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La Comunicación Educativa


Enviado por   •  24 de Enero de 2014  •  2.125 Palabras (9 Páginas)  •  230 Visitas

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Presentación:

La comunicación educativa en el proceso de enseñanza aprendizaje que permite acrecentar en el alumno su participación y creatividad, es una variante de comunicación interpersonal que tiene la fuerza formativa y cambiante de la personalidad, generando cambios internos y conductuales a corto, mediano y largo plazo por ser un proceso continuo y sistémico, enlazando la unidad de lo afectivo, lo cognitivo y lo conductual.

La comunicación educativa constituye un aspecto central a tener en cuenta para el éxito de todo proceso de desarrollo de habilidades, capacidades y valores y, en general, para el desarrollo integral armónico de la personalidad del educando.

La actividad docente y la educación, se convierta en un ejercicio de comunicación, donde docentes y estudiantes deben establecer una relación empática para que se produzca un clima afectivo que le permita al estudiante bajo la acertada orientación del mismo convertirse en el principal protagonista de su aprendizaje.

Desarrollo

El hombre es un ser social por su naturaleza, al aparecer el trabajo, la sociedad y la conciencia humana surgen grandes cambios que marcan diferencias sustanciales con el mundo animal.

Es precisamente todo ello lo que desarrolla el pensamiento del hombre y genera nuevas formas de interrelacionarse, con el paso del tiempo llega de manera más eficiente del lenguaje hablado, al uso de las palabras como el medio más importante de la comunicación. El lenguaje sentó las bases para el desarrollo de la conciencia moral y el arte así como la aparición, ya en la sociedad dividida en clases, de la ciencia.

Al inicio la Filosofía es quien se ocupa de estudiar los asuntos de las relaciones entre los hombres o sea de la comunicación; sin embargo en aquel entonces los filósofos llegaban a la concepción idealista de la vida social hasta que Carlos Marx y Federico Engels superan las opiniones dominantes de la época, para ofrecer una explicación materialista de la humanidad con la creación de la Filosofía Marxista que afianzó el Materialismo dialéctico, superando el carácter contemplativo del mundo, al demostrar el inmenso significado de la práctica.

Para Engels (1975: 170) “…el lenguaje es tan antiguo como la conciencia y su surgimiento se debe a partir de la necesidad, de la imperiosidad de la comunicación entre los hombres…”.

El estudio de la comunicación es tan antiguo como la actividad humana en que se manifiesta. El análisis marxista de la esencia del hombre como conjunto de relaciones sociales que tienen lugar en la actividad práctica sienta las bases para la comprensión científica de la comunicación en su dimensión social.

En tanto el conocimiento de la educación como agente condicionante del desarrollo de la humanidad se hace evidente desde el pensamiento pedagógico pre-científico, tan es así que en el devenir de la Pedagogía como ciencia se observan distintas tendencias que afrontan de manera divergente la educación del ser humano y con ella las concepciones en torno a los procesos de enseñanza y aprendizaje, del rol del profesor y del estudiante en la dirección de dichos procesos y consecuencia de la comunicación que se establece en dicho proceso.

Por tal motivo podrá situarse un primer momento en la evolución de la comunicación relacionada a la pedagogía que data de la Antigüedad con los criterios de la pedagogía helénica: los sofistas, Sócrates Y Platón, y pueden ser rastreados en la pedagogía cristiana: Clemente de Alejandría, San Agustín y Santo Tomás reconociendo estos como elementos esenciales el diálogo entre el maestro y el alumno.

E. Ortiz (2000: 29) hace referencia a la consistencia de este método pedagógico empleado por los autores anteriormente mencionados porque presupone estar abierto al otro y la verdad, a escuchar y buscar juntos.

Todo esto forma un pensamiento avanzado para la época y sienta las bases para la evolución de la idea acerca de la formación de un profesional que orienta su actuación en el ejercicio de la profesión con iniciativa, fruto de una adecuada orientación y la posibilidad de activar el rol del educando mediante un proceso participativo y dialógico.

La Pedagogía Tradicional como tendencia del pensamiento pedagógico comienza a germinar en el siglo XVIII a partir del surgimiento de la escuela como institución, y del advenimiento de la Pedagogía como ciencia en el siglo XIX, así los contenidos de enseñanza se erigen no solo en conocimientos sino también en valores guardados por la humanidad y transferidos por el docente con el inconveniente de resultar una transmisión mecánica de verdades absolutas desligadas del contexto social e histórico donde se desarrolla el proceso.

Esta etapa se caracteriza por la enseñanza eminentemente expositivo, donde el papel decisivo lo juega el educador y la evaluación se produce de manera reproductiva, centrada en la calificación del resultado.

Esta en contra de la relación profesor-alumno es autoritaria fundamentada en el concepto de que el alumno es un receptor de información, resultando un proceso eminentemente unidireccional, donde el profesor es el transmisor y el estudiante un receptor pasivo de información, estando omitidas la participación y el dialogo entre profesores y estudiantes.

Desde la Pedagogía Tradicional no es posible potenciar la formación integral del estudiante, en este sentido M. Ojalvo y otros (1999: 53) expresan: “Esta pedagogía puede ser autoritaria o paternalista, no forma al educando y solo lo informa, en el mejor de los casos. Este modelo educativo asume una forma de comunicación monologada, ‘bancaria’ que funciona con el esquema clásico de transmisión de información del emisor (profesor) al receptor (alumno)”.

Varela y Morales (1991: 118) sentenció: “El que piensa bien habla bien. Jamás un correcto lenguaje fue el compañero de unas ideas inexactas”, Y refiriéndose a los maestros: (1991: 171) “… mientras más hablen menos enseñarán... un maestro debe hablar muy poco, pero muy bien, sin la vanidad de ostentar elocuencia y sin el descuido que sacrifica la precisión.” La gloria de un maestro es hablar por la boca de sus discípulo.´´

Sanguily (1962: 30) cita una afirmación pertinente en la práctica pedagógica relacionada al problema de la comunicación de José de la Luz y Caballero (1800-1862): “Entre otras mejoras he introducido aquel admirable método explicativo que tanto aplaudimos. Yo lo he hecho extensivo a toda la enseñanza. Conmigo no hay escapatoria, todo ha de ser razonado, todo con su cuenta y razón...”

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