La generación Z como amaneza a la docencia

“LA GENERACIÓN “Z”, UN PROBLEMA PARA LOS DOCENTES”

Introducción:

A raíz del surgimiento de la generación “z” se han hecho visibles cambios radicales los cuales nunca antes se habían podido siquiera destacar en generaciones pasadas, con una nueva perspectiva de esta generación para el mundo, desde los cambios que se han logrado a partir de propuestas hechas por esta nueva generación que ha tomado el control el mundo, y de manera más sencilla esta generación ha podido difundir su perspectiva debido a su accesibilidad a las redes sociales las cuales los conecta de una manera sencilla de país a país.

Es cierto que esto ha sido así, pero habría que cuestionarnos en cuanto al nivel educativo, ¿qué tanto ha cambiado este ámbito desde la aparición de esta generación?, ¿todos los cambios que han traído con ellos son favorables?, desde un punto de partida objetivo y neutral se analizará todos los eventos que han tenido que enfrentar los docentes con este grupo de personas.

Desarrollo:

Para adentrarnos más en el contexto que se abarca es necesario poner en claro la relación que se ha mantenido entre docente y estudiante en generaciones pasadas y en la actual.

La educación tradicional se basa en el profesor que conoce muchas cosas y pretende transmitir ese conocimiento a sus alumnos para que, dado el momento, estos puedan repetir lo aprendido en un examen. Ocasionando un proceso repetitivo donde el profesor dice y el alumno anota, memoriza y posteriormente reproduce; en este tipo de educación, los espacios donde los estudiantes pueden participar son prácticamente inexistentes privilegiando a unos pocos en el uso de la palabra. Los roles del estudiante y del profesor cambian a partir de la incorporación de las TIC's en el aula, así, el estudiante se convierte en “aprendiz” pasando de ser una entidad pasiva que busca conocimiento de nuevos temas (al llegar al salón de clases sin siquiera haber leído una pizca), a una entidad que aprende activamente gracias al uso de la tecnología y el internet, donde puede obtener esos conocimientos en casi cualquier lugar, hora y día que lo necesite además de poder seleccionar la información que desea consultar. El profesor se convierte en un guía o tutor que acompaña al estudiante en la concepción de su conocimiento, fungiendo como facilitador para que los estudiantes adquieran las competencias necesarias a lo largo de su vida, promoviendo también el uso de recursos y técnicas que permitan llevar a cabo esta tarea. El problema radica en la capacidad del docente para imaginar la vida laboral, personal y social del estudiante dentro de algunos años e incorporar esta visión al trabajo del aula. Por si esto fuera poco, el profesor, debe mantenerse actualizado en el uso de dichos recursos (tecnológicos).

Es habitual hablar de este tiempo de cambios, propiciado por los avances de las tecnologías de la información y la comunicación, como del inicio de una nueva era, a la que suele llamarse sociedad de la información. Podemos destacar cuatro importantes temas que convergen en este momento:

– La importancia del conocimiento como un factor clave para determinar seguridad, prosperidad y calidad de vida.

– La naturaleza global de nuestra sociedad.

– La facilidad con la que la tecnología ordenadores, telecomunicaciones y multimedia posibilita el rápido intercambio de información

– El grado con el que la colaboración informal (sobre todo a través de redes) entre individuos e instituciones está reemplazando a estructuras sociales más formales, como corporaciones, universidades, gobiernos

 Todos ellos afectan directamente a la función que las universidades cumplen en la sociedad. Estos cambios de papel ponen de manifiesto la necesidad del debate público, ya que frecuentemente podemos encontrar posturas de aceptación acrítica de la tecnología. Pero la respuesta de las universidades a estos retos no puede ser estándar: cada universidad debe responder desde su propia especificidad, partiendo del contexto en el que se halla, considerando la sociedad a la que debe servir, teniendo en cuenta la tradición y las fortalezas que posee. Las organizaciones complejas, como lo son las universidades, cambian significativamente cuando se dan tres condiciones: presión externa importante, personas integrantes insatisfechas con el orden existente y una alternativa coherente presentada en un plan, modelo o visión. Así pues, como cualquier organización que pretende la calidad, la universidad, para llevar a cabo verdaderos cambios y verdaderos procesos de innovación, debe prestar, en primer lugar, atención al entorno y sus mensajes. (Salinas, 2004)

Después de ponernos en el contexto actual en el que vivimos gracias a este párrafo tomado de un texto del Maestro Salinas, nos damos cuenta que el primer obstáculo al que están predispuestos nuestros docentes en la actualidad es al cambio en el sistema educativo, pasaron de ser la única persona que mantiene todos los conocimientos necesarios para ser el centro de la clase a ser un guía, y a su par tener que competir con los conocimientos que llevan consigo cada alumno a su cargo, muchas de las veces estos jóvenes al tener acceso a tanta información de diversas fuentes que no siempre son confiables pueden mantener un postura ante el profesor la cual podría ser no acertada, y como lo explicaré más adelante, se estará enfrentando a la generación que no teme expresar libremente su opinión y la defenderá con argumentos que mantendrá firmes, nuestros docentes deben tener la capacidad y conocimiento del uso de estas herramientas para a su vez tener argumentos aún más concretos que los del alumno, dado que si nuestro docente mantiene las herramientas clásicas que aunque buenas no siempre están actualizadas, por lo que tendrá que desarrollar la destreza de utilizar los medios electrónicos para estar siempre a la vanguardia y actualizados y tener argumentos sólidos, específicos y certeros para poder corregir a la generación que lejos de buscar informarse, busca respuestas a lo que ellos han investigado, a una generación que desea con fervor innovar, y así no perder credibilidad ante estos, que si bien son una generación de cambios, también son una generación que no teme expresar sus dudas, y levantar la voz ante algo que no les parece correcto, por lo que nuestros docentes deben ir a la par de estos jóvenes para así poder seguir guiándolos (ya no enseñándolos), y poder aclarar cada una de las dudas que podrían surgir ante estos, si bien lo dice el artículo, “El problema radica en la capacidad del docente para imaginar la vida laboral, personal y social del estudiante dentro de algunos años e incorporar esta visión al trabajo del aula”, entonces nuestros docentes deben mantenerse actualizados en todo momento para tener esta habilidad.

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