Los Transgenicos

¡NÓ A LOS TRANSGÉNICOS!

Por: Jaime Reyes Ortiz

Desde hace varios años, el crecimiento desmedido de la población, los altos costo de los alimentos y la producción de biocombustibles, sin olvidar los factores climáticos, se ha convertido en un reto el abastecimiento de alimento a la población más necesitada que ocupa un 40% de la población mexicana, debido a ello una de las soluciones planteadas que ha tenido mucha controversia en el país es el permitir la siembra de semillas transgénicas en el campo mexicano.

Sin embargo, aunque sería de gran ayuda en cuanto a la energética, estas semillas no deberían ser ocupadas para la siembra y cultivo de alimentos para la población ya que estas van destinadas principalmente a otros fines, ya sea para alimento de los animales o para la producción de biocombustibles, derivado del agotamiento del petróleo. Podría traer consecuencias en las personas y en la biodiversidad, que aún se desconocen.

Con estas semillas transgénicas se pretende lograr una mayor producción de alimentos y erradicar la hambruna que existe, pero sin embargo, el problema está en la distribución de alimentos y no en la carencia de los mismos. El problema no es tanto la falta de alimentos en el mundo sino la imposibilidad de acceder a ellos. La producción mundial de cereales se ha triplicado, mientras que la población solo se ha duplicado. No se trata solamente de no tener hambre sino alimentarse bien. Los transgénicos son empobrecidos nutricionalmente, tienen menor concentración de nutrientes, además de estar combinados de sustancias peligrosas. Con estos alimentos transgénicos se podría acarrear consecuencias tales como personas con cáncer, obesos, y diabéticos, y otros millones de personas hambrientas en los países pobres, que no pueden pagar el precio alto de los granos, o se desgastan y enferman por consumir transgénicos.

Un ejemplo de las consecuencias que se podría contraer es lo sucedido con un estudio interesante de Biotecnología, se suministró 7 gramos de soya transgénica a un grupo de ratas, otras recibieron soya natural y un tercer grupo control no recibió nada de soya. El resultado fue que las crías alimentadas con soya transgénica, fueron de tamaño reducido, el 36% de estas ratas pesaba menos de 20 gramos y en los otros grupos solo el 6% obtuvo ese bajo peso. Pero lo más alarmante sucedió cuando las crías cumplieron 3 semanas de edad, el 55.6% de las ratitas del grupo transgénico fallecieron, comparado con solo el 9% de aquellas alimentadas con soya natural y el 6.8% de aquellas del grupo control sin soya. En un estudio con 12 ratas macho, se les dio una dieta con 14 % de soya transgénica de Monsanto. Como resultado se observó cambios en las células espermáticas y células de Sertoli. En particular la expresión de genes y el RNA fueron significativamente afectados. No se sabe qué componente de la soya produce estas modificaciones,

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