Los TSACHILAS
Enviado por xavi93 • 25 de Junio de 2013 • 9.303 Palabras (38 Páginas) • 430 Visitas
EL PUEBLO INDÍGENA TSACHILA
Montserrat Ventura i Oller
Universitat Autònoma de Barcelona
Enviado: Noviembre 2010
Introducción
El pueblo indígena Tsachila, conocido tradicionalmente por el término castellano de Colorados por su costumbre de pintarse el cuerpo y el cabello de color rojo con achiote (bixa orellana), vive en la provincia de Santo Domingo de los Tsachila, cantón Santo Domingo, parroquia Puerto Limón (Ecuador). Se trata de una región de montaña baja y clima subtropical.
Hasta la primera mitad del siglo XX, la economía de los Tsachila se basaba en la agricultura itinerante, la caza, la pesca y la recolección. Como otras sociedades de las tierras bajas sudamericanas, los Tsachila estaban muy débilmente integrados a la economía de mercado y su organización social se centraba entorno a la familia extensa y el hábitat disperso: agrupaciones de familias que constituían núcleos residenciales y que podían coincidir con el área de influencia de un pone (chaman), que representaba la figura de autoridad y de prestigio junto con el miya (jefe). A partir del año 1958, con la construcción de carreteras que atravesaban la región y la unían a otras regiones del país, se inició el contacto permanente con la sociedad nacional. A partir de 1964 el Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización -IERAC- promovió la colonización dirigida en esta región, especialmente con colonos de la sierra, considerando las tierras tsachila como baldías por el hecho de no ser cultivadas de manera permanente. Los núcleos tsachila se organizaron en comunas entre los años 1954 y 1963. El año 1971 el Estado ecuatoriano les otorgó el "Estatuto de la Tribu de los Indios Colorados" (actualmente de la Nacionalidad Tsachila), que introdujo una figura unificadora de la etnia, el Gobernador. El nuevo modelo de nucleación del hábitat de la comuna dividió su unidad geográfica al serles entregadas tierras separadas por las propiedades de los colonos (CAAP 1985; Benítez y Garcés 1988; CONAIE 1989, Ventura 1996, 1997).
Las comunas proporcionaron básicamente la obtención de los títulos de propiedad de la tierra, de forma comunal, con un doble corolario: por un lado, el territorio Tsachi quedaba protegido de las invasiones de los colonos; por el otro, este tenía que ser forzosamente limitado y, como consecuencia, fijaba para siempre el hábitat del grupo en un área. Las familias Tsachila sólo podrían disponer del usufructo de la tierra que ya trabajaban en el momento de la legalización, con lo cual su movilidad tradicional -que permitía, además de una estrategia económica, resolver conflictos internos mediante desplazamientos dentro del territorio-, quedaba limitada.
Actualmente los Tsachila participan de la economía de mercado mediante la comercialización de productos agrícolas como el plátano, el cacao y el café, así como de la medicina tradicional con fines comerciales. Siguen practicando la pesca como actividad de subsistencia y, en menor medida, la caza. Algunos jóvenes realizan tareas especializadas en el exterior.
La población tsachila, que habría alcanzado según algunos autores la cifra de hasta 30.000 en los inicios de la Colonia, sufrió una disminución progresiva debido a diversos factores, siendo el último una epidemia de difteria a principios de siglo, que habría provocado la última de las grandes migraciones desde la zona de Cocaniguas hasta las actuales ubicaciones. Aunque las cifras dadas por los autores en el presente siglo varían, se supone que son muy inferiores a la realidad, dadas las dificultades de los investigadores por penetrar en el medio entonces todavía selvático. Stevenson, en 1825, hablaba de 3.000 (Stevenson 1826); Rivet de 300 en 1906 y Karsten de 600 en 1924.
Alrededor de los años cincuenta Santiana estimaba la población Tsachila en 204. Los censos ecuatorianos no han tomado en cuenta las agrupaciones étnicas hasta muy recientemente, por lo que resulta difícil hablar de cifras exactas en esas épocas. Según un estudio realizado en 1974 por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, los Tsachila sumaban 915 individuos (MAG 1974). Doce años más tarde, en 1986, Robalino reporta una población de 1.403, distribuidos de la siguiente manera: Bua (282), Tahuaza (28), Otongo-Mapalí (96), Congoma (343), Naranjos (98), Chigüilpe (247), Poste (180) y Peripa (129) (Robalino 1989). Según el censo realizado en 1997 su población supera los 2000 habitantes, agrupados en siete de las ocho comunidades antes citadas: Tahuaza (también conocida como Filomena Aguavil) se privatizó a raíz de la presión ejercida por las invasiones de los colonos y de la propiedad privada.
Hay que remarcar que actualmente la sociedad Tsachi no constituye un grupo homogéneo, y que existen variaciones en el modo de vida entre las diferentes comunas, así como en su interior. La distancia al centro poblado de Santo Domingo y el estado de los caminos, así como el acceso a energía eléctrica y otros servicios son algunas causas de dicha variación. También otras transformaciones acaecidas el primer decenio del siglo XXI, que han dado lugar a una progresiva aunque minoritaria incorporación de diferentes sectores a la sociedad nacional. Entre estos sectores se encuentra la escolarización, la participación en los organismos de gestión indígena y la colaboración con entidades nacionales e internacionales de desarrollo. En cuanto al territorio ocupado, tampoco existen datos exactos por las continuas invasiones que han sufrido por parte de los colonos. Según el estudio del MAG antes mencionado, sumaban un total de 9.059 hectáreas. Sin embargo, tomando los datos disponibles de algunas de las comunas, se observa en la mayoría de ellas una considerable disminución que arroja una cifra actual no muy superior a las 8.000 hectáreas de territorio.
Existen pequeños trabajos propiamente etnográficos desde principios de siglo (Rivet 1905; Karsten 1924, Von Hagen 1939, Santiana 1951) la mayoría recopilados en Juncosa (1988); Alfredo Costales realizó una monografía a mitad de los años cincuenta (Costales 1956) revisada y aumentada con estudios lingüísticos e históricos con posterioridad (2002); en 1985 el CAAP presentó un análisis de su proceso de transición y en 1989 Guillermo Robalino publicó un estudio etnográfico y demográfico (Robalino 1989). Montserrat Ventura ha publicado trabajos sobre varios temas desde 1991 y recientemente un libro sobre identidad, cosmovisión y chamanismo (2009). La mayor aportación desde el punto de vista etnohistórico se la debemos a Frank Salomon (1980, 1986, 1997) y los estudios lingüísticos de Connie S. Dickinson (2000 y 2002) nos aportan valiosa información antropológica.
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