Inteligencia Emocional

Introducción

Las reglas del trabajo han ido cambiando. Ahora se nos juzga según normas nuevas; ya no importan solo la sagacidad, la preparación y la experiencia si no como nos manejamos con nosotros mismo y los demás. En nuestras vidas las emociones juegan un rol de gran importancia, ya que son las que controlan y definen nuestra personalidad y las reacciones a las circunstancias que se nos presentan. Podemos preguntarnos porque dentro de las empresas y nuestra vida diaria y en la vida laboral, existen cierto tipo de personas que tiene una mayor facilidad de relacionarse con su entornos, encajar más fácilmente en distintos grupos de trabajo, y a pesar de no poseer una inteligencia que sobresalga del resto, aun así son exitosos. Esto nos hace referencia al tema que abordaremos, la inteligencia emocional, y como aplicamos esto en el trabajo. Cada vez son más las empresas que apoyan y alientan el desarrollo de la inteligencia emocional y comprenden que es un componente vital para la filosofía del gerenciamiento. “Ya no se compite solo con productos, si no con el buen uso de la gente” (Goleman, La Inteligencia Emocional en la Empresa 1999), Si bien es cierto, en el mundo laboral de hoy en día se hace cada vez más necesario la práctica y desarrollo de lo que se conoce como las habilidades blandas las cuales son el resultado de una combinación de habilidades sociales, de comunicación, forma de ser, acercamiento a los demás y otros factores que hacen a una persona dada, a relacionarse y comunicarse de manera efectiva con otros. Goleman (1999) hace referencia en su libro “Inteligencia Emocional en la Empresa” que las empresas están reparando en el hecho de que hasta la más costosa de las preparaciones puede fallar, y a menudo es así. Y esta ineptitud se produce en un momento en que la inteligencia emocional de individuos y organizaciones emerge como un ingrediente faltante en la receta de la competitividad.

Desarrollo

La palabra inteligencia proviene del latín intellegere, término compuesto de inter 'entre' y legere 'leer, escoger', por lo que, etimológicamente, inteligente es quien sabe escoger. La inteligencia permite elegir las mejores opciones para resolver una cuestión. La RAE define inteligencia como la capacidad de entender o comprender, de resolver problemas, el acto de entender. Mientras que Mainstream Science on Intelligence la define como una capacidad mental muy general que, entre otras cosas, implica la habilidad de razonar, planear, resolver problemas, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas, aprender rápidamente y aprender de la experiencia. No es un mero aprendizaje de los libros, ni una habilidad estrictamente académica, ni un talento para superar pruebas. Más bien, el concepto se refiere a la capacidad de comprender el propio entorno.

A finales del siglo XX surgen varias teorías psicológicas sobre la inteligencia como la de Inteligencias Múltiples.

Gardner (1983) en su libro “Inteligencias Multiples” postula los siguientes tipos de inteligencia:

• Inteligencia Lingüística

• Inteligencia Logica-Matematica

• Inteligencia Espacia,

• Inteligencia Musical

• Inteligencia Corporal-cenestésica

• Inteligencia intrapersonal

• Inteligencia Interpersonal

• Inteligencia Naturalista

• Inteligencia Cognitiva

De estas rescatamos la inteligencia intrapersonal e interpersonal, a las cuales podemos referirnos como un inicio para el concepto de la Inteligencia Emocional. La definición de Gardner para estos conceptos:

Inteligencia Intrapersonal: “el conocimiento de los aspectos internos de una persona: el acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimiento, la capacidad de efectuar discriminaciones entre ciertas emociones y, finalmente, ponerles un nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y orientar la propia conducta” (Gardner 1983).

Inteligencia Interpersonal: “La inteligencia interpersonal se constituye a partir de la capacidad nuclear para sentir distinciones entre los demás, en particular, contrastes en sus estados de ánimo, temperamento, motivaciones e intenciones” (Gardner 1983).

El concepto de Inteligencia Emocional es introducido por primera vez por Peter Salowey y John D. Mayer en 1990, pero fue el psicólogo Daniel Goleman quien por medio de su libro “Inteligencia Emocional” publicado en 1995 con el que le dio fama mundial al concepto. Este define la inteligencia emocional como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismo y en nuestra relaciones” (Goleman 1999).

“La inteligencia emocional es en pocas palabras, es el uso inteligente de las emociones: de forma intencional hacemos que nuestras emociones trabajen para nosotros, utilizándolas con el fin de que nos ayuden a guiar nuestro comportamiento y a pensar de manera que mejoren nuestros resultados” (Weisinger 1998)

Por lo tanto entendemos como inteligencia emocional la capacidad de tener conciencia de sí mismo y de las propias emociones y su expresión, generar una autorregulación, controlar los impulsos de la ansiedad, diferir las gratificaciones, regular nuestro estado de ánimo, poder motivarnos y perseverar a pesar de las frustraciones, es decir, generarnos optimismo. Poder tener empatía y confianza en los demás y desarrollar las artes sociales.

Para poder ejemplificar esto podemos mencionar una historia verídica que le ocurrio a James Dozier, un general de la brigada del Ejercito estadounidense que fue secuestrado por las Brigadas Rojas, un grupo terrorista italiano. La historia cuenta que paso dos meses como rehén antes de ser rescatado. Durante los primeros días en los que estuvo cautivo, sus captores parecían muy agitados y violentos, apuntándolo con armas y amenazándolo de muerte, Dozier sabía que su vida corría peligro, entonces recordó algo que aprendió en un curso para ejecutivos, las emociones son contagiosas, y una sola persona puede influir en el tono emocional de un grupo creando un modelo. Su primera acción fue controlar su propias emocionas, y calmándose logro transmitir clara y convincentemente estas emociones de calma haciendo que de la misma manera sus captores asimilaran esto y logro que se calmaran. Esta historia nos muestra gráficamente lo que Goleman quiere decir por Inteligencia Emocional.

Goleman (1999) subdivide la Inteligencia Emocional en 5 aptitudes básicas, emocionales y sociales de las cuales cada una posee distintos talentos. Estas son:

Área 1. Conocimiento de uno mismo:

“Saber que se siente en cada momento y utilizar esas preferencias para orientar nuestra toma de

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