Inteligencia Emocional en los niños
Enviado por JatnielaC • 29 de Julio de 2015 • Ensayo • 513 Palabras (3 Páginas) • 284 Visitas
Inteligencia emocional en los niños.
La inteligencia emocional no es más que la habilidad de identificar, entender, manejar y balancear nuestras propias emociones y las emociones de los demás de manera positiva y efectiva.
Cuando se trata de la felicidad y el éxito en la vida, la inteligencia emocional es tan importante como la habilidad intelectual, puesto que esta ayuda a construir fuertes relaciones con los demás en todos los aspectos de la vida, como también a tener dominio ante cualquier problema o circunstancia.
Tanto para jóvenes como para adultos, es difícil mantener un balance en cuanto a lo emocional se refiere. Para los niños este control es aun más complicado, puesto que durante sus primeros años de vida, los niños tienen su cerebro (en lenguaje llano) dentro del plástico aun, por lo que las experiencias y aprendizajes que ocurren en esta etapa son de suma importancia para el enriquecimiento y desarrollo del niño.
A veces nos encontramos con niños cuya inteligencia emocional es prácticamente inexistente. Se muestran irritables, no se les puede negar nada porque están muy acostumbrados a ser complacidos y mimados prácticamente en todo. También se muestran frágiles y molestos ante los fracasos, respondiendo de forma agresiva a este tipo de situaciones. Estas reacciones son realmente perjudiciales para los niños, no sólo en la integración con los niños de su edad, sino también en su salud.
Pero si queremos provocar un impacto en nuestros pequeños estudiantes es más que importantes que como maestros aprendamos a controlar nuestras propias emociones, especialmente las emociones negativas. Inmediatamente manejamos esa parte estaremos más que preparados para enseñar a nuestros niños a tener control de su inteligencia emocional. Como maestros no podemos culpar a los niños de nuestro mal humor, sino que debemos tomar la responsabilidad de nuestras emociones lo cual implica no pensar en términos como “Tu me estas volviendo loco/a” o “Me estás haciendo enojar”, actuando de esta forma provocaremos que el niño tome riendas de nuestra reacción.
Nuestros sentimientos negativos revelan nuestras necesidades insatisfechas. Por ejemplo: si nos sentimos irrespetados necesitamos sentirnos respetados. Pero recordemos que los niños no está en el salón de clases para conocer nuestras necesidades pero si nosotros para satisfacer las de ellos. Por lo tanto debemos llenar nuestras necesidades en otro lugar o dejar pasar algunas, como nuestra necesidad de sentirnos respetados y obedecidos, porque el respeto es algo que no se exige, se gana. La forma más fácil es mostrando respeto por los sentimientos de cada niño y manteniendo pendiente que los sentimientos negativos con indicaciones de necesidades emocionales insatisfechas.
En conclusión, es evidente que toda acción trae una reacción y que la mayor parte del desarrollo emocional de nuestros niños depende de nuestra capacidad de controlar nuestras propias emociones. Cuando nosotros como maestros no sabemos cómo controlarlo, incluso cuando un niño llora por alguna necesidad insatisfecha y por impulso nos grita: "Te odio" somos capaces de sentirnos afectados por la expresión y reaccionamos de manera inapropiada. Por lo tanto, es nuestro deber de cuidar de nosotros con el fin de trabajar de la mejor manera el desarrollo emocional de nuestros niños.
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