ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA ABSTRACCION DEL COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL


Enviado por   •  1 de Junio de 2014  •  2.304 Palabras (10 Páginas)  •  313 Visitas

Página 1 de 10

LA ABSTRACCION DEL COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL

El punto de vista de la escuela neoclásica respecto a la actividad económica individual puede situarse como la búsqueda de la satisfacción máxima, por tanto, el esquema de una situación económica elemental es el siguiente: un sujeto tiene diversas necesidades; cierta cantidades de bienes están a su disposición y debe elegir entre ellos, bien porque necesita cambiar un bien por otro que no posee o bien porque la imposibilidad psicológica en que se encuentra de satisfacer a un mismo tiempo todas sus necesidades, exige una decisión entre diferentes consumos (en rigor, no es necesario que los bienes seas escasos, basta con darle al consumo limites intrínsecos). En estas condiciones, los “marginalistas” admiten que las satisfacciones (y los deseos) tienen grados de intensidad, asignables de una u ptra manera, y que i para un bien se consideran dosis iguales sucesivamente consumidad, la intensidad del deseo y de la satisfacción decrecerá hasta la sociedad (ley llamada de Gossen). Llamaran utilidad final, o marginal, o de valor de una dosis de bien, para un sijeto en una situación dada, al grado de satisfacción causada por la ultima dosis consumida, o dosis marginal; el “valor” de una determinada cantidad de bienes, para un sujeto que aun no ha --------------, dependería pues, naturalmente, de esa cantidad y, a la vez, de los grados marginales de intensidad de satisfacción (para Jevons, grados de utilidad final; para Walras , “escasez; para Pareto, residuos) de cada una de las dosis que contiene. Se postulara, en consecuencia, que cada una de las cantidades de bienes virtualmente disponibles posee para el, en esta situación, cierto valor, y que por lo tanto podría establecer una nominajerarquica de sus preferencias. (Granger: 1972)

La concepción marginalista termina, pues, por concebir, para un sujeto y para un conjunto de bienes dados, una estructura de las elecciones entre situaciones consistentes en disponer de las adecuaciones constituidas por todas las combinaciones posibles de diversas cantidades de los diferentes bienes disponibles.

Así por ejemplo, dentro de la perspectiva paretiana, la coherencia en el modelo de comportamiento individual se alcanza cuando el sujeto ha llevado al máximo la utilidad total que puede obtener de los diferentes bienes disponibles. Los fundadores del marginalismo llegan, así, al teorema de que en el intercambio de bienes las últimas cantidades intercambiadas son como la parte inversa de las utilidades finales, y de aquí la teoría de la formación de los precios, o valor relativo de cambio en un mercado, según la cual cada Consumidor obtiene del intercambio la utilidad máxima para él.

Por otra parte la perspectiva de Von Neumánn-Morgensternque en su libro Teoría de los Juegos y La Conducta Económica (1947), introduccion en el nodelo de comportamiento y que se hizo célebre con el nombre de juego, plantea que el comportamiento económico es considerado como la elección de la táctica en una situación en al que el conjunto de las tácticas posibles esta determinada por cada uno de los rivales, que saben que beneficios, qué "utilidades" obtienen en todas las combinaciones posibles de sus respectivas tácticas. Ignorantes de cómo habrá de comportarse el rival, puede suponerse que cada cual razonará de mañera tal que haga máximo el más pequeño beneficio que le sea dable esperar.

Vemos, pues, el problema de la determinación de un campo de objetividad susceptible de servir de fundamento análisis deductivos, así como de marco para observaciones empíricas, se presenta, al nivel del comportamiento económico individual en condiciones particularmente favorables a la abstracción. La selección de estructura no está unívocamente gobernada por la experiencia; permanece en libertad, dentro de los límites de no contradicción y verosimilitud empírica, y orientado, sobre todo, por la perspectiva que ha elegido su autor sobre la base del fenómeno.

Este esquema de conducta se aplica a situaciones aleatorias y en determinadas condiciones puede proporcionar una regla de acción. La categoría del comportamiento económico individual se ve, por tanto, trasferida del plano puramente especulativo de las escalas de preferencia al plano práctico de las estrategias de la acción frente al riesgo. En economía sigue siendo; cierto es, ex-re-ada ente abstracto, pues la perspectiva del comportamiento individual lo permite abarcar el nivel elemental del fenómeno. La ciencia moderna descubre que, a otros niveles, los problemas deben formularse en términos diferentes, irreductibles al comportamiento individual.

LA EXTRAPOLACION DEL COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL A LA FIRMA Y EL MERCADO

La teoría del comportamiento económico individual es, fundamentalmente, una teoría del consumidor; en cuanto se considera, así mismo, la producción de bienes, nos vemos llevados a describir el fenómeno económico dentro del marco de un mercado en el que se enfrentan las firmas. Tal es el punto de vista adoptado por Walras en su teoría del equilibrio general y desarrollado por los neoclásicos posteriores a Alfred Marshall: el objeto económico deja de ser considerado como la conducta de un sujeto en las diversas necesidades y en presencia de ciertos obstáculos, para pasar a serlo como la política de producción de una firma en un universo de productores-consumidores en el que los precios de los bienes y servicios delinean su red de compulsiones. Sin duda, los primeros marginalistas y los economistas de Lausana creyeron, con absoluta naturalidad en un paso continuo de la microteoría del intercambio a la macroteoría del mercado.

Aparentemente, todo ocurre, pues, como si el fenómeno económico en gran escala pudiera describirse y hasta deducirse a partir de los procedimientos mismos que han servido para definir la estructura del comportamiento individual.

Pero esta posición racional a priori ha debido muy pronto dar lugar a un reconocimiento mas o menos consciente de la discontinuidad del objeto economico. Renunciando a construir el sistema de los precios a partir de una teoría de los gustos y obstáculos del sujeto individual, se considerará como el conjunto de los precios a que puedan venderse los artículos y de los costos que entraña para cada firma su producción en diferentes escalas. El problema de la economía de la firma, esclarecido por Alfred Marshall y luego por los economistas neoclásicos de Cambridge (Pigou, Joan Robinson), Estocolmo (Wicksell) y sus discípulos, consiste, pues, en determinar los niveles de producción rentables a que pueden funcionar las empresas. La categoría central es la de la perfecta competencia, que caracteriza una situación de la firma en la que ninguna

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (15 Kb)
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com