La Noche Como Plataforma
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Universidad Politécnica de Puerto Rico
Escuela de Arquitectura
La noche como plataforma simbólica del colectivo ilusorio en reacción al
imaginario individual
Alfredo R. Capo Hernandez
# est 52261
ARCH-3030 secc. 12
Prof. Javier Santiago
31 mayo 2012
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ABSTRACT
La noche como plataforma simbólica de colectivo ilusorio en reacción al
imaginario individual
La capacidad ilusoria y representativa de la noche sufrió un cambio a
partir de la integración de la electricidad. La arquitectura por su materialidad es
representativa de esto. Después de analizar la dicotomía filosófica de Apolo y
Dionisio en la mitología griega, la ciudad de Paris del Siglo XIX, y los primeros
cuarenta anos de la Alemania del siglo XX, se pueden observar como los
avances producidos por la electricidad generan un debate entre la materialidad y
la inmaterialidad del objeto arquitectónico junto con una distorsión perceptiva
causada en el sujeto. La investigación se concentro en los primeros cuarenta
anos de Alemania del siglo XX por que es aquí donde primero se comienza a
utilizar el termino arquitectura de la noche. Debido a que estos proyectos
presentan un interés particular en el uso de la iluminación eléctrica nocturna
para crear un paisaje simbólico. Entrando así en contradicción la intensión de
colectivizar al sujeto mediante la eliminación del espacio para la expresión
individual y la realidad del sujeto que experimenta este paisaje ilusorio.
3
“Por la noche los edificios tienen que dormir” 1
- Alvar Aalto
El tema de la noche en la arquitectura no es abordado de manera
frecuente ya que generalmente era pensada para existir en el día. Es la noche
donde no se define nada y se requiere una utilización de los demás sentidos y
de la imaginación para reconstruir un sentido de orientación perdido. Con la
llegada de la electricidad estas noches se iluminan, permitiendo así el
desplazamiento del sujeto hacia nuevas experiencias. Civilizaciones antiguas se
regían por la alternancia entre el día y la noche para su ritmo de vida cotidiana e
incluso mitificaron los mismos en las figuras de Apolo y Dionisio, evidenciado en
la mitología griega. El ritmo natural es alterado con la integración de las
lámparas de gas en la ciudad del siglo XIX experimentada por el “Flaneur” de
Walter Benjamin en París, en donde se hace referencia por primera vez a una
capacidad ilusoria y alusiva de la noche. En el siglo XX el sistema eléctrico
estaba en desarrollo y países como Alemania hacia uso de las capacidades de
la iluminación nocturna para transmitir un mensaje y representar el poder a la
vez.
La antigua Grecia mitifico el día y la noche en las figuras de Apolo y
Dionisio. Apolo es el imaginario del sujeto que se mide por la moderación. Un
sujeto que experimenta la naturaleza con mesura y conociendo sus limitaciones.
Contrario a la figura de Dionisio quien representaba el desorden, Dios del vino y
de la fiesta. Es la figura dinámica que no puede ser enmarcada por los límites
establecidos. De momento el mundo se libera de los ritmos cotidianos y esto
produce “entusiasmo”. Dionisio necesita de Apolo para aparecer en la vida
humana porque Apolo representa el orden estructurado del día a día. El ritmo
monótono que obliga a tratar de escapar mediante la ilusión, para tener el placer
que la realidad ya no te da.
1
Nightscapes:
Nocturnal
landscapes
p.25
4
En el siglo XIX comienza el proceso de iluminación de la ciudad mediante
la lámpara de gas. París es ejemplo de estas innovaciones de la iluminación
nocturna de la ciudad.“Paris, a “lookin-glass city”, dazzled the crowd, but at the same
time decived it. The city of lights, it erased night’s darkness… The city of mirrors in wich
the crowd itself became a spectacle.”2 Ejemplo de cómo la iluminación eléctrica
comienza a borrar el imaginario maligno que tenía la noche anteriormente y
permite su desplazamiento hacia nuevas actividades. Se comienzan a
multiplicar los lugares de encuentro: los cafés, los paseos, y las avenidas
constituyen ahora espacios “públicos” y se comienza a generar una forma de
vida de tarde y de anochecer. La ciudad entra en un proceso de
aburguesamiento de diferentes espacios urbanos3. Walter Benjamin emplea el
término “flaneur” del poeta francés Charles Baudelaire en el cual este sujeto
ambiguo puede ser tanto individuo como espectador. Susan Buck-Morss en su
texto “The Dialects of seeing” menciona las arcadas como el “templo original de
las comodidades del capitalismo” y el precursor de las tiendas por departamento
en donde las comodidades presentadas crean una ilusión a través de grandes
ventanales4. Las arcadas contaban también con “panoramas”, una atracción
común en la cual el sujeto es bombardeado con imágenes que crean la ilusión
de movimiento en el paisaje. Este sujeto tiene la capacidad de generar
significado estético del público o de lo que lo rodea. El “flaneur” en principio se
entendía como el individuo en la ciudad, pero a principios del siglo XX ya
Benjamin observa como se va saliendo del individualismo y comienza a
visualizarse como un colectivo. El “flaneur es ejemplo del primer sujeto que
puede experimentar la noche. Un sujeto que hace uso de los sentidos para
experimentarla y reconstruir un imaginario de esta. Benjamin explica como este
sujeto luego se comienza a objetivizar a causa de fórmulas sociales modernas.5
Entrando entonces el sujeto en un proceso de colectividad.
2
Dialects
of
seeing
p.81
3
Dialects
of
seeing
p.80
4
Dialects
of
seeing
p.83
5
Dialects
of
seeing
p.306
5
“Streets are the dwelling place of the collective. The collective is an
eternally unquiet, eternal being that—in the space between the building fronts—
experiences, learns, understands, and invents as much as individuals do within
the privacy of their own four walls. For this collective, the glossy enameled shop
signs are a wall decoration as good as, if not better than, an oil painting in the
drawing room of a bourgeois...More than anywhere
...