Libertad pieza clave contra la corrupcion

Libertad, pieza clave contra la corrupción

Querida familia labouretiana:

Es un honor para mí poder hacer uso de la palabra; para hablar sobre un tema particularmente importante, me refiero a la corrupción, pero en esta ocasión me enfocaré en como combatirla usando como pieza clave la libertad.

Seguramente muchos de ustedes habrán oído sobre esta noticia, deben saber que unos meses atrás hubo indicios de corrupción en una de las obras más importantes que estaba realizando el Gobierno Regional como lo es La Carretera Arequipa-La Joya, bien sabemos que este proyecto nació como solución a los problemas viales de la Región, sin embargo se encontró en el ojo de la tormenta por una serie de graves denuncias que han motivado, incluso, la intervención de la Contraloría General de la República, claramente estamos hablando de un tema de corrupción, ¿Qué nos deja pensar actos como estos? Quizás que día a día vamos de mal en peor o que la corrupción cada vez se apodera más de nosotros, quizás tengamos razón, pero no la tenemos del todo.

Me atrevo a afirmar que todas las personas somos imperfectas. Cada quien adolece de algo, unos de oficio, otros de lujuria, otros tal vez de orgullo de vanidad, nadie está exento de ser imperfecto, pero entonces si todos carecemos de lo mismo, ¿Cuál es la diferencia entre aquellos hombres que han hecho cosa grandiosas en el mundo como el Papa Juan Pablo II, Gandhi, tantos presidentes buenos y la gente que corrompe la sociedad, la gente que se hace miserable y hace miserable la sociedad? Una palabra, libertad, y la libertad es ese don maravillosos que tenemos las personas y el ser humano de decidir sobre nuestros actos, y esa decisión nos va a llevar a una cosa u otra en cada momento de nuestra vida.

Si bien es cierto que la corrupción es un fenómeno social que consiste en el aprovechamiento indebido de un patrimonio común, es ante todo un fenómeno humano en el cual es el hombre tanto su victimario como su víctima; sin embargo cuando oímos la palabra corrupción no significa de que el Perú es un país corrupto y que el gobierno es corrupto y que los mandatarios son corruptos y que todo el mundo lo es. Nosotros debemos ir al fondo de esta problemática, porque si no cuando yo tenga hijos, y ustedes, los que aún no los tienen los tengan también, el problema va a seguir siendo el mismo, les hablo de la familia, porque la familia es la base fundamental de la sociedad, por tanto, debemos fomentar los valores en esta. ¿Qué sentirías si descubres un día mentir a tu mamá? ¿o si te enteras de que tu padre ha sobornado a un policía?¿acaso las actitudes de tus padres no influyen en ti?  Los actos de tus padres hacen toda la diferencia, porque tu aprendes de ellos, ellos son el ejemplo a seguir. ¿Por qué crees que un abogado es corrupto? ¿Acaso lo es  por su título de licenciado en derecho?, no, es corrupto porque sus ganas de apoderarse de todo su entorno pudieron  más que su frágil voluntad, y, ¿por qué es corrupto un funcionario público? No lo es por ser funcionario público, lo es porque su ambición pudo más que sus ganas de hacer el bien. Hagamos algo, hagamos que dentro de nuestras familias lo más bello de nuestro ser, sea más fuerte que lo más sucio, porque en algún momento de nuestras vidas la corrupción va a estar ahí, y nosotros tendremos la libertad de decidir si vamos o no por ese camino y al final serán nuestras acciones las que reflejen lo que somos.

Les contaré un relato sobre Sócrates, un filósofo clásico ateniense considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal y de un fisonomista quien es alguien que tiene facilidad para recordar a las personas por el aspecto de su rostro. Sobre las calles de la antigua ciudad de Atenas, se encontraba un fisonomista caminando por la calle, cuando se quedó mirando el rostro de Sócrates, después de analizarlo durante largo tiempo dijo en voz fuerte, este hombre es un altanero, tacaño, este es un mujeriego, un borracho, un farsantes, los seguidores de Sócrates se le lanzaron a la yugular al fisonomista diciendo que cómo se atrevía a decir semejante barbaridad, Sócrates los detuvo y les dijo:” ¡Alto! Este hombre está diciendo la verdad” los seguidores se quedaron atónitos ante semejante cosa que dijo  Sócrates, yo sería dijo Sócrates, yo sería eso y mucho más sino luchara día a día por ser lo contrario. Este relato nos enseña que si nosotros luchamos día a día por ser buenas personas, todo lo malo que nosotros podríamos llegar a ser jamás existirá.

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