La Sexualidad
Enviado por YUSLEMIS • 6 de Mayo de 2012 • 2.396 Palabras (10 Páginas) • 287 Visitas
programa educativo enmarcado en la forma Cómo educar a los niños especiales acerca de la sexualidad.
Programa de Educación Sexual dirigidos a niños especiales
Todos los niños inician sus vidas entre personas sexuales, de modo que el enseñar sobre sexualidad debería ser algo que ocurriera durante toda la vida. Los chicos con problemas de desarrollo no son una excepción. Al ofrecer información y abordar los temas en edades tempranas, le permite reforzar conceptos a lo largo de amplios periodos de tiempo y de una más amplia variedad de situaciones de la vida real, razón la cual se diseño el presente programa el cual tiene los siguientes objetivos:
Objetivos General Identificar las estrategias formativas sobre educación sexual a aplicar a los niños con necesidades educativas especiales.
Objetivos Específicos
La información sexual
"La información sexual no puede reducirse a dar cuenta de los cambios anatómicos y fisiológicos que se producen en la pubertad, sino que habrá que enmarcarlos en una dimensión humana y trascendente" sostiene el autor.
Aunque en el mundo educativo se habla de educación sexual, esta expresión puede olvidar que lo sexual está ligado a la educación de la afectividad en donde encuentra su verdadera dimensión humana.
Ciertos medios de comunicación presentan una imagen de la sexualidad como algo solamente biológico, que se debe manifestar con toda espontaneidad. Es cierto que la sexualidad es una característica del ser humano, pero no se puede reducir el amor al sexo y a relaciones genitales. Por esta razón es más propio hablar de información sexual y educación de la voluntad, como elementos que conduzcan a una maduración de los sentimientos y el encauzamiento de las pasiones, como medios para la educación para el amor.
La información sexual no puede reducirse a dar cuenta de los cambios anatómicos y fisiológicos que se producen en la pubertad, sino que habrá que enmarcarlos en una dimensión humana y trascendente, sabiendo que las facultades específicamente humanas como la inteligencia y la voluntad han de dirigir esta capacidad del ser humano hacia el fin previsto por Dios.
Los padres no pueden esperar a hablar de estos temas en la adolescencia, sino que en los años anteriores han debido informar según la mentalidad de los chicos. Se pueden tener en cuenta cuatro requisitos para dar una adecuada información sexual:
- Que se dé en el momento y lugar oportuno.
- Que la información sea verdadera.
- Que surja con naturalidad en la conversación de padres e hijos.
- Que el diálogo sea personal, nunca en grupo.
Esto presupone una disposición constante de los padres para el diálogo con los hijos. El saber escuchar a los hijos favorece la creación de un clima de confianza que conduce a una verdadera amistad entre ambos.
La información sexual no puede ser un monólogo en el que se aporten argumentos aplastantes, sino que hay que sacar los temas, sugerir soluciones, hacer que el chico piense y decida, para provocar que el propio chico vaya formando su criterio. En ocasiones será prudente facilitar algún libro o folleto adaptados a su edad y madurez. No es aconsejable darle todo hecho y digerido, teniendo en cuenta que no educa mejor el que suple sino el que enseña a formar criterio.
El momento más oportuno será cuando se presente la oportunidad y el chico desee hablar. A veces se podrá provocar ese momento aprovechando una película de la televisión, un anuncio, una boda reciente, etc. pero respetando siempre que el diálogo surja con naturalidad.
Educación sexual: Paradoja de una necesidad postergada*
Nuevamente está la discusión sobre la pertinencia de realizar educación sexual. Discusión donde se exhiben anécdotas individuales, polémicas estériles, debates morales, discusiones científicas (y pseudo-científicas), manifestaciones impulsivas, discursos de todo tipo. Todo para resolver lo que se plantea como dilema/necesidad/problema.
Lo curioso de esta historia es que, mientras se discute la validez de hacerla, se la está haciendo sin planificación, ni objetivos, ni seriedad. Es aquí la mayor irresponsabilidad, negligencia y ceguera de las personas que se oponen a la educación sexual y algunos de los que creen que la favorecen.
Existe una educación sexual informal permanente, si entendemos como educación sexual el mostrar, enseñar, inducir, promover y valorizar comportamientos que tienen que ver con lo sexual. Eso se hace día a día. Cada persona recibe mucha información y estímulos sobre cuestiones sexuales de manera permanente (estereotipos sexuales en la publicidad, por ejemplo). Hay, de ese modo, una educación sexual que no está estructurada, ni pensada, ni planeada y que se realiza mientras los grandes moralistas, intelectuales y demás están discutiendo si se debe o no dar una educación sexual ordenada o formalizada.
Somos responsables por no contrarrestar esa "educación sexual" que existe y que genera discriminación, embarazos adolescentes, violencia interpersonal, incapacidad para resolver conflictos, infelicidad. Somos responsables de no dar una educación sexual acorde con las necesidades de las personas.
La sexualidad es relacional, no como restricción a actos sino como intercambio entre las personas. Cada individuo va recibiendo todos los estímulos de su medio, los va leyendo en función de sus aptitudes y de ese modo va asimilando actitudes para su vida. La educación sirve para que se puedan mejorar las aptitudes de los individuos y favorecer sus actitudes frente a lo cotidiano. Por ello, la educación sexual debe facilitar y enriquecer ese proceso por el cual la persona se confronta con el otro descubriendo sus diferencias, y sus riquezas.
Por eso creemos que frente al debate sobre la educación sexual tenemos dos opciones muy claras. La primera opción es dejar que los otros, de forma informal y sin ningún objetivo concreto, con muchos mitos y deformaciones propias de creencias inadecuadas y conocimientos sesgados, sigan produciendo una educación sexual que muchas veces negamos. La segunda es tomar el "toro por las astas" y apuntar a un proceso educativo que desarrolle conductas que tiendan "inevitablemente" a la equidad como bien, a los derechos humanos como fundamento de la interrelación y a la felicidad como una necesidad y aspiración concreta de todos y cada uno.
Sobre el debate "Educación sexual"
En el debate sobre la educación sexual que aparece en los medios existe una confusión (tal vez intencional) por utilizar educación sexual (desarrollar las aptitudes y favorecer las actitudes en las cuestiones
...