Literatura Infantil
Enviado por gisejuarezz • 12 de Mayo de 2015 • 698 Palabras (3 Páginas) • 199 Visitas
¿Por qué conformarse con menos?
Al hablar sobre literatura infantil inmediatamente sobrevienen a nuestro imaginario autores y títulos reconocidos por los libros que hemos leído en nuestra infancia, hojas repletas de dibujos, imágenes de tapas y contratapas coloridas, hasta nos parece extraño de hablar de literatura para niños, por lo general asociamos a los niños con cuentos. Es necesario que revisemos estos conceptos que hemos instalado en nuestra conciencia si queremos que el texto seleccionado para nuestros estudiantes cumpla la verdadera función de una buena obra literaria, citando a María Teresa Andruetto…“Los lectores vamos a la ficción para intentar comprendernos, para conocer algo más acerca de nuestras contradicciones, miserias y grandezas, es decir acerca de lo más profundamente humano”…(1) , en esta idea se refleja que la lectura de obras literarias no se simplifica a ideas explícitas, moralejas, sino que va mas allá, su objetivo se relaciona con la belleza, con el arte; así también se expone en “Entre libros y Lectores I” cuando se explica que la literatura es un camino que ha de ser transitado para poder leer todos los textos, además ayuda a la formación del pensamiento formal ya que se ponen en juego distintas competencias que se vinculan con la interpretación del mundo simbólico que se ofrece a través de las páginas del libro.
¿Cómo reconocer un texto literario? Al momento de seleccionar un texto a es necesario tomar conocimiento de algunos elementos que constituyen una buena obra literaria, es decir, una obra de calidad. Esto no significa que funcionará como una “receta” a seguir, sino que se entienden como rasgos que responden a las convenciones sociales que se establecen. Entonces, un texto literario se caracteriza por ser ficcional, es decir,
...“Como dicen Dorffman y Mattelarty, el receptor de estas obras está prescripto de antemano, especificado biológica y socialmente”...(1)
Así por ejemplo, en el siglo XVIII bajo la idea de niño como adulto en miniatura, se producen libros impregnados de un sentido didáctico, con el objetivo de formar y modelar bajo los valores y normas necesarios para vivir en esa sociedad. También lo observamos desde la concepción de niño incapaz, donde la producción de textos para niños se basa en la transmisión de moralejas, con intenciones simples y claras. En cambio, si lo pensamos como un sujeto pleno, ...“un sujeto concreto e históricamente situado...que vive con plenitud su presente...”(2) lo pensamos como un lector que necesita de obras más complejas que le permitan entrar al mundo de la literatura, ya que las competencias literarias no dependen tanto de los años vividos como de los libros leídos.
Escapemos de los supuestos de que los libros deben tener un texto claro y sencillo, o deben adaptarse a la edad del destinatario, o que deben ser breves. No nos enredemos
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