Las Adicciones
Enviado por irene93 • 7 de Mayo de 2013 • 1.551 Palabras (7 Páginas) • 338 Visitas
RESUMEN CAPÍTULO #1: ASPECTOS GENERALES
La curiosidad caracteriza al ser humano, el cual siempre ha explorado el mundo que le rodea e inquirido el porqué de lo que en él sucede. Primero lo hizo con su cuerpo, cristianamente separado del alma que lo animaba; después dirigió la mirada hacia ésta, tratando de describir y explicar su propia humanidad, cartesianamente dicotomizada, postura en la que el alma es poseedora de funciones múltiples, privilegia la razón y la conciencia racionalmente dirigidas. Así el sueño, el ensueño, la alucinación, las delusiones de todos y cada uno de los sentidos, los delirios, el trance, el éxtasis y la posesión quedaron sujetos a esa conciencia avallasadora. Al lado de esta curiosidad que lo llevó a probar vegetales, animales, minerales, sustancias y sus derivados, pronto pudo apreciar que algunas de ellas le provocaban efectos y sensaciones placenteras, las cuales lo impulsaban a buscar la repetición de la experiencia, porque lo acerca a su propia esencia. El éxtasis budista conduce al Nirvana, es la máxima expresión del paso hacia una de esas otras realidades internas que pueden exteriorizarse y convertirse en marcos de referencia para interpretar el mundo; un mundo diferente, del que ofrece la ciencia; tales realidades internas son válidas por la aceptación social que les brinda la cultura de la que se originaron. La humanidad entera pensó en la posibilidad de que el vuelo chamánico la condujera a otras instancias del universo; paulatinamente lo fue limitando a algunos individuos superdotados, hasta que se esclareció la necesidad de usar fármacos que facilitaran dicho vuelo. Así, desde más tempranas épocas de la humanidad moduladas por los diferentes usos y funciones que desempeñaban las drogas adictivas, así como los grados de permisividad social en las diversas culturas, las adicciones a fármacos han acompañado al hombre en la intimidad de su existencia.
En México están identificadas las sustancias adictivas y las conductas de adicción desde la época prehispánica. Las culturas desarrolladas en Mesoamérica tenían un conocimiento exhaustivo del ambiente en el que vivían, incluido un saber preciso acerca de los efectos psicotrópicos de ciertos vegetales y animales. La sustancia de uso más extendido en el México Prehispánico fue el pulque, la bebida fermentada por excelencia. Fue proverbial el riesgo que corría el bebedor del pulque de ser poseído por los centzontotochtin, los ‘’cuatrocientos conejos”, deidades del pulque que personificaban la infinita variedad de efectos que la embriaguez puede provocar en los individuos. El pulque fue considerado una bebida divina que sólo podía ser consumida en ocasiones especiales o por individuos que tuvieran características específicas. Tenía un uso ceremonial, perfectamente reglamentado.
Los cronistas de la época concuerdan en señalar que los indígenas eran individuos proclives al vicio del alcoholismo y que era verdaderamente escandalosa la proporción de borrachos y la magnitud del problema. Se manifestaba que éste podía beberse con moderación, de manera consuetudinaria y sin discriminación de edad. Se añadieron otros productos alcohólicos a los hasta entonces disponibles; todos los cuales tienen productos de destilación, lo que los hace ser radicalmente diferentes del pulque y otros productos fermentados, prehispánicos. Los dioses prehispánicos fumaban, y la bolsa para guardar el tabaco era atributo insustituible de los sacerdotes mesoamericanos. La planta del tabaco es oriunda las regiones andinas, pero el hecho es que en el Caribe y Mesoamérica se consumía y cultivaba desde tiempos inmemoriales. Dentro de las más 70 especies de tabaco oriundas y existentes en América, se reconocen dos variedades principales en el área, la Nicotiana rustica, producto de mezclas entre Nicotiana paniculada y Nicotiana undulata, y la Nicotiana tabacum, el picietl de los antiguos mexicanos, resultado de la cruza de Nicotiana tomentosa y Nicotiana silvestris. Al parecer, sus patrones de consumo variaron, ya que incialmente era bebido, después masticado, más tarde se aspiraba el humo y finalmente fue fumado. Para el siglo XVI, en México, el tabaco se fumaba en pipa y en cigarros, mientras que en las costas caribeñas se fumaba y aspiraba, algunas veces mezclado con cohoba. La percepción que los europeos tuvieron del consumo del tabaco en los ano subsecuentes al descubrimiento de América fue desconfianza, aunque se le atribuyó ser placentero, acepción que resultó finalmente dominante. Quizá el primero que fumó en Europa fue Rodrigo de Jerez, uno de los marineros de Colón. Hubo una vez un sultán que platicó a su amigo Martín Alonso de Sosa, virrey portugués de la India, que cuando quería ver reinos y ciudades y otras cosas de las que recibía placer y contento, tomaba el bangue, que no es otra cosa que el polvo de las hojas y semillas de la Cannabis indica.
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