Libro.

Quieres un cambio pero estás indecisa. Las revistas de moda muestran todo tipo de corte de cabello, pero tú sabes que no es lo mismo verlo en una modelo, con la foto retocada (siempre luce perfecto), que luego probarlo en tu propio rostro y sin que el peluquero lo arregle a cada paso. Entonces… Ese estilo que tanto te gusta, ¿va contigo?

Tranquila. En esta nota te contamos junto a una profesional cuáles son los cortes que jamás deben pasar por tu cabeza.

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Laura Malpeli de Jordaan, Master en Asesoramiento de Imagen certificada por Colour me Beautiful y Creadora de Styletto Image Studio, asegura que para determinar el mejor corte de cabello primero debemos considerar estos puntos:

Nuestro tipo de rostro: culturalmente, el ‘ideal’ es el ovalado, que se caracteriza por ser más largo que ancho, y proporcionado entre el ancho de la frente, los pómulos y la mandíbula. Los demás tipos de rostro pueden usar un corte de cabello que genere la sensación de ser ovalados.

El tipo de cabello: no será lo mismo si es lacio o tiene ondas.

El volumen del mismo.

Nuestro estilo y cuánto tiempo estamos dispuestas a destinar para mantener ese corte.

“En ocasiones, vemos a alguna celebridad con un corte que nos encanta y queremos incorporarlo. Pero si nuestro estilo es natural o clásico y buscamos peinados de ‘bajo mantenimiento’, lo más probable es que no tengamos ganas de pasar horas peinando el cabello, por lo que quizás no sea la opción más acertada”, explica la especialista.

Las mil y una caras

Pues bien, si ya has descubierto cuál es tu forma presta atención:

Los redonditos: para los rostros redondos, como el caso de Michelle Williams, lo que se debe evitarse son los estilos cortitos y aquellos que no lleguen a los hombros. Se pueden usar mechas rebajadas pero desde los hombros hacia abajo; ya que si no, se dará la sensación de una fisonomía más ancha. Y como en este caso la cara es tan larga como ancha, el objetivo siempre será que se vea más alargada (para parecer un óvalo).

Michelle Williams - Getty Images

También se deben evitar los cortes con flequillos rectos que no ayudan a alargar el rostro sino todo lo contrario. Lo que tienen a favor las caras redondas es que sólo necesitamos alargarlas, porque naturalmente son armoniosas en el ancho de la frente, los pómulos y la mandíbula; en esto se asemejan a las ovaladas.

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En los rostros cuadrados: son tan largos como anchos y de facciones más angulares, como sucede con Demi Moore. Si bien son proporcionados entre la frente, los pómulos y la mandíbula (punto en común con el rostro ovalado), su aspecto es rígido y se busca suavizarlos para que parezcan más curvilíneos. Para alargar el rostro, se sugieren cortes desde el hombro en adelante, evitar los flequillos rectos y, de ser posible,

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