Los Celos
Enviado por arexfellatioz • 18 de Septiembre de 2011 • 2.951 Palabras (12 Páginas) • 1.078 Visitas
INTRODUCCIÓN
Los celos, ¿amor u obsesión? Seguramente todos en algún momento de la vida nos hemos sentimos celosos, ya sea durante una relación amorosa, en la familia o por ver a alguien con algo que nos gusta y que no podemos tener. Son muchas las situaciones que dan origen a ese sentimiento, en ocasiones desagradable, de desconfianza y resentimiento.
Como vemos “el vicio de la posesión”, como Jacques Cardonne denominaba a los celos, es muy común. Incluso han sido motivo de inspiración para novelas, películas, series… sin embargo, los celos pueden destruir la confianza entre la personas y llegan a ser el motivo de separación de cientos de parejas. Es una lástima que entre dos personas que sienten algo entre ellas existan este tipo de sentimientos.
Sin embargo al contrario de lo que se cree comúnmente los celos no son un signo de desconfianza en la pareja, sino al contrario, muestran el interés y la importancia que siente el uno por el otro, al querer resguardar y proteger ese sentimiento tan lindo que es el amor
El problema comienza cuando los celos comienzan a ser desmedidos, y uno de los integrantes de la pareja comienza a posesionarse del otro. Aquí si podemos ver como la inseguridad se manifiesta a través de este sentimiento y también demuestran que la persona posesiva es muy insegura de si misma.
¿QUÉ SON LOS CELOS?
Podríamos definirlos como un estado emotivo ansioso que padece una persona y que se caracteriza por el miedo ante la posibilidad de perder lo que se posee-tiene, o se considera que se tiene-posee, o se debiera tener-poseer (amor, poder, imagen profesional, social…) Claro que si buscamos una definición más formal:
Según el Diccionario de la Real Academia Española, los celos son: Sospecha, inquietud y recelo de que la persona amada haya mudado o mude su cariño, poniéndolo en otra. Justin Park y su grupo, de la Universidad de Groningen, en Holanda, en la introducción de su artículo sobre los celos, nos cuentan que son una reacción psicológica que ha evolucionado para dar respuestas diferentes en hombres y mujeres.
¿QUÉ CAUSA LOS CELOS?
Los sentimientos celosos aparecen, por lo menos en parte, por un proceso de comparación social en el que los individuos celosos comparan sus características con las del rival y, cuando creen que está por encima de ellos, se convierte en un peligro para su relación y, entonces, aparecen los celos. Como hombre y mujer valoran diferentes características en el otro sexo, pues también valoran diferentes características en los rivales. En general, la mujer prefiere hombres con estatus social alto que, presumiblemente deriva, desde el punto de vista evolutivo, de la necesidad de que los hombres se comprometan en la crianza de los hijos. Por el contrario, los hombres prefieren parejas con atractivo físico como indicador de buena salud y de gran fertilidad. Por tanto, los hombres se sentirán celosos de otros hombres con alto estatus y las mujeres se sentirán celosas de otras mujeres atractivas. O sea, que los hombres con estatus dan celos a los que creen tener menos estatus, y las mujeres atractivas dan celos a las que se consideran menos atractivas.
Según nos cuenta Achim Schützwohl, de la Universidad Brunel de Uxbridge, en Inglaterra, otra diferencia entre sexos es que las mujeres dirigen sus celos más hacia su rival que hacia su pareja y, más todavía, si se refieren a una infidelidad de las llamadas primarias: sentimental en el hombre y sexual entre las mujeres. Además, y según este investigador, los celos son atenuados por cómo funciona la relación de pareja pero, también, por la propia infidelidad, si existe, del celoso.
TIPOS DE CELOS
Existen tres tipos principales de celos, cada uno de ellos se diferencia por el sentimiento que los origina: celos concurrentes o normales, proyectados y delirantes.
Celos concurrentes: se generan por la propia inseguridad, por el miedo de perder al ser amado ante un tercero al que se piensa enemigo. Se los considera normales cuando existe una verdadera razón para sentirlos y patológicos u obsesivos cuando se ven motivos donde no los hay.
Celos proyectados: Este tipo de celos surgen cuando la persona tiene deseos de engañar a su pareja pero lo reprime y para aliviar esto, de forma inconsciente, proyecta sus impulsos e infidelidad en el otro como si fuera éste quien es o quiere ser infiel.
Celos delirantes: Los hombres son más propensos a sentirlos, tienen origen por un sentimiento de ser infiel a su pareja pero con una persona de su mismo sexo. Es un mecanismo que la persona utiliza de forma inconsciente para negar su deseo homosexual “yo no soy el que desea a ese hombre si no ella”.
Un tipo muy especial de celos son los infantiles ("complejo de Caín"), que se manifiestan tras el nacimiento de un nuevo hermano. El niño, antes centro de todas las atenciones, se ve obligado a aceptar que debe compartir con el nuevo miembro de la familia el amor y cuidados de sus padres, muy especialmente de la madre, lo que hace que vea en el recién llegado un usurpador y la malquerencia hacia "el intruso", lo que puede conducirle a volcar su agresividad en su pequeño hermano. Según los psicólogos, no es extraño que incluso el origen de ciertos estados neuróticos que sufren los adultos provenga de secuelas de celos infantiles padecidos hace décadas.
CARACTERÍSTICAS DEL CELOSO
Las personas muy celosas son, frecuentemente, apasionadas, ansiosas, un poco sadomasoquistas y neuróticas, y proyectan en su entorno humano sus propias tendencias a la infidelidad. Buscan con avidez todas las pruebas de su presunto infortunio y se muestran refractarios a los argumentos racionales que les trasmiten las personas cercanas con las que se sinceran.
Los celosos delirantes que se sienten abandonados, menospreciados y burlados, pueden llegar hasta la tragedia de perseguir con odio a su "amor" y no vacilarán en atacarlo. De ahí que este sentimiento de los celos genere tantos problemas, no sólo en la seguridad física de las personas directamente afectadas por casos criminales sino también en el equilibrio emocional de otras muchas cuyo bienestar psicológico se ve amenazado. Cuando en una pareja surge el miedo a la separación, éste se manifiesta en forma de celos, de persecución al cónyuge en su hipotética infidelidad, controlándole y pretendiendo obligarle a que sea fiel. Cuanto más persigue a su pareja con celos, tanto más se siente impulsado el perseguido o perseguida a demostrar su autonomía, esforzándose en alejarse y no dejarse obligar. Y cuanto más lo hace, tanto más busca el celoso o celosa reclamarle como
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