LA DESHUMANIZACION.
Enviado por TARMA • 17 de Abril de 2016 • Apuntes • 1.360 Palabras (6 Páginas) • 234 Visitas
Humanidad no solo es un conjunto de creencias, costumbres y valores, sino sensibilidad, compasión y bondad hacia nuestros semejantes, al dolor del prójimo, esto no es un conocimiento que se adquiere a través del tiempo, es un sentimiento con el que se nace y debe aumentar durante nuestro camino por la vida.
Mi nombre es ____________________________________________y el tema que vengo a disertar es de inmensa trascendencia social .
LA DESHUMANIZACION
En la actualidad el ser humano ha tenido una evolución conductual e ideológica innegable con respecto a tiempos anteriores, ha cosechado cambios en todo sentido, tanto sociales como tecnológicos, sin embargo, no podemos tomar esta serie de cambios y su evolución como sinónimos ya que se contraponen absolutamente con el significado de la palabra “humano” (caritativo, solidario, bondadoso). Nuestra sociedad, lamentablemente, goza de un pensamiento triunfalista, individualista y egoísta.
Basta solo con echar un vistazo en lo que acontece en nuestro Estado para demostrar la deshumanización del hombre, en la cual, la familia ha tenido gran influencia. Desde pequeños nos implantan una conducta competitiva, donde se busca que el niño sea el mejor del barrio y esté por sobre los demás, aún peor, cada acto del niño conllevará un reforzamiento, premio o castigo, que le creará una conducta a expensas del triunfo. Nuestra educación se maneja sobre parámetros similares, vivimos bajo la condición de calificaciones, que determinarán que tan “capaces e inteligentes” somos y decidirán nuestro futuro. Contrario de ser conductas adaptadas personalmente, la competencia e individualismo son exigencias a las que somos sometidos diariamente, ya que si no “triunfas” no obtendrás nada.
Pero ¿Cómo sensibilizar al hombre en tiempos de crisis y deshumanización? Debo señalar que no sólo se trata de tiempos de crisis y deshumanización sino de tiempos caóticos y criminales, donde estamos empeñados con saña y encarnizamiento en matarnos los unos a los otros. Sé que hay otros problemas, desigualdades sociales, narcotráfico, políticos corruptos, pero también sé que nos estamos matando. Brindamos al mundo día tras día un espectáculo dantesco. Ya no se mata de a uno en una esquina con un tiro en la cabeza ó de a dos o tres miembros de una sola familia, durante una noche siniestra, sino se matan por decenas en un gimnasio en Creel o en una fiesta en Cd. Juárez.
¿Sensibilizar a quién me pregunto? ¿al hombre que huye para salvar el pellejo o al hombre que le disparó? ¿Cómo sensibilizar a un hombre con un arma en las manos? La sola pregunta es ridícula. ¿Acaso al hombre que contempla aterrado el espectáculo por la televisión y teme en sus sueños que esta noche vengan a golpear a su puerta? ¿De qué va a servir la sensibilidad contra las balas?
Lamento decirles que no tengo fé y que me siento en un país miserable y estigmatizado. Por supuesto, estoy del lado de la imaginación y la belleza, del lado de la inteligencia y el amor al prójimo, pero sé también que estoy del lado de los indefensos y siento en las orejas las balas que zumban en uno y otro sentido. ¿Cómo es que la aberración de tantas personas asesinadas no ha terminado con hartarlos, con hastiarlos de sangre e ignominia?
Lo más triste es que ya no importa si eres inocente o no. ¿No son inocentes algunos de los levantados que mantienen amarrados y que victíman con un tiro de gracia ante cualquier intento de rescate? los dejan morir como animales sin la bondad y misericordia que todo ser humano merece. No me hablen de política porque jamás entenderé sus razones, hablen de vida o muerte y, por supuesto, declárenme de parte de la vida. Uno no esta para que les maten a los amigos, ni a los hermanos, ni a los hijos o para que los desaparezcan o los secuestren.
Era necesario basarme en todo lo que acontece a nuestro alrededor para hablar del lado más cruel de la deshumanización y es la posición que como sociedad adoptamos ante esta inevitable ola de violencia y no basta solo una resistencia espiritual patética, por que día con días nos topamos tragedia tras tragedia y en lugar de que ésta tenga algún tipo de cambio radical en nuestros pensamientos y sentimientos tiende a endurecernos hasta llegar al límite de hacernos indiferentes al sufrimiento, nos vamos quedando sin la capacidad de sentir y paulatinamente, sin darnos cuenta, nuestra reacción ante tanta violencia es nula, a tal grado de que preferimos hacer caso omiso de los problemas que hay en nuestro entorno para acallar a nuestra conciencia que nos dice a gritos que debemos estar alerta por que queda muy poca sensibilidad en nosotros.
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