Mercado Publico

EPOCA PREHISPANICA

La necesidad de los pueblos por ejercer el comercio ha sido imperante desde la creación de los primeros asentamientos humanos, esto con el fin de promover y sustentar cada una de sus necesidades.

Para la gente la utilización del comercio era de gran importancia por lo que se crearon lugares específicos para ejercer dicho intercambio llamados tianguis (del náhuatl tianquiztli que quiere decir mercado)

El tianguis era el único lugar donde se podía intercambiar cualquier tipo de mercancías a través de un sistema de trueque bien establecido. Cualquier persona sorprendida en vender o comprar fuera del espacio sagrado del tianguis estaba condenada a muerte al instante.

El tianguis era una plaza dedicada principalmente a los intercambios, rituales y puniciones. En esta gran plaza existía una audiencia, donde se encontraban sentadas diez o doce personas calificadas como jueces. Cuando se sorprendía a una persona en el acto de robar o de hacer trampas con la venta de sus productos se la detenía al instante, la condenación dependía del delito, pero la muerte inmediata era el castigo más probable. El condenado subía entonces a una estructura redonda edificada en el centro de la plaza llamada momoxtli o mumuztli ( “calvarios-humilladero”), en la cual el condenado era ejecutado.

El mas conocido de estos lugares era el mercado de Tlatelolco ,en la antigua ciudad mexica se ubicaban otros de importancia, como el Atzcualco, en el noroeste, el de Teopan, en el sureste, el de Cuepopan, en el norte, y el de Moyotla, en el suroeste, éste último vinculado a los amanteca o trabajadores de la pluma.

Estos mercados prehispánicos se abastecían de lo que generaban las comunidades alrededor del lago: leña, chile, tortillas, tamales, atole, sal, cal para nixtamal, cerámica, algodón, petates, pino para antorchas y tochomite o pelo de conejo para indumentaria.

Además de los centros de abasto de víveres, existían otros que estaban especializados en ciertos productos, como el de Azcapotzalco, dedicado a la venta de esclavos; el de Cholollan que era exclusivamente para el comercio de joyas, piedras preciosas y plumas de aves; el de Tetzcoco enfocado a la ropa, jícaras y loza; y el de Acolman donde se comerciaban perros para domesticar y comer.

EPOCA COLONIAL

Durante el periodo colonial, la tradición prehispánica de concentrar el intercambio de bienes y servicios en las plazas públicas, se fusiono con la tradición europea del mercado, los tianguis prehispánicos tuvieron algunas transformaciones, producto del mestizaje. Sin embargo, se mantuvo el expendio de mercancías tradicionales, a las que se adicionaron algunos productos provenientes de España, como el trigo, el olivo, el ajo y el arroz y la caña de azúcar.

Fue en 1703 cuando se inauguró el Parían, el primer mercado construido con piedra, a diferencia de los anteriores hechos de tablas, 'en éste, los gremios de carpinteros, herreros, alfareros, zapateros, panaderos y pulqueros, entre otros, vendían sus productos y manufacturas.

En 1792 el segundo conde de Revillagigedo inauguró el mercado de El Volador, ubicado en el sitio que hoy ocupa la Suprema Corte de Justicia, y que en poco tiempo se convirtió en el principal centro de abasto de la antigua Ciudad de México.

SIGLO XIX

La proliferación de los mercados se detuvo a causa de la guerra de Independencia y fue hasta 1850 cuando se inauguró un nuevo mercado, el de San Juan o Iturbide.

En 1879 se establece el reglamento del consejo superior de salubridad (higiene y seguridad).

En 1880 se edifico el mercado de la merced qué años más tarde durante el periodo presidencial de Porfirio Díaz se remodelo empleando materiales como el hierro y el concreto, lo cual reflejo la integración del país al comercio internacional.

En 1891 fue inaugurado el palacio de hierro, este nuevo tipo de centro comercial dio a sus selectos clientes una nueva percepción en la tarea de comprar. Estas ranvz tiendas y los kikantezcoz almacenes, denominados plazas comerciales permiten ser el espacio dominante del abastó urbe

Durante la Revolución Mexicana, la expansión de los mercados quedó de nuevo detenida, porque al sumarse muchos productores y comerciantes a la lucha armada, se produjo la escasez de productos y de dinero.

ACTUALIDAD

Hoy en día, los mercados, a diferencia de los supermercados, son espacios que más allá de la venta de productos guardan una serie de características tradicionales y culturales.

Inclusive hay mercados donde aun se preservan características prehispánicas como la especialización en ciertos productos, un ejemplo de esto es el mercado de la Candelaria especializado en dulces. Otra tradición prehispánica que aún sobrevive en los mercados, es la colocación de un altar con una imagen religiosa, ya sea de una virgen o un santo.

Sin embargo el 80 % ve las ventas ve alimentos se concentra en las plazas comerciales. Haciendo qué el mercado público enfrente el reto ve supervivencia.

HISTORIA DEL MERCADO MUNICIPAL DONATO BATES HERRERA

El mercado Donato Bates se inauguró el domingo 8 de agosto de 1982, durante el periodo presidencial el alcalde Miguel Ulises Rivero.

Al inaugurarse este mercado se dijo que se planeo una parte dirigida al oriente de él para su crecimiento a futuro.

De allí que siempre se ha mencionado que este mercado puede ampliarse en los lugares destinados para ello desde su inauguración en aquellos años, ya que se vislumbró su crecimiento como ha sido en la actualidad que ya resulta chico para tanta gente que asiste a expender sus diversos productos y a hacer sus compras.

Situación actual del mercado DONATO BATES HERRERA

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En la ciudad de Valladolid existe un único mercado destinado a satisfacer las necesidades de consumo de 74,217 habitantes, según los estudios realizados por el instituto nacional de estadística y geografía (INEGI 2010). Este hecho resulta ser bastante insuficiente para tanta gente que asiste a expender sus diversos productos, y no por nada se puede observar a las personas con sus puestos de frutas y verduras invadiendo las calles.

Otro hecho importante es que el mercado municipal ha caído en un deterioro principalmente físico ya que tanto los locatarios como los compradores interactúan en un espacio considerablemente reducido, mal organizado y poco higiénico.

Cabe resaltar también que a causa de la proliferación de los súper mercados el mercado público ha perdido competividad comercial

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