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La muerte en la calle que perturba la mente del ser humano


Enviado por   •  29 de Marzo de 2017  •  Ensayo  •  2.398 Palabras (10 Páginas)  •  236 Visitas

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Ensayo José Félix Fuenmayor

“La muerte en la calle”

La muerte es un hecho que perturba la mente del ser humano, debido a que se convierte en temor, abandono y perdida de motivación frente a las circunstancias que la vida ofrece. Ante las adversidades del mundo se validan las acciones de los individuos en procura de subsistir, aferrarse a la vida y por lo tanto, el establecer el reconocimiento de que la muerte es parte de nuestra existencia. Al respecto, sobre el tema de la muerte,  Freud expresaba:

“aunque seamos conscientes de la irremediable finitud de nuestra existencia, sólo somos capaces de representarnos la muerte del otro, nos es absolutamente imposible representarnos nuestra propia muerte, ya que siempre participamos de ella como espectadores y la única manera de hablar de la muerte es negándola.. Por esta razón, se dice que, nadie cree en su propia muerte y que cada uno – a nivel inconsciente - está convencido de su propia inmortalidad” (Freud, 1992, pág.135). [1]

El ser humano es un animal de realidades, que se caracteriza por ser independiente del medio y ejercer un control específico sobre él. La concepción del mundo, está influenciada por la forma en que los individuo se enfrentan a las cosas, a los otros y a sí mismo, como realidades ante las que debe responder haciendo su vida, desarrollando su personalidad. Desde esa perspectiva, el reconocimiento, como dimensión psicológica, se enraíza en la dimensión del encuentro interhumano como encuentro afectante. En el plano histórico, hay diversas manifestaciones humanas en torno al reconocimiento. En la Edad Media, el comportamiento humano estaba centrado en el reconocimiento de los cánones de conducta que modelaban al hombre de honor, de modo que el deshonor constituía, de hecho, un no-reconocimiento social. Posteriormente, el hombre moderno pasa de la cosmovisión centrada en el honor, a la que atiende de modo sustancial por los valores económicos y utilitaristas, de tal suerte que este tipo de hombre busca en el reconocimiento de su haber y de su tener buena parte de su propia felicidad y la de los suyos.  El reconocer es un aspecto central del individuo que está presente tanto en lo bueno y lo malo.[2]

Otro aspecto central en el ser humano, es la razón de como todas las personas tienen necesidades emocionales que están relacionadas con la presencia de los demás, con la influencia que los demás ejercen sobre el individuo y sobre los papeles que ejercen cada uno en la vida. Las personas, sin importar su condición mental o circunstancial, necesitan de los demás, el sentirse  apreciado, valorado y acompañado.

En atención a lo anterior, el abandono se convierte en el mayor y más devastador de los miedos humanos, debido a que ello implica, perdida de la seguridad. Situación que desde la niñez ejerce una experiencia traumática, que va a incidir notoriamente en el comportamiento del ser humano a lo largo de la vida. El abandono es un trauma que hace sentir al individuo  vulnerable psicológicamente y le provoca ansiedad por la separación.

De igual forma que el abandono, la cotidianidad de la vida suscita elementos psicológicos que ejercen influencia en la conducta del ser humano, y en cierto modo van moldeando la percepción del individuo frente a su realidad y la que tiene que enfrentar, su equilibrio es parte de la libertad psicológica efectiva, sin embargo, esta, no es igual en todas las personas, sino que depende de la mayor o menor estructuración del yo y del super-yo. El yo no puede decidirse libremente contra el deseo del instinto si no dispone de una fuerza proporcional que le viene del súper-yo bien estructurado y de un yo armónico, por lo que puede contrarrestar la fuerza espontánea y perentoria del instinto. Por el súper-yo, el individuo llega a ser un ser social. El super-yo es el conjunto de normas sociales introyectadas que le sirven al individuo de criterio para su conducta: si las sigue se sentirá integrado con su medio social, aunque en oposición con sus deseos instintivos agresivos.

Lo anteriormente conceptuado pone en relevancia como la psiquis humana y el entorno social, van influyendo en la percepción del individuo frente  a las realidades, y generando conductas de conformismo o de rechazo ante las vivencias que le son propias a las personas. El conformismo del individuo frente a todas las penalidades en sociedad, está muy influenciado por la realidad  cotidiana, debido a que en ella, se conjugan todas las vicisitudes humanas, y la permanencia de tales incidencias hace que sean aceptadas en el medio social y reconocidas en el mente del individuo, como un designio o una condición inevitable de la sociedad actual.      

La anterior sirve de preámbulo para el abordaje analítico de la obra de Feliz Fuenmayor titulada “La muerte en la calle”.

El cuento “La muerte en la calle”, describe de una manera coloquial, los sucesos que le ocurren a un personaje desde niño, y que marcaron el rumbo particular de su vida de adulto, y específicamente, su percepción particular acerca de la muerte.

La muerte en la calle, es una obra que muestra la nostalgia y soledad vivida por  una persona en condiciones de pobreza extrema, pero con luz de esperanza sobre lo que le sucede. Como si dos mundos se entrecruzaran para revelar una verdad infinita, como lo es, la muerte estando la vida.

El autor, mediante las vivencias del cuento, saca a relucir el tema de la muerte.    Desde el principio, el titulo da comprender la esencia de la historia, como lo es, la “Muerte en la calle”. De igual manera, esta se vislumbra en el primer y segundo párrafo cuando el personaje narra cómo se le acerca un perro “Se me venía acercando, alargando el cuerpo pero listo a recogerlo, el hocico estirado… se sentó a aullar y ya no me miraba a mi sino para arriba” (Fuenmayor, 1820). Estas expresiones son parte de una creencia popular que indica que cuando un perro ladra hacia arriba, en la noche, es porque la muerte anda cerca. También es claro, que estas manifestaciones dan cuenta del reconocimiento que hace al personaje de su realidad, asumiendo que lo que le ocurre es un designio particular sobre su existencia.

Un aspecto importante dentro de la narrativa, es como el elemento maternal actúa como protector de su vida y a lo largo de su subsistencia, al expresar el personaje los siguiente: "mi mamá estaba como repartida en pedazos, en pedacitos, entre otras mujeres" (Fuenmayor, 1820); esto daba cuenta de la apreciación particular que tenía el mendigo sobre las mujeres, y en el cual, se resalta la figura materna, como algo valioso e inconmensurable para él.[3] 

En el cuento "La muerte en la calle" se muestra de manera significativa, el abandono que se sufre desde niño, debido a que el protagonista, sufrió la pérdida de su madre, y el alejamiento de su familiar más cercano, su tío, como hechos que lo dejaron inmerso en el dolor, la tristeza y en el conformismo ante lo que le sucedía. Este autor, mediante su narrativa trata de dejar conciencia social alrededor del personaje, y haciendo alusión, de que el abandono es una disfuncionalidad que surge en la existencia de algún ser en sociedad, pero que a pesar de que este factor influye en el comportamiento humano, la vida continua, y siempre hay una motivación fuerte para seguir luchando.

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