La Ciudad Antigua
Enviado por kareeboop • 6 de Agosto de 2013 • 4.624 Palabras (19 Páginas) • 370 Visitas
INTRODUCCIÓN
Este trabajo es muy interesante ya que nos ayuda a entender de donde viene nuestro derecho, nuestras costumbres, nuestra forma de organización y de vida, formas de sancionar, etc. Y cómo es que todos estos aspectos que vivimos en la actualidad fueron evolucionando con el paso del tiempo.
Mencionare algunas instituciones reguladas en la época Precolombina contrastadas con su regulación actual. Es muy interesante ver cómo desde esa época se empezó a desarrollar el Derecho y la manera en que los hombres trataban de aplicarlo y trataban de darle una explicación a las cosas.
En este trabajo se muestra claramente la importancia que tiene la Historia en el Derecho y de igual manera la relación que tienen. No cabe duda que sin el estudio de la Historia no sería posible ver el Derecho como hoy en día lo tenemos, lo practicamos, lo aplicamos.
Sin la Historia no se sabría el porque de las cosas y en la actualidad se cometerían mucho errores al tratar de regular ciertas conductas, ya que no se tendría el antecedente de las consecuencias que implica tomar esas decisiones. En cambio, nosotros que podemos estudiar los hechos históricos pasados, podemos evitar errores que nuestros antepasados tuvieron, y así poder tener un Derecho limpio y más justo.
El tema principal de este trabajo de investigación es acerca del libro “La Ciudad Antigua” de Fustel de Coulange, el cual nos habla de todo un proceso de evolución en las sociedades, tocando temas como: la religión, la familia, el matrimonio, la adopción, la ciudad, las leyes, formas de organización, formas de organización, territorio, costumbres, sucesiones, parentesco, la Gens, la propiedad privada, etc.
“LA CIUDAD ANTIGUA” de Fustel de Coulange
El hombre se formó al principio sobre su propia naturaleza, sobre su alma y sobre el misterio de la muerte. Las generaciones más antiguas se consideraban a la muerte, no como una disolución del ser, sino como un mero cambio de vida. Durante mucho tiempo también se creyó que en esta segunda existencia el alma permanecía asociada al cuerpo.
En los ritos de sepultura se mostraba claramente que cuando se colocaba un cuerpo en el sepulcro, era algo viviente la que ahí se colocaba, se creía que continuaría viviendo bajo la tierra; también creían que sin la sepultura el alma era miserable y que gracias a la sepultura adquiría la eterna felicicdad.
En las ciudades antiguas a las grandes culpables la ley les inflingía un castigo terrible, la privación de la sepultura, de esta manera se castigaba al alma misma y se le inflingía un sufrimiento casi eterno. También establecieron una religión “subterranea” donde las almas, lejos de su cuerpo, vivían juntas y se les podía aplicar pena sy recompensas, según la conducta que habían tenido durante su existencia, sin embargo, el hombre no tenía que rendir cuentas de su vida anterior. Por otra parte se creía que el ser que vivía bajo la tierra no estaba completamente emancipado de la humanidad, por la que aún tenía la necesidad de alimentarse, se rodeaba la tumba con guirnaldas de hierba y flores, se dopositaban frutas y sal, y se derramaba leche, vino y a veces sangre de víctimas para la persona exclusivamente.
Estas antiguas creencias perduraron mucho tiempo y su expresión se encuentra todavía en los grandes escritores de Grecia. Piensan los hombres que las almas viene de lo profundo por la comida que se les trae. Entre los griegos había ante cada tumba un emplazamiento destinado a la inmolación de las víctimas y a la cocción de su carne. La tumba romana tenía su culina, que era una especie de cocina muy particular para el uso exclusivo de los muertos.
Se creé que los muertos se nutren de los alimentos que se colocan en su tumba y beben el vino que se derrama sobre ella, de modo que al muerto que nada se le ofrece, está condenado a hambre perpetua. Esta creencia a gobernado las almas y a regido las sociedades, y las instituciones domésticas y sociales emanan de esta fuente. Para ellos cada muerto era un dios. Los griegos consideraban a los muertos como seres divinos que gozaban de una existencia bienaventurada. Sin embargo, era necesario que lasofrendas se les tributasen regularmente por los vivos, si esto no ocurria así el alma huía de su apacible estado y se convertía en un alma errante que atormentaba a los vivos. La religión de los muertos parece ser la más antigua que haya existido, el hombre ha sentido la presencia de la muerte como algo sobre natural y como un misterio.
En la religión primitiva cada dios sólo podía ser adorado por una sola familia, la religión era puramente doméstica. En Grecia la ofrenda de los muertos solo podía hacerse por sus descendientes, los alimentos se depositaban en la tumba y los sacrificios se realizaban siempre conforme a los ritos. Para la religión doméstica no había reglas uniformes, ni un ritual en común, cada familia poseía una independencia completa, ningún poder exterior tenía el derecho de regular su culto o creencia. La religión residia en la casa, cada casa tenía a sus dioses, cada dios protegía a su familia y sólo era dios en una casa.
La primera institución establecida por la religión doméstica fue: el matrimonio. Esta religión del hogar se transmitía de varón a varón, sin embargo, no pertenecía exclusivamente al hombre: la mujer tenía su parte en el culto.
La ceremonia no se realizaba en templos, sino en la casa, y la presidía el dios doméstico. La ceremonia de los griegos se componía de tres actos:
-Casa paterna, rodeado de su familia, ofrece un sacrificio. Pronunciaba una fórmula sacramental declarando que entrega su hija.
-Se transporta a la joven a casa del marido quien la conduce. Se coloca a la joven en un carro con el rostro cubierto con un velo y en la cabeza una corona. Su traje era blanco. Se la precede con la antorcha nupcial y la joven no entra por su propio pie a la morada. Es preciso que el marido la alce.
-Acercándose al hogar, se coloca a la esposa en presencia de la divinidad doméstica. Se recitan algunas oraciones. Especie de ligera comida.
Para la ley romana era muy importante no dejar caer ningun culto domestico, “No hay hombre que, sabiendo que ha de morir, tenga tan poco cuidado de sí mismo que quiera dejar a su familia sin descendientes, pues entonces no habría nadie que le tributase el culto debido a los muertos.” Todos tenían el interés de dejar un hijo tras sí, ya que estaban convencidos de que se trataba de una inmortalidad dichosa, también era un deber con sus antepasados, porque se creía que su felicidad solo duraría lo que durara
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