La Practica Artistica Y El Derecho
Enviado por mercyurrea • 23 de Octubre de 2013 • 727 Palabras (3 Páginas) • 361 Visitas
NOMBRE DE LA MATERIA Formación Ciudadana
PROFESORA Luz A Granda
ALUMNO Mercy Esperanza Urrea Barragán/ mercyurrea@hotmail.com
PROGRAMA Colombia Creativa // cohorte Cúcuta
TEMA Derecho y mi ejercicio como docente
Ejercicio 3 Ensayo de el derecho en mi práctica artística como docente.
LA PRACTICA ARTISTICA Y EL DERECHO A LA LUZ DE LA EXPERIENCIA DE MERCY URREA. ARTISTA ESCENICA. CUCUTEÑA.
Para iniciar este trabajo quiero tomar las frases de mi maestra cuando dijo: “el derecho antes pertenecía a las artes”. Pienso que indiscutiblemente debió haber sido así. Pero, ¿por qué hoy en día, se hallan distantes o por lo menos el sistema lo hace ver así? De hecho los artistas siempre estamos luchando constante e incansablemente por esa reivindicación de los derechos humanos y a veces, se nos tilda de locos, viciosos y algunos más letrados nos llaman utópicos. Además creo que es un mecanismo de defensa del mismo sistema porque a través de la historia se ha demostrado que los artistas han generado cambios en la sociedad y revolucionan con su quehacer artístico. Esto me hace preguntarme ¿Qué es lo que hace que yo como artista de teatro y en mi ejercicio de docente o líder muchos procesos en terreno trabaje tan ligada el teatro y el derecho?
Pues antes de llegar a una posible respuesta a esa pregunta me voy a permitir contextualizar al lector en el desarrollo de mi práctica artística. La cual ejerzo de un forma consciente y apasionada, pues, es realizada en las comunas más vulneradas de la ciudad, mayoritariamente con jóvenes que infortunadamente, llegan desplazados, a causa del lamentable y No justificable “conflicto social y político Colombiano”, en este caso, emigran de la región del Catatumbo.
Ya se imaginará amigo lector en qué condiciones físicas, económicas y sobretodo en que condiciones Psicológicas, llegan a enfrentarse a esta selva de cemento, con multitud de temores. A ser señalados peyorativamente como “desplazados” que para la ignorancia del citadino promedio, es casi sinónimo de “indigente, pedigüeño, limosnero, pordiosero o en el mejor de los casos, el digno de lástima”.
Sin embargo, a pesar de tantos problemas y temores estas personas, vienen cargadas con muchos conocimientos, aprendizajes, cantidad de sueños, humildad y mucha fé.
Y son estas cargas positivas que tomo, yo una residente de la misma ciudadela a la que llegan; “una convencida de que este mundo solo es mejor si protesto menos y propongo más, si acciono más y hablo menos”. Bajo estas convicciones me dirijo al terreno con mis conocimientos y mi pedagogía del “afecto” una mezcla de pedagogía de Vigotsky, con algo de Freire, Hanna Arendt, y algunos más, adicionado de un toque personal. Implemento mis temas de derecho, ley de la juventud, mecanismos de gestión de conflictos, ley 387 entre otros y mediante
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