LA REALIDAD PERUANA “LA POBREZA”
Enviado por turatoncita2809 • 20 de Mayo de 2016 • Trabajo • 1.138 Palabras (5 Páginas) • 229 Visitas
LA REALIDAD PERUANA “LA POBREZA”
Con la mirada hacia el suelo, sin mirar a nadie, por más que muchos pasaron cerca de ella, con un gorro común que le cubría el rostro, ayudando a ocultar su edad, mientras tanto con un brazo sostenía y abrazaba con firmeza a un niño, el cual tenía una mirada perdida sin saber exactamente por qué no podía moverse como los demás en ese lugar, el otro brazo, extendido, sosteniendo con la mano, un gorro parecido al que llevaba puesto en la cabeza, ese gorro que esperaba con ansias que caigan algunas monedas dentro.
Al seguir caminando y pensando en que cosas llegare a ver durante todo mi recorrido se venían a mi mente muchos pensamientos como que podríamos hacer para que se acabe tanta pobreza que existe y así como también el porqué de la mayoría de madres que venden caramelos o piden limosna son madres adolescentes que en vez de estar buscando un futuro mejor se encuentran en esas situaciones y así fui avanzando con esas interrogantes en mi cabeza.
cuando llegamos al puente de la Av. Grau, el tránsito de personas era intenso, algunos quizás se dirigían al trabajo, otros a clases o a donde sea que fuesen; todos con un objetivo en la mente sin mirar a su alrededor, mientras que, en una esquina, una mujer sentada con el rostro lleno de pena y quizás de vergüenza, pedía algunas monedas para poder alimentarse.
Las personas, llenas de perjuicios intentaban pasar lejos de ella como si tuviera una enfermedad contagiosa o como si al tocarla serian maldecidos.
Sin mirarla algunos se ponían la mano al pecho, se acercaban con algunas monedas o un pedazo de pan para que puedan saciar su hambre.
Continuaba mi recorrido y seguía pensando en la situación de nuestra sociedad; a dónde deberían recurrir para que les ayuden o les den un trabajo en la que puedan llevar el sustento de sus casas.
Mientras transitaba por los puentes de la Av. Grau pude ver una mujer en cunclillas sosteniendo a su pequeño hijo en su antebrazo y con el otro le cubría el rostro para protegerle del humo de los carros.
Esta mujer, no solo pedía caridad, sino que en la otra mano sostenía una bolsa de caramelos los que ofrecía a cambio de unas monedas.
Lo que más me sorprendido fue cómo algunas personas que pasaban por su lado, expresaban en su rostro un: “que haces aquí malogras el camino”. Sin pensar, que tal vez nosotros podemos llegar a estar en la misma situación. O sin detenerse pensar en cuál será el futuro de nuestros hijos si desde ahora nosotros discriminamos a estas personas por la condición en la que se encuentran: no somos distintos, superiores o inferiores son SERES HUMANOS.
con un poco más de frio, pasando por el Jr. de la Unión pude observar cómo dos mujeres de avanzada edad yacían sentadas en una vereda, una comiendo rosquitas y la otra tomando gaseosa de almuerzo; para así seguir trabajando en la venta de dulces en los carros. Mientras las observaba, una de ellas se me acerco y me dijo:
-¿quieres? (Ofreciendo lo que comía)
Mirándola le sonreí y me puse a pensar, que personas quienes no tienen qué comer, siempre piensan en el prójimo; mientras que otras, teniendo más (economía) no lo hacen.
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