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JUECES SIN ROSTRO DERECHO PENAL INTERNACIONAL


Enviado por   •  23 de Febrero de 2022  •  Tarea  •  11.370 Palabras (46 Páginas)  •  167 Visitas

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JUECES SIN ROSTRO

DERECHO PENAL INTERNACIONAL

        

“Todos los que deliberan sobre asuntos dudosos deben estar exentos de todo sentimiento de odio, amistad, ira y misericordia.” 

Gayo Salustio Crispo

ÍNIDICE

  1. Introducción...………………………………………………….………………………4

  2. Jueces sin rostro…………………………………………………………...................6

  1. Opinión De La Corte Interamericana De Derechos Humanos……………8
  2. Colombia………………………………………………………………………..9

  3. Perú…………………………………………………………………………….15

  4. Ecuador……………………………………………….……………………….18
  1. Jueces sin rostro y el proceso………………………………………19
  1. México…………………………………………………………………………24
  1. PRD presenta iniciativa en el senado……………………………...26
  2. Bases…………………………………………………………………..27
  1. Jueces federales asesinados de 1987 a 2016…………………………….29
  2. Caso, juez Bermúdez Zacarias………………………………………...…...30
  3. Modelos fallidos……………………………………………………………….32
  1. Comparativa y análisis de derechos y garantías…….……………………………33
  2. Responsabilidad de los jueces……………………………………………………...40

INTRODUCCIÓN

La administración de justicia es una parte fundamental del sistema jurídico.  A través de esta se intenta dar solución a los conflictos con alta relevancia jurídica, a través de la interpretación y aplicación de los distintos criterios y los arquetipos contenidos en las leyes y demás disposiciones generales.  A fin de cuentas, lo que interesa a las partes que se encuentran en un  conflicto no es el significado más o menos abstracto de la ley, sino el sentido final de la sentencia; del acto específico por medio del cual esta administración de justicia dispone la solución de un litigio.

Es el juez quien dicta la sentencia en ejercicio de la función jurisdiccional.  Su misión no puede ser ni más augusta ni más delicada: a él se le ha confiado la protección del honor, la vida y los bienes de los ciudadanos.  Es el depositario de la confianza del pueblo.

 Para este efecto, debe de tener  absoluta libertad para sentenciar en la forma que su criterio y su conciencia le dicten, porque los jueces no tienen más superior que la ley; no se les puede indicar que fallen en su sentido u otro.

El juez debe ser juez y sólo juez;  esto exige, en cambio, que se asegure su independencia económica mediante una adecuada retribución, y cualquier sacrificio en ese sentido quedará ampliamente compensado por una mayor consagración a sus funciones; los jueces federales mexicanos reciben uno de los salarios más altos de Latinoamérica para disuadirlos cualquier tipo de práctica o idea que pueda llegar a nublar sus ideales, su sueldo ronda aproximadamente en los 120 mil pesos mensuales que en moneda americana rondarían los 6 mil dólares.

En los últimos años, México se ha colocado en la cima de la lista de los países más violentos del mundo, datos recabados muestran que la tasa de muertes violentas es la causa de este hecho.

 El sistema de jueces sin rostro surge ante el inminente crecimiento de la criminalidad y violencia dentro de una sociedad, y especialmente cuando la misma llega a afectar al aparato judicial a través de amenazas contra la integridad de sus funcionarios. Cuando factores externos a todo proceso como los antes mencionados se convierten en rectores de la justicia, el Estado debe buscar soluciones. Al existir situaciones que se reiteran constantemente, como las amenazas a jueces, es el propio sistema en pos de alejar al poder judicial de toda influencia externa quien encuentra como salida a su inseguridad al sistema de jueces sin rostro. Si el propio Estado no puede brindar seguridad al funcionario juzgador, el sistema debe hacerlo para que tanto sentencias como demás autos, no pierdan su naturaleza y sean como se estipula en la ley: motivados en Derecho y bajo los preceptos y hechos expuestos por las partes, más no el resultado de una amenaza o influencia.

Los "jueces sin rostro" surgieron en Perú en la década de los 90, en el contexto de la guerra del Estado contra el grupo guerrillero Sendero Luminoso. Posteriormente fueron implementados en Colombia con el Decreto 2790, Estatuto para la Defensa de la Justicia, que supuestamente garantizaría la seguridad de jueces que se vieran envueltos en casos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o con narcotraficantes. La figura también fue aplicada en Italia después del asesinato de los jueces Giovanni Falcone y Pablo Borcellino en mayo y julio de 1992.

JUECES SIN ROSTRO

Durante muchas décadas algunos países han tenido que lidiar con el crimen organizado. Los gobiernos de Estados Unidos, Italia y Colombia, por citar sólo casos emblemáticos, tienen mucha experiencia en esa materia, y por supuesto ahora el gobierno mexicano se suma a ese bloque porque libra una de las batallas más intensas de que se tenga memoria en contra de grupos criminales que atacan a la sociedad en todos los frentes posibles: homicidios, secuestros, extorsiones, robos, narcotráfico, migración, trata de personas, tráfico de órganos, lavado de dinero.

Siendo la administración de justicia un pilar fundamental para el correcto desarrollo de un Estado, la justicia sin rostro surge como necesidad imperante tanto para los juzgadores con la finalidad de resguardar su integridad, como para la sociedad en pos de fallos sin influencias externas. Cuando un Estado llega a aquel punto donde no puede brindar seguridad a aquellos que conforman su ordenamiento judicial, debe de manera inmediata buscar distintas soluciones. Es de suma importancia dotar al juez y a la Función Judicial de la importancia y seguridad que se merece como poder Estatal, es por esto que es evidente concordar con lo expuesto por Roberth Puertas Ruiz al citar que: “[…] no puede existir una buena función judicial sin buenos jueces; esto es, jueces que apliquen las leyes con honestidad, independencia, imparcialidad y capacidad”1.

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