LA INVESTIGACION EDUCATIVA COMO HERRAMIENTA DEL PROFESOR
Enviado por m1ckyz • 19 de Mayo de 2015 • 2.458 Palabras (10 Páginas) • 332 Visitas
UNIDAD I
LA INVESTIGACION EDUCATIVA COMO HERRAMIENTA DEL PROFESOR
Escoger un tema de investigación puede parecer a veces la conquista del Everest para él o la investigador (a) debutante. Es una etapa difícil que exige por empezar cierto número de habilidades técnicas. Escoger un tema es responder al mismo tiempo la pregunta: ¿Por qué hacemos la investigación? ¿Para qué va a servir la investigación que voy hacer? En trabajo social es simplemente normal que se espere unir la investigación y la acción. La investigación debe responder a una necesidad precisa y tener una finalidad: conocer una realidad para poder transformarla y darse los medios para hacerlo. Los resultados buscados deberían por lo tanto facilitar la elaboración correcta de estrategias de lucha o de intervención.
Un tema de investigación tiene que:
• Tratar de situaciones concretas del diario vivir.
• Ver las cuestiones que surgen de la vivencia de la realidad.
• Analizar debates u opiniones sobre las situaciones puesto de manifiesto;
• Averiguar si hay investigaciones llevadas a cabo sobre el mismo tema;
• Hacer una primera selección de las situaciones reveladas;
• Quedarse con una o dos y evaluar las posibilidades de llevar a cabo la investigación de las mismas, es decir considerar los recursos disponibles, la posibilidad de repetición de otras investigaciones, la forma de utilización de los resultados, etc.
DEFINICION DEL ENSAYO
El panorama histórico, aunque lo extendiéramos ilimitadamente, solo nos ayudaría a despejar el terreno, pero no puede darnos una idea clara de lo que buscamos.
Ensayo viene del latín exagium que significa peso y acto de pesar, en el sentido de examen, inspección, reconocimiento, prueba. En este sentido son ensayos las pruebas en que se somete un material para verificar su grado de resistencia; o un motor para comprobar su normal funcionamiento y su potencia. Son ensayos las pruebas a que se somete una representación teatral o una ejecución musical antes de llegar al público; y las que realiza un músico en la combinación de los sentidos o un plástico en la disposición de las figuras, en la combinación de los colores, de las masas y los vacíos, en los esquemas y bocetos previos a la composición imaginada.
El ensayo no solo dice algo sobre algo entiéndase bien: no solo dice algo; que esto lo tienen en común con todas las formas literarias; no solo narra, cuenta, describe realidades objetivas y estados subjetivos, sino que dice algo sobre algo. Y, lo que más importa, no lo dice porque si, gratuitamente, porque el autor siente la necesidad de comunicarse con los otros, de expresar de algún modo lo que excita su imaginación, si no que su decir obedece a los pensamientos, reflexiones y meditaciones que ese algo sugiere. El ensayo recoge y expresa lo que el autor piensa acerca del tema que le interesa, le preocupa o que le a sido propuesto.
El ensayo; dice Ortega, un maestro excepcional en el género; es la ciencia, menos la prueba explicita. Nada Y esto lo dice Ortega para calificar nada menos que sus Meditaciones de Quijote. Yo diría que el ensayo las razones que fundamentan cada afirmación o toma de posición están implícitamente contenidas en el texto, aunque no se las formule de modo expreso ni se las documente con citas. Lo importante es que son razones. Es evidente que el ensayo aunque es un hacer del hombre no lo es en el sentido de la Techne, de lo que hoy llamamos técnica y arte. Sin duda, se puede referir a la técnica y al arte como su objetivo o su tema, pero no lo es el mismo. El ensayo es un hacer pero en el sentido de la poesis, es decir, de lo que los griegos llamaban hacer con palabras.
Algo tenemos, pues, en claro: el ensayo no es un hacer con las cosas, no es técnica ni arte; es un hacer con las palabras es múltiple y muy variado, entre ellos la poesía, quizá lo más distante del ensayo como forma literaria. El ensayo no es tampoco crítica literaria, aunque en muchos casos trasciende sus propios límites, se transfigura en ensayo y deja de ser crítica, total o parcial. Porque si bien el ensayo no es técnica, ni arte, ni literatura, ni economía, ni moral, todos esos quehaceres y creaciones del hombre son temas de su estudio, de su investigación, de su pensamiento, de sus reflexiones y meditaciones.
¿Qué es definitivamente el ensayo? Una vez más: es pensamiento, teoría, ciencia; es un pensar y un decir lo que se piensa sobre el tema que se investiga y que se estudia, sin las trabas formales, el orden sistemático y el aparato critico de los tratados científicos y filosóficos, pero, como estos, reflexivo, consciente, razonado. Y en cuanto es saber y no invención, su método exige claridad, precisión, sujeción temática, aunque dentro del tema se mueve con mayor fluidez y holgura que un tratado, con cierta agilidad y despreocupación, como llevado con un querer que no quiere del todo, que se aproxima y se aleja, ya sea porque el autor no se siente con fuerza para comprender una tarea de mayor vuelo o porque el tema no se lo exige, simplemente, porque no le interesa hacerlo, porque no está en su temperamento, en su modo, en su estilo.
LOS PARADIGMAS DE LA INVESTIGACION EDUCATIVA
EL ENFOQUE POSITIVISTA DEL PROBLEMA DE LA TEORIA Y LA PRÁCTICA
El positivismo ha adquirido un sentido oprobioso, y ha tenido un uso tan amplio y vago como arma para ataques críticos que podemos considerarlo ya desprovisto de todo significado comúnmente aceptado y normativo. Aunque el término se usa en una amplia variedad de acepciones, por lo general se admite que positivismo designa un estilo de pensamiento informado por determinados supuestos acerca de la naturaleza del conocimiento.
La construcción de teorías educativas, en cuanto constituye una actividad racional, está sometida a las normas que las instancias paradigmáticas de teorización que encontramos en la ciencia. La ciencia, y solo ella, proporciona una actitud neutral, porque solo ella suministra métodos que garantizan un conocimiento no contaminando por preferencias subjetivas e inclinaciones personales. El enfoque metodológico que crean estas teorías y que según la mayoría de las interpretaciones de la investigación educativa, goza casi de la consideración de ortodoxo, es el hipotético-deductivo, o sea el sugerido por la moderna filosofía empírica de la ciencia y propugnado.
La ciencia no se ocupa de como surgen las hipótesis ni de cuales sean los motivos de quienes las alucen; solo le importa
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