La Practica Docente

CURSO PROPEDEUTICO “MAESTRIA EN INNOVACION EDUCATIVA”

ALUMNA: YOANDA SANCHEZ PEREZ

“MI PRACTICA DOCENTE EN EL AULA”

¿Hacia dónde va mi práctica docente?, esta sin duda es la pregunta que me he replanteado al observar las acciones que realice diariamente durante un periodo corto pero significativo, al ser juez y parte del quehacer diario dentro de mi aula, al poner en una balanza lo que pretendo hacer con lo que realmente hago. Para personas ajenas a lo que implica, la práctica docente es pararse frente a un grupo y dar una clase basada en una planeación de la cual se obtengan resultados cuantitativos, sin embargo para los docentes que estamos frente a grupo el replantearnos si verdaderamente este tipo de práctica es la adecuada para nuestros alumnos, para el logro de aprendizajes e incluso para el desarrollo del quehacer docente nos lleva a dudar de la propia práctica para llegar a la crítica de manera consciente, reconociendo así la manera en que se lleva a cabo la labor de educar dentro del aula.

Sin embargo para llegar a esa crítica consiente se ha de tener claro ¿qué es la práctica docente? Lazaro Uc Mas nos explica que:

“Práctica educativa es el hecho mismo de enseñar para generar aprendizajes en el otro, pero para convertirse en práctica docente es necesario realizarla en espacios institucionales como escuelas y aulas teniendo como intención fundamental generar procesos de aprendizaje. Práctica docente es aquella relación entre personas que concreta una intención educativa, entendiendo por ello la capacidad de una persona para crear las condiciones para que otra persona aprenda lo que la primera quiere lograr”.

Es decir práctica docente es aquella que se da entre un maestro y alumno dentro del aula y de la cual el segundo obtiene un aprendizaje que el primero debe constatar se dio dentro de la interacción de la clase.

Hasta hace muy poco consideraba que mi labor docente mantenía la visión de tomar en cuenta a mis alumnos como seres capaces de opinar, sentir y actuar por lo que buscaba centrar mi trabajo en sus características y necesidades sin dejar a un lado el programa educativo, creyendo que de esta manera favorecía en ellos el desarrollo de aprendizajes que ampliaran sus conocimientos y los pudieran aplicar a la vida diaria, sin embargo después de observar una clase de mi propia práctica docente he venido a replantearme si realmente estoy favoreciendo esto de manera integral para el beneficio de mis alumnos.

Como docente valoro mi desempeño frente a los niños y considero que mis saberes son propios para lo que quiero desarrollar en los alumnos, sin embargo la manera con la que yo misma pude verme expuesta me lleva a revalorar la manera bajo la que me permito dar clase. En este punto puedo reconsiderar si realmente permito que mis alumnos expresen mayor autonomía creando así oportunidades de aprendizaje donde ellos se enriquezcan a partir de las experiencias realizadas y que a la vez me puedan proporcionar herramientas que sirvan para valorar el avance significativo que están logrando con ello.

Para llegar a la reflexión anterior tuve que observar mi quehacer dentro del aula, utilizando para ello la documentación en video y dos registros escritos, los cuales fue difícil elaborar de manera amplia y descriptiva ya que muchas acciones y diálogos solo se identifican al estar observando constantemente los videos de clase. También ha sido difícil dejar de ser maestra y justificar las acciones observadas para convertirme en un investigador que vea de manera objetiva lo que sucede dentro del aula, la intensión y el propósito que se generan con las acciones realizadas.

El jardín de niños “Santos Degollado” de la comunidad Panales, Victoria, es donde desempeño mi labor como docente en la actualidad, el grupo atendido es multigrado con un total de 24 alumnos (13-1ro., 5-2do., 6-3ro.) por lo que las edades varían de los 3 a los 6 años. El jardín de niños se encuentra a la mitad de la comunidad frente a la iglesia, cuenta con servicio de luz y agua, las instalaciones se tratan de mantener en buen estado aunque la infraestructura no es muy buena. Existen dos aulas dentro del preescolar usando para clases solo una de ellas, la interacción de los niños con la educadora es de respeto y entre pares se favorece la convivencia, la práctica de valores y el trabajo colaborativo.

Para comprender mejor la manera en que se estructura la práctica docente dentro del aula considere viable realizar dos autorregistros y analizarlos, para ello los registros se dividieron en momentos, Adriana Piedad García y José Luis Dueñas dicen: “cuando se quiere conocer la forma en que los profesores organizan el tratamiento de los contenidos o la organización que tiene el desarrollo del plan de clase, es conveniente utilizar la segmentación o identificación de bloques de actividades dentro de los hechos contenidos en un autorregistro. Esto permite identificar los distintos momentos que conforman la secuencia metodológica utilizada teniendo así un primer acercamiento a los aspectos que caracterizan la forma de trabajo de los profesores”.

El primer registro realizado me permitió observar la manera en que llevo a cabo la práctica educativa, me di cuenta que mi hacer en realidad varia sobre la percepción que tenía sobre ello y aunque realmente me enfoco a lo que pretendo desarrollar con mis alumnos descubrí que la manera en que me conduzco dentro del aula puede modificase en aspectos como no repetir tanto lo que los niños mencionan, el permitir que los alumnos expresen mucho mas sus ideas, el dar el tiempo necesario para que los infantes compartan impresiones entre ellos y conmigo como educadora. Este registro me confronto

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