivista, como profesor servir de guía y facilitador para el alumno, y así éste construya su conocimiento a través de diversas herramientas así como de su contexto próximo, para que el conocimiento le sea de gran utilidad en su vida diaria, es decir sea un aprendizaje significativo.

La pedagogía de Paulo Freire es una pedagogía del oprimido, que postula modelos de ruptura, de cambio

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