Inteligencia Emocional
Enviado por norelysroccaaray • 2 de Febrero de 2013 • 2.596 Palabras (11 Páginas) • 326 Visitas
Inteligencia emocional.
Importancia de la inteligencia emocional.
La importancia de la inteligencia emocional radica en utilizar positivamente nuestras emociones y orientarlas hacia la eficacia de nuestras actividades personales y las relaciones que tenemos con otras personas. Los factores claves del éxito de una persona actualmente están, en sus competencias emocionales como en la inteligencia emocional, lo que le facilita relacionarse consigo misma como con los demás, ya que existe armonía entre el pensamiento y los sentimientos que fortalece las capacidades cognitivas y analíticas de la persona, la motivación al logro y las capacidades de influir logrando, así el desarrollo de la intuición, pues la mente calibra cada una de las vivencias y situaciones que se presentan, afrontándolo con energía, optimismo y entusiasmo, pues en muchos casos la capacidad de adaptarse a los cambios, permite el logro de la excelencia.
“Cualquiera puede enojarse…eso es fácil, pero estar enojados con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto y de la forma correcta…eso no es tan fácil” Aristóteles, Ética a Nicómaco.
Entendemos que los seres humanos se encuentran en una coherencia entre lenguaje, el cuerpo y las emociones, por tanto es una habilidad fundamental del líder poder observar, identificar y posibilitar estados emotivos para poder alcanzar las metas en una compañía, de manera que, la utilización de la Inteligencia Emocional tiene importantes beneficios para aquellas organizaciones que quieran aprovechar el máximo potencial de las personas, y generando un mejor clima en la organización.
¿Cómo es el funcionamiento de la inteligencia emocional?
La Emoción es un estado de ánimo caracterizado por una conmoción consecutiva a percepciones, impresiones, ideas o recuerdos asociados a fenómenos de naturaleza visceral inherentes al dominio de la Inteligencia Emocional.
Inteligencia Emocional implica la capacidad de una persona (poder de hacer y de ser) para concienciar, regular, adecuar y transformar de modo real su despliegue interno de fuerzas, tendencias, predisposiciones e impulsos emocionales, muchos de ellos inconscientes, los cuales expresa en forma de conductas, talante, humor, temperamento, etc.
La perturbación emocional constante crea carencias en las capacidades personales y sociales incipientes en los niños, minando su posibilidad de hacer y de ser en su Inteligencia Emocional.
El sentido que un sujeto le da a sus afectos depende de cómo los codificó en su historia personal y familiar (cada quien lo hace a su manera); por el efecto de procesos defensivos que deben trabajarse en Inteligencia Emocional, la persona puede interpretar y accionar adecuada o inadecuadamente.
Casi todos los estados afectivos de una persona se exteriorizan como tensión o relajamiento de músculos, por ejemplo en la orientación de los ojos, la ingurgitación de la piel, la actividad del aparato vocal, de los miembros, ante todo de las manos... este conjunto es un test básico en Inteligencia Emocional.
El intelecto basa su función en el neocórtex, el estrato evolutivamente más reciente que recubre la superficie cerebral a modo de capa o manto replegado, mientras que los centros o núcleos emocionales ocupan un lugar inferior al nivel cortical, siendo filogenéticamente mucho más antiguos. No obstante todo lo mencionado anteriormente, la Inteligencia Emocional es el producto del funcionamiento concertado y armónico entre los centros emocionales y las áreas intelectuales.
¿Qué funciones tiene la Inteligencia Emocional en el ámbito laboral?
1) Es un arma muy eficaz para poder mejorar las relaciones de trabajo entre los compañeros de la oficina.
2) La Inteligencia Emocional puede ayudar a los jefes a conectar mucho más con los empleados.
3) Es una medicina esencial para alimentar la motivación propia y ajena. Es decir, es fundamental entender que el ser humano no sólo está compuesto de razón sino también de sentimientos. De este modo, en la actualidad, existen diferentes nociones de inteligencia, dando valor a la sentimental.
4) No existen emociones buenas o malas, sino agradables y desagradables. Por tanto, dentro del contexto laboral, la Inteligencia Emocional te ayuda a potenciar la motivación, la inquietud por tener más ganas de aprender y la ilusión.
5) Ir acumulando emociones que no se expresan sólo conduce al resentimiento y al enfado interno. Por tanto, es importante utilizar la comunicación para expresar ideas, sentimientos y vivencias. Cuanto más se tarda en resolver un conflicto entre dos compañeros de trabajo, más difícil es recuperar la normalidad
6) La Inteligencia Emocional mejora tu calidad de vida desde un punto de vista emocional y también laboral. Porque tu modo de enfrentarte a la rutina también determina la satisfacción que sientes con tu presente.
Principales Teorías y comparaciones.
El término inteligencia emocional fue utilizado por primera vez en 1990 por Peter Salovey de Harvard y John Mayer de la New Hampshire, como la capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno mismo y de los demás y utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción. La inteligencia emocional se concreta en un amplio número de habilidades y rasgos de personalidad: empatía, expresión y comprensión de los sentimientos, control de nuestro genio, independencia, capacidad de adaptación, simpatía, capacidad de resolver los problemas de forma interpersonal, habilidades sociales, persistencia, cordialidad, amabilidad, respeto.
Un fundamento previo lo encontramos en la obra de Howard Gardner, quien en 1983 propuso su famoso modelo denominado "inteligencias múltiples" que incluye 7 tipos de inteligencia: verbal, lógico-matemática, espacial, musical, cinestésica, interpersonal, intrapersonal. Si bien, como él mismo subrayó, en Estados Unidos, en la mayoría de las escuelas se sigue cultivando exclusivamente, al menos consciente y premeditadamente, los dos primeros tipos de inteligencia: la verbal, y matemática.
Pero fue Daniel Goleman con su libro Inteligencia Emocional quien lo popularizó y convirtió en un betsseller, refiriéndose a las siguientes habilidades:
Conciencia de sí mismo y de las propias emociones y su expresión
Autorregulación, controlar los impulsos, de la ansiedad, diferir las gratificaciones, regular nuestros estado de ánimo
Motivarnos y perseverar a pesar de las frustraciones (optimismo)
Empatía y confianza en los demás
Las artes sociales
En su primer libro se centra en temas tales como el fundamento biológico de las emociones y su relación con la parte más volitiva del cerebro, la implicación
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