La Educación virtual

La educación virtual

La educación es la enseñanza o transmisión de determinados conocimientos a una persona, para que esta adquiera una formación específica. Este tipo de prácticas se suelen dividir en función de la forma en que se transmita la información, es decir, existe educación presencial, donde los estudiantes asisten personalmente a instituciones, y educación virtual (también llamada educación en línea), donde los temas a tratar se transmite, en su mayoría, de manera telemática, o como la ha definido el ministerio de educación nacional de Colombia “la educación virtual hace referencia a que no es necesario que el cuerpo, tiempo y espacio se conjuguen para lograr establecer un encuentro de diálogo o experiencia de aprendizaje. Sin que se dé un encuentro cara a cara entre el profesor y el alumno es posible establecer una relación interpersonal de carácter educativo”. En la actualidad, esta última se encuentra en auge en consecuencia de las condiciones sanitarias durante esta pandemia. Cabe mencionar que, gracias a los grandes avances científicos y tecnológicos que se han mostrado en las últimas décadas, este tipo de educación ha mostrado un sinnúmero de posibilidades para la realización de trabajos, proyectos e informes manteniendo en todo momento una educación de calidad, al mismo tiempo que facilita el aprendizaje independientemente del espacio donde se encuentren los educandos.

En este documento se analizaran las ventajas y desventajas que ha mostrado hasta ahora este tipo de enseñanza; el argumento más optimista, y en el que coinciden la gran mayoría de estudiantes, es la disponibilidad del material de estudio sin distinción del lugar de estudio, y en muchas ocasiones, de la hora, dado que, muchos docentes ponen a disposición de sus alumnos los diferentes temas que deben enseñarse. Además, estudiar virtualmente, ha ayudado a muchas personas de bajos recursos que se ven obligadas a trabajar para poder pagar sus estudios, alquiler y/o comida, y por ello, no tienen el tiempo suficiente como para asistir a clases presenciales.

Una de las mayores desventajas de este tipo de educación la sufren las carreras profesionales inclinadas a las ciencias, pues, la gran mayoría de estas, requieren el uso de laboratorios para que los estudiantes realicen diferentes tipos de trabajos de manera experimental y ponga en práctica los conocimientos adquiridos teóricamente, como por ejemplo, muchos químicos realizan en sus prácticas el conocido proceso solvey, el cual, es una de las formas más antiguas y usadas para la producción del ácido sulfúrico. Este proceso es muy importan gracias a que el nivel de industrialización de un país se mide en función de la cantidad del ácido anteriormente mencionado.

Por otro lado, este sistema pone en evidencia la desigualdad digital que hay en la sociedad, por ejemplo, según un estudio del instituto nacional de estadística (INE) de España, en el 2019 se ha comprobado que el 11% de los menores de 15 años no tienen acceso a tecnologías de información y comunicación (TIE) en sus casas. Siendo este un país industrializado y perteneciente a la Unión Europea (UE), aproximadamente, uno de cada diez niños no dispone del material adecuado para poder estudiar, y si se trasladan estos datos a los países menos industrializados (como lo son los latinoamericanos), se puede afirmar que este porcentaje incrementa. Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es la accesibilidad a internet en casa que, según la página oficial del ministerio de tecnologías de información y comunicación de Colombia, en 2019 el 50% de los hogares colombianos no tienen internet, esto conlleva a que la población vulnerable se vea en desventaja frente a los adinerados, remarcando más (si es eso posible) la diferencia educativa entre estos dos colectivos. Este porcentaje no debe de sorprender, debido a que, según reveló el DANE, en 2018 el 22.9% de la población colombiana vive en zonas rurales donde la cobertura de las compañías de tele-comunicas no es muy buena, donde hay muchas personas de la tercera edad y de no tan avanzada edad que no saben cómo usar las nuevas tecnologías, no les interesan, no tienen el dinero suficiente como para costearlo y/o piensan que son una mala influencia para ellos y sus familias.

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