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La base de una verdadera educación


Enviado por   •  14 de Marzo de 2015  •  Trabajo  •  1.544 Palabras (7 Páginas)  •  164 Visitas

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¿Cómo puedo ayudar a mis hijos a obtener una verdadera educación?

LA EDUCACIÓN podría compararse a un viaje emocionante y lleno de peripecias que usted y sus hijos hacen juntos. Usted los ayuda a avanzar por el camino de la vida, dándoles ánimo y guía amorosa. ¡Tienen tanto que aprender!

Para lograr verdadero éxito y felicidad en la vida, los niños deben cultivar valores morales y espirituales, aprendiendo a distinguir lo bueno de lo malo. Si llegan a conocer y amar a Jehová, su educación será realmente provechosa y los acompañará para siempre. Los padres desempeñan un papel fundamental en lo que sus hijos aprenden y en cómo lo valoran e interpretan.

En este viaje hay que superar obstáculos. Los niños son impresionables y pueden aprender muchas cosas que no son sanas de fuentes ajenas a la familia. Vivimos en un mundo dominado por el Diablo, y él se interesa en la educación de nuestros hijos, aunque por motivos del todo diferentes (1 Juan 5:19). Satanás es un maestro hábil y muy experimentado, pero realmente perverso. Aunque se hace pasar por un “ángel de luz”, la iluminación que ofrece es engañosa y contraria a la Palabra y la voluntad de Jehová (2 Corintios 4:4; 11:14; Jeremías 8:9). Tanto el Diablo como sus demonios son maestros del engaño, promotores del egoísmo, de la falta de honradez y de la degradación moral (1 Timoteo 4:1).

¿Qué puede hacer usted para proteger a sus hijos del engaño? ¿Cómo enseñarles a aceptar lo que es útil y verdadero? Un paso importante es que usted analice su propia conducta en profundidad. Es preciso que dé un buen ejemplo. También es esencial que asuma la responsabilidad de educar a sus hijos y que dedique el tiempo necesario a hacerlo. Ahora bien, antes de analizar estos pasos, veamos cuál es la base de una educación que merezca la pena.

La base de una verdadera educación

Podemos aprender del rey Salomón de Israel, uno de los hombres más sabios que han existido. La Biblia nos dice: “Dios continuó dando a Salomón sabiduría y entendimiento en medida sumamente grande, y una anchura de corazón, como la arena que está sobre la orilla del mar. Y la sabiduría de Salomón era más vasta que la sabiduría de todos los orientales y que toda la sabiduría de Egipto”. Salomón “podía hablar tres mil proverbios, y sus canciones llegaron a ser mil cinco”. Tenía amplios conocimientos de la vida animal y vegetal (1 Reyes 4:29-34). El rey Salomón también supervisó diversos trabajos de construcción que se efectuaron en Israel, entre ellos el magnífico templo de Jehová en Jerusalén.

Los escritos de Salomón, como los que se encuentran en el libro de Eclesiastés, revelan que tenía una profunda comprensión de la naturaleza humana. Por inspiración divina, el sabio rey indicó cuál era la base de la verdadera educación al decir: “El temor de Jehová es el principio del conocimiento”. También aseguró: “El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es lo que el entendimiento es” (Proverbios 1:7; 9:10).

Cuando tememos a Dios, sentimos respeto reverencial por él y procuramos no desagradarle. Reconocemos que es el Ser Supremo al que estamos sujetos. Quienes pasan por alto a Aquel del que depende la vida quizás sean considerados sabios por los hombres, pero tal sabiduría es “necedad para con Dios” (1 Corintios 3:19). Por ello, los hijos necesitan una educación que tenga como base “la sabiduría de arriba” (Santiago 3:15, 17).

El temor de desagradar a Jehová guarda una relación muy directa con el amor que le tenemos. Jehová desea que sus siervos le teman, pero que también lo amen. Moisés explicó: “Oh Israel, ¿qué está pidiendo de ti Jehová tu Dios sino que temas a Jehová tu Dios, de modo que andes en todos sus caminos, y lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos que te estoy mandando hoy, para bien tuyo?” (Deuteronomio 10:12, 13).

Si inculcamos en nuestros hijos un temor reverencial por Jehová, estaremos sentando las bases de una educación que los hará realmente sabios. A medida que ellos edifiquen sobre esa base, aumentará su amor por el Creador, la fuente de todo el conocimiento verdadero. Eso contribuirá a que pongan lo que aprenden en la perspectiva adecuada, sin llegar a conclusiones erróneas. Desarrollarán la capacidad de “distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Hebreos 5:14). Tener esa base también los ayudará a mantenerse humildes y a evitar la maldad (Proverbios 8:13; 16:6).

Sus hijos se fijan en lo que usted hace

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